Exploración de la Filosofía Presocrática
Tales: fue un filósofo excepcional. En el año 585 a.C. predijo un eclipse de sol. Tales, como otros filósofos, viajó extensamente, incluyendo Egipto, donde las antiguas civilizaciones influyeron en la filosofía griega, y viceversa. En esta época, filosofía y ciencia estaban entrelazadas. Tales destacó como matemático y astrónomo, prediciendo cosechas y otros eventos. La pregunta fundamental era: ¿qué elementos constituyen todo lo que conocemos? Los griegos creían en un universo eterno con elementos simples y complejos. De esta idea surge la química moderna. Los elementos básicos eran tierra, agua, aire y fuego, cuya combinación daba origen a todo. Esta visión contrastaba con la creencia cristiana de la creación de la nada. Los griegos reconocían el cambio, pero no en los elementos básicos. Para Tales, el arjé (principio) de la physis era el agua, influenciado quizás por sus viajes a Egipto, donde el agua era vital. El agua (presente en culturas fluviales, necesaria para las semillas y en los tres estados de la materia) era fundamental. La razón principal para Tales era que la tierra flotaba en el agua. En este modelo, los dioses no aparecían. Tales fue el primero en proponer un modelo del universo sin deidades. Creía en una Tierra plana con un precipicio y dragones en el horizonte. No contemplaba satélites. Su modelo inicial de la Tierra era una esfera con agua y una cúpula cristalina con estrellas y la luna, donde la Tierra permanecía inmóvil. Este fue el inicio de la astronomía. Tales sabía que las estrellas no eran fijas y creía que más allá de ellas no existía nada. También defendía la teoría de que había dioses en todas las cosas, un principio vital conocido como hilozoísmo.
Anaximandro de Mileto (s.VI a.C): Discípulo de Tales, fue el primer ministro en dibujar un mapa de la Antigüedad y descubrió el gnomon, pieza del reloj de sol. Para él, el arjé era el apeiron (infinito, sin partes, ilimitado y eterno), una sustancia anterior a los cuatro elementos básicos. El motor de todo era la rivalidad de opuestos (caliente/frío). Anaximandro creía en múltiples mundos infinitos y que la Tierra no flotaba en el agua, sino en el universo. Desaparece la cápsula de agua y la cúpula cristalina de Tales, aunque la Tierra seguía siendo plana. Creía en aros de fuego alrededor de la Tierra con una densa nube y agujeros por donde pasaba la luz de las estrellas, explicando así su movimiento. El Sol era uno de esos aros sin nube. No se conoce su explicación de la Luna. En este modelo, los dioses tampoco aparecían.
Escuela de Mileto:
- Tales (arjé: el agua. Nada procede de la nada, importancia de las culturas fluviales, las semillas la necesitan, está en los 3 estados (sólido, líquido y gaseoso), la tierra flota en ella, el motor del cambio: los dioses que pueblan las cosas (hilozoísmo)).
- Anaximandro (discípulo de Tales, realiza un mapa, descubre el gnomon, ¿de qué se compone el agua? el arjé es el apeiron (sin partes, ilimitado, eterno), el motor del cambio: surgen opuestos del apeiron que rivalizan entre sí (estaciones)).
- Anaxímenes de Mileto (discípulo de Anaximandro, el arjé es el aire, por rarefacción el fuego, el viento, por condensación nubes, agua, tierra y piedra).
Heráclito de Éfeso (544-484 a.C): El arjé es el fuego, todo surge y termina en él. El logos impone orden, un plan. Filosofía del movimiento: todo fluye, “No te podrás bañar dos veces en el mismo río”. Los seres nacen de la lucha de contrarios: “la guerra es el padre de todas las cosas” (influencia de Anaximandro). Del mundo solo podemos tener opinión (doxa), todo es relativo, no hay nada seguro.
Pitágoras de Samos (585-507 a.C): Líder de una secta dedicada al estudio de las matemáticas, escribió la tabla de multiplicar. (Pocos documentos, mitificación, regla del secreto). Influencias del orfismo: metempsicosis (creencia en la transmigración del alma), inmortalidad del alma, vegetarianismo, vida ascética, de estudio y purificación. Estudios matemáticos: numeración con letras, sin números negativos ni cero. Relacionó los números con la música: estudios de los intervalos con el monocordio. Generalizó la idea: el arjé es el número, “todo es número y armonía”, tipos de números cuadrados, triangulares, rectangulares y piramidales. La tetrakys (número sagrado de los pitagóricos).
