Obras maestras de la arquitectura: Casa de la Cascada y Santa Sofía

Casa de la Cascada: Un hito del organicismo

La Casa de la Cascada es una residencia diseñada y construida en 1936 por el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, uno de los máximos representantes de la arquitectura orgánica. Esta tendencia arquitectónica buscaba la integración del espacio habitable y de la construcción humana, en general, en la naturaleza circundante. El objetivo era lograr que la vivienda, la industria y la técnica estuvieran rodeadas de grandes espacios naturales para evitar que la ciudad moderna se ahogara dentro de sí misma. A esta finalidad responde precisamente la Casa Kaufmann, conocida también como la Casa de la Cascada por su ubicación.

Esta vivienda, de elevadísimos costes, fue construida en Pensilvania para Kaufmann, un empresario de Estados Unidos, y Wright planteó en ella los pilares de su concepción de la arquitectura. La Casa Kaufmann está perfectamente integrada en la naturaleza y ofrece una extraordinaria armonía con su entorno. Wright la ubicó en un lugar rocoso rodeado de bosque, inmersa en una frondosa vegetación y junto a un arroyo en cascada que se acopla a la propia vivienda.

La casa combina planos horizontales construidos en hormigón armado que se introducen en la roca y permiten el paso de la cascada por debajo de la construcción. Está estructurada en tres pisos escalonados, con plantas que se alejan de la regularidad y que presentan planos abiertos que configuran espacios que fluyen entre las plantas y los diversos ambientes. Se accede a la vivienda a través de una cochera cubierta por un pórtico.

Diseño interior y exterior de la Casa de la Cascada

La planta inferior está ocupada por una gran sala de estar, cuyo elemento más destacado es la chimenea. Ésta, que sobresale por encima del tejado, señala el eje vertical de la construcción. Esta planta dispone también de una gran terraza de hormigón sobre la cascada. Una escalinata une directamente la sala con el arroyo.

En la planta superior se ubican los dormitorios, pequeños y estrictamente funcionales. Existe también en este piso una terraza, que sobresale sobre la de la planta inferior y cuyo eje forma un ángulo recto con ésta. Los espacios se constituyen en esta vivienda de dentro hacia afuera. La separación entre habitaciones, y entre el interior y la terraza, queda diluida por la utilización de enormes ventanales. La inexistencia de marcos en las aristas de los vidrios contribuye a remarcar la continuidad del interior con el exterior.

La combinación de elementos de la naturaleza y vidrio crea un singular juego de luces y sombras en el interior. La luz del sol penetra directamente por el techo a través de las ramas y hojas de los árboles. Wright se preocupó también de la habitabilidad interior, configurando los espacios en función de las necesidades familiares. De hecho, los muebles fueron específicamente diseñados para esta vivienda. La Casa de la Cascada se convirtió en uno de los máximos exponentes del organicismo arquitectónico.

Santa Sofía: Esplendor de la arquitectura bizantina

La imagen corresponde al interior de la iglesia de Santa Sofía de Constantinopla, construida entre el 532 y el 537 y dedicada a la Sabiduría Divina. Este templo constituye la obra cumbre del arte bizantino. En él se combinan la preferencia por los inmensos espacios con los valores de atmósfera, luz y color tan presentes en la arquitectura de este estilo. De aspecto sencillo en su exterior, Santa Sofía se embellece gracias al juego de cúpulas. Actualmente, la iglesia presenta varios minaretes y contrafuertes que no corresponden al periodo bizantino, sino que fueron añadidos posteriormente durante la etapa turca de Constantinopla. El interior del templo, en cambio, parece flotar en una luz tenue en la que queda suspendida la grandiosa cúpula central.

Características de la arquitectura bizantina

La arquitectura bizantina se caracteriza por el recurso a la planta centralizada cubierta con bóveda, principalmente por cúpula sobre pechinas. Las pechinas son triángulos esféricos que se colocan en los ángulos para sostener el empuje de la cúpula. Estos elementos facilitan el paso de una planta cuadrada a la planta circular del anillo de la bóveda. Los edificios bizantinos se construyen además con muros de piedra y ladrillo que se cubren en el exterior con placas decoradas con relieves y en el interior con bellos mosaicos. El arco empleado con mayor frecuencia es el de medio punto, en el que muchas veces se alternan las dovelas de ladrillo y piedra. Sobre las columnas, cuyos capiteles suelen ser cúbicos o de hojas talladas a trépano, se colocan grandes cimacios.

La cúpula de Santa Sofía

La iglesia de Santa Sofía tiene una planta centralizada ligeramente rectangular. Está cubierta por una enorme cúpula central de 31 metros de diámetro y 55 metros de altura que se dañó en un terremoto y se reconstruyó en el año 558. Para aligerar el peso de esta gran cubierta, el casquete de la bóveda fue realizado con ánforas de arcilla colocadas en círculos concéntricos.

La cúpula se apoya sobre cuatro pechinas, sobre gruesos contrafuertes laterales y sobre exedras o cuartos de esfera que ayudan a trasladar los empujes hacia fuera. Esto constituye una de las grandes novedades que incorporan los arquitectos bizantinos: la cúpula no se apoya sobre gruesos muros circulares. Así, la gran cúpula flota en el aire, sostenida sobre sus arcos y pilares por la fuerza que ejercen las bóvedas adyacentes sobre ellos.

En el exterior, la cúpula central no destaca, ya que queda disimulada por un tambor cilíndrico hasta una tercera parte de su altura. En la parte inferior del casquete de la cúpula existe una hilera de vanos con arcos de medio punto que dejan pasar la luz al interior del templo. En el interior, en cambio, el espectador queda atónito ante la enorme bóveda que parece flotar en el aire. La cúpula está decorada por mosaicos al estilo bizantino.

Los dos amplios arcos laterales estaban inicialmente cerrados por las galerías del segundo piso. Desde ellas presenciaban las ceremonias los altos funcionarios de la corte bizantina.