Contexto Histórico y Social
La crisis de la monarquía de Alfonso XII se genera por dos causas: conflictos sociales e ineficacia de los poderes políticos. La dictadura de Primo de Rivera restablece el orden social, pero los partidos republicanos triunfan en las elecciones del 31. La Segunda República goza de un bienio reformador, pero ve frustradas sus intenciones de transformar la sociedad. La Guerra Civil, protagonizada por dos frentes, el republicano y el nacionalista de derechas, comienza en África con la rebelión militar de Franco contra la legalidad y concluye con la victoria de los nacionalistas y el masivo exilio de los republicanos.
Narrativa del 98: Renovación Estética
Una nueva narrativa
El desapego del Realismo decimonónico irá unido a las inquietudes modernistas. El mismo Rubén Darío había dado ejemplo de renovación de la prosa.
La prosa de arte se apreciará en los relatos iniciales de Valle-Inclán.
Pero, sobre todo, hemos de referirnos de nuevo a las novelas de 1902 como reveladoras de una nueva sensibilidad. Ahora, hemos de destacar en ellas su novedad artística. Se trata de Azorín, de Unamuno y de Baroja, además de Valle-Inclán. Esas novelas representan una ruptura con la narrativa realista, que se manifiesta fundamentalmente en dos aspectos:
- Irrupción del subjetivismo
- Una clara preocupación artística
Los cuatro autores afrontan el relato como arte, con el propósito de renovar las estructuras narrativas.
Unamuno: Novela Intelectual y Existencialista
Fue dramaturgo y poeta, notable en la expresión del lenguaje y de las imágenes sensoriales; también será ensayista intelectual y pensador. El género más renovado por Unamuno es la novela, campo de ensayo en el que da respuesta a los esquemas del realismo anterior. Sus novelas, de carácter existencialista, recogen su actitud intelectual, su visión filosófica del mundo y sus preocupaciones ideológicas y existenciales: búsqueda de la personalidad y el conflicto entre creador y personaje en Niebla. Su novela refleja su intención de renovar el lenguaje, la forma y las técnicas narrativas del modernismo. Unamuno llama a sus novelas “nivolas”, en las que el lenguaje es más intelectual, y el autor invade el orden de la realidad objetiva para manejarla de acuerdo con las leyes y los criterios que él impone.
Baroja: Novela Social y Naturalista
Mantiene un pesimismo radical sobre la naturaleza y la condición humana. Critica una sociedad global corrupta y desconfía de las organizaciones sociales o religiosas. En lo literario, confluyen la desesperación y la angustia del Romanticismo recogidas por el Modernismo, la visión determinista del mundo del Naturalismo y el impresionismo descriptivo de los ambientes y psicológico de los personajes o la tendencia a la evocación nostálgica. Baroja crea ambientes difusos, apenas profundiza en la psicología, y describe con la pincelada rápida de los impresionistas. Ejemplo de ello es El árbol de la ciencia.
Valle-Inclán: Novela Modernista y Vanguardista
Trata de hacer de su vida y su obra una invención estética, mezclando realidad y fantasía. Representa el prototipo de la bohemia. Atento a la renovación temática y formal de su obra, se guía por un concepto particular de la libertad. Dramaturgo, que eleva el teatro español a las más altas cotas de la modernidad. Comienza en el modernismo más exuberante, rico en imágenes ostentosas y brillante en el lenguaje, donde los elementos sensoriales sirven para la estilización e idealización del ambiente gallego.
En un segundo periodo, el modernismo se orienta hacia la estilización deformante de las órdenes clásicas con el esperpento. El esperpento ofrece una visión crítica del mundo y de la sociedad burguesa y aporta la renovación de las formas en los géneros literarios y en el lenguaje. Un ejemplo es Tirano Banderas.
Azorín: Nueva Lírica
Tanto en sus novelas como en sus ensayos, el lenguaje pasa a primer término. Su novela tiene dos rasgos: la voluntad artística y el subjetivismo. Su lengua fluye lenta, melancólica y con un lirismo contenido. Sus cualidades son la precisión y la claridad. En su descripción aparece una técnica miniaturista. Le caracteriza una inmensa riqueza de vocabulario.
Las novelas de Azorín se pueden dividir en cuatro etapas:
- Primera etapa: Muestra predominio de los elementos autobiográficos y de impresiones suscitadas por el paisaje. El protagonista es Azorín, personaje de ficción que se convierte en la conciencia de su creador. Ejemplo: La voluntad (1902).
- Segunda etapa: Abandona los elementos autobiográficos y refleja la fatalidad, la obsesión por el tiempo, el destino, etc. Ejemplo: Doña Inés (1925).
- Tercera etapa: Obras como Pueblo (1939), marcadas por el vanguardismo y por el drama personal y cosmológico inspirado en el gran poeta austro-alemán Rainer María Rilke.
- Cuarta etapa: Vuelve a la narrativa con El escritor y La isla sin aurora (1944), donde adopta una postura decididamente esteticista.
Narrativa Posterior al 98
Novecentismo
Estos autores no son sino continuadores del modernismo, que en unos casos depuran intelectualmente la expresión literaria (Miró y Ayala) y en otros avanzan en la ruptura hacia el vanguardismo (Gómez de la Serna).
Miró es el continuador del modernismo en la acumulación de sensaciones y la idealización del paisaje. Sus novelas responden al objetivo de convertir lo que se percibe en el arte de la palabra.
Ayala combina a la perfección el simbolismo modernista con la actitud intelectual novecentista.
Narrativa Vanguardista
Se identifica con el formalismo y la experimentación. Bastantes escritores analizan la teoría de la novela, sus problemas técnicos y practican una novela que rompe ataduras con la existente, jugando con la realidad y la fantasía, con la inverosimilitud y la incongruencia, con las estructuras y la sintaxis. Uno de los autores en los que se reflejan estas características es Ramón Gómez de la Serna, que trata una literatura libre configurada por la greguería.
El Nuevo Realismo
Contrasta con la anterior. Hacia 1930 aparecen novelistas comprometidos con la situación política: son revolucionarios, románticos que escriben una literatura de testimonio y denuncia. La figura principal es Sender.
La novela vanguardista se identifica con el formalismo y la experimentación. Entre 1910 y 1930, escritores, acorde con Europa, analizan la teoría de la novela, sus problemas técnicos y practican una nueva novela que rompe ataduras con las existentes entonces, jugando con la realidad y la fantasía, la rareza y la incoherencia, con las estructuras y la sintaxis.