Escuela de Elea (Jenófanes, Parménides y Zenón):
Hesíodo escribió la Teogonía, sobre la creación del mundo, y Los trabajos y los días, sobre la agricultura. Rapsoda: hombre que contaba las aventuras de los dioses.
Jenófanes de Colofón (580-475 a.C): Poeta y rapsoda que criticó el antropomorfismo de la religión griega. “Si los bueyes, los caballos o los leones tuvieran manos y fueran capaces de pintar con ellas y hacer figuras como los hombres, los caballos dibujarían las imágenes de los dioses semejantes a las de los caballos y los bueyes semejantes a las de los bueyes y harían sus cuerpos tal como cada uno tiene el suyo”. Feuerbach dijo que hacemos los dioses a nuestra imagen y semejanza, tomando ideas religiosas de Marx.
Parménides de Elea (515-440 a.C): Político que redactó las leyes de Elea. Escribía con esfuerzo mental, no a través de los sentidos. Se preguntó por conceptos generales: ¿qué tienen en común todas las cosas? Metafísica: ¿qué es el ser? “El ser es y el no ser no es”. Los axiomas son evidentes y los teoremas hay que demostrarlos. Usó el método axiomático. Escribió el poema La vía de la verdad (aletheia), vía de la razón del ser, y La vía de la opinión, vía de los sentidos del no-ser. Para Parménides, el arjé es el ser. ¿No son todas las cosas? Descubrió la lógica. Sócrates conoció a Parménides a los 20 años. Para Parménides no existe el vacío, el no-ser (contra Pitágoras), ni la pluralidad. El no-ser no existe y el ser debe ser eterno, inmóvil, indivisible, esférico, uno, no sensible (inteligible), homogéneo, eterno y finito. Meliso de Samos dirá que es ilimitado. No hay movimiento, cambio, vacío ni pluralidad.
Zenón de Elea (490-430 a.C): Sus aporías son argumentos impecables contra el sentido común. La más famosa es la de Aquiles y la tortuga. Zenón decía que entre Aquiles y la tortuga hay infinitos pasos y que Aquiles nunca la alcanzaría.
Empédocles de Agrigento (492-432 a.C): Filósofo y médico, algunos dicen que resucitó a un muerto y que perteneció a la secta pitagórica. Intentó unir a Heráclito y Parménides. Es pluralista porque habla de cuatro elementos eternos e indestructibles que se mueven sin vacío. El nacimiento es una mezcla y la muerte una separación. Llama raíces a los cuatro elementos, su arjé, y los usa como un pintor. El amor y el odio son las fuerzas que mueven las raíces (la Discordia). Al comienzo, todo unido bajo el amor, el odio comienza a separarlos hasta estar completamente separados en el futuro y vuelta a empezar. Hay movimiento sin vacío.
Anaxágoras de Clazomene (500-428 a.C): Tuvo problemas con la clase política. Decía que la luna era de tierra, que reflejaba la luz, y que el sol era una masa de hierro. Fue condenado por asebeía (no tomarse en serio las cosas sagradas) y desterrado a Lámpsaco. En el 478 a.C. fue a Atenas y conoció a Pericles, Eurípides, Tucídides, Protágoras y Sócrates. Acusado de impiedad en el 455 a.C., murió en el exilio. Quiso unir a Heráclito y Parménides. Para él, nacer es agregarse y morir desagregarse. El arjé son las semillas (Aristóteles las llamó homeomerías, partes iguales). Todo está en todo, por ejemplo, en la nieve lo negro y lo caliente. El nous (inteligencia) no está hecho de semillas e introduce el movimiento llamado torbellino. El nous lo conoce y gobierna todo antes, ahora y después. Hay movimiento sin vacío.
Demócrito de Abdera (460-370 a.C): Con él terminan los presocráticos. Viajó a Egipto, Persia, India y Etiopía. Dijo que fue a Atenas y nadie lo conoció. Quiso unir a Heráclito y Parménides. Para él, el nacimiento es una mezcla y la muerte una separación. El ser de Parménides se fragmenta hasta el infinito. Su arjé son los átomos, por eso dice que hay vacío, el no-ser. Se conocen por la razón. Los átomos se diferencian en tamaño, forma, orden y posición, moviéndose al azar y chocando para formar las cosas. El alma y los dioses están formados por átomos.