Concepto de poder político
En la vida humana, las relaciones políticas y sociales son relaciones de poder. Incluso las relaciones personales están dirigidas por un dominio de unas sobre otras, ya que el poder no tiene por qué acabar en el autoritarismo ni apoyarse en la violencia. El poder señala la posibilidad de actuar con vistas a un fin y la capacidad de imponer nuestros propios fines a otras personas. El poder político se caracteriza por exigir la existencia de un fin compartido. En todas las sociedades han existido formas de poder social, como el patriