Edad Media y Lírica Medieval: Contexto Histórico y Primeras Manifestaciones Literarias

Contexto Histórico y Cultural de la Edad Media

La Edad Media abarca el extenso período comprendido entre la caída del Imperio Romano en el siglo V (476) y la caída de Constantinopla (Imperio Bizantino) a manos de los turcos en 1453. En España, se extiende hasta la caída de Granada, que marca el final de la Reconquista, y el Descubrimiento de América en 1492.

La Península Ibérica experimentó diversas etapas durante este tiempo: las invasiones de los pueblos bárbaros, destacando los visigodos, su asentamiento y cristianización; la invasión árabe; y la Reconquista por parte de los reyes cristianos de los reinos de León, Castilla y Aragón.

La sociedad medieval se caracterizaba por una estructura feudal, estamental y piramidal. Los señores, que poseían la tierra, vivían en castillos, aplicaban la ley y protegían a los vasallos; los religiosos, que residían en monasterios, se dedicaban al estudio, la traducción de obras clásicas y la copia de manuscritos; y los vasallos, que trabajaban las tierras de sus señores y les entregaban tributos o diezmos.

Durante la Edad Media, coexistieron tres comunidades étnico-religiosas: cristianos (la mayoritaria), judíos y musulmanes. Las relaciones entre ellas fueron frecuentemente conflictivas, como evidencian las luchas fronterizas entre cristianos y musulmanes, y los pogromos, episodios de violencia contra las juderías. Estos conflictos culminaron con el establecimiento de la Inquisición en 1478 y la expulsión de la población hispanojudía en 1492. No obstante, también se produjo un fructífero intercambio cultural entre estas tres culturas, que impulsó el desarrollo de las ciencias, la literatura y la filosofía.

La pluralidad lingüística también fue una característica de la Península Ibérica medieval, con lenguas como el gallego-portugués, el asturleonés, el castellano, el navarroaragonés y el catalán.

Las guerras, la peste y el hambre convertían este mundo en un lachrymarum valle (valle de lágrimas) que, según la mentalidad teocéntrica medieval, debía ser aceptado. En la literatura, esta mentalidad teocéntrica se manifiesta en su carácter moralizador y en el anonimato de las obras.

A partir de los siglos XII y XIII (Baja Edad Media), se observan cambios importantes. Aparecen los primeros núcleos urbanos (burgos), donde se asientan nuevas clases sociales: comerciantes y artesanos, que conformarán la incipiente burguesía. Los señores feudales evolucionan hacia una nobleza más refinada que envía a sus hijos, al igual que los burgueses, a estudiar a las primeras universidades, como las de Palencia y Salamanca. La burguesía impulsó la lenta transformación del sistema estamental y preparó el cambio de mentalidad que condujo al Renacimiento.

La Lírica Medieval en Verso

La Lírica Tradicional (Siglos X-XV)

Se denomina lírica tradicional a la expresión lírica de sentimientos relacionados con el amor, el trabajo, el desamor, entre otros, en forma de breves poemas anónimos con acompañamiento musical y de transmisión oral. Es la primera manifestación literaria y surge desde los orígenes en todas las lenguas romances. Solo las conocemos porque fueron transcritas en cancioneros u otro tipo de textos en un momento dado. Bajo esta denominación se encuentran las jarchas, las cantigas galaico-portuguesas y la lírica castellana.

  • Las jarchas: Pequeños poemas en dialecto mozárabe que se incluían al final de una composición culta árabe llamada moaxaja. Están escritos en grafía árabe o hebrea, lo que dificultó su descubrimiento. Tratan temas amorosos, principalmente el lamento de una mujer a su madre o hermanas por la ausencia de su amado. Datan de los siglos XI-XIII.
  • Las cantigas de amigo galaico-portuguesas: Guardan similitudes con las jarchas, ya que también están puestas en boca de una mujer que expresa una queja amorosa. Pertenecen a los siglos XIII-XIV. Sin embargo, en estas composiciones, la naturaleza aparece como confidente. Estos poemas consisten en una sucesión de estrofas que terminan en un estribillo y se construyen a partir de dos procedimientos retóricos: el paralelismo y el leixa-pren o encadenamiento, que consiste en la repetición al principio de una estrofa del final de la anterior.
  • La lírica tradicional castellana: Ya del siglo XV, amplía la temática: albas (despedida o encuentro con el amado al amanecer), mayas (alegría por la llegada del mes de mayo, de la primavera), de trabajo, de vela, serranas, lamento de la malcasada, entre otras. Presentan una mayor riqueza estrófica y destacan los zéjeles y los villancicos. Estos, en general, presentan la siguiente estructura: estribillo de dos, tres o cuatro versos; estrofa llamada mudanza o glosa que consta, a menudo, de cuatro versos; y el verso de vuelta, en el que se recupera total o parcialmente el estribillo. Son frecuentes las connotaciones eróticas: la fuente, el ciervo, la muchacha que se peina o recoge frutos, etc.

La Lírica Culta

Son poemas de autor conocido. Las más destacadas están escritas en galaico-portugués y son las cantigas de amor, de influencia trovadoresca, donde un hombre trata temas de amor cortés, es decir, la servidumbre amorosa de un caballero a una dama, y las cantigas de escarnio, de intención satírica. Se recogen por escrito en cancioneros desde el siglo XII.

Esta lírica culta escrita en galaico-portugués alcanzó tal prestigio que el rey Alfonso X “El Sabio” decidió escribir en esta lengua su obra personal: las Cantigas de Santa María, de carácter religioso.

En el siglo XV, los escritores cultos castellanos comenzarán a componer sus obras en su propia lengua: el castellano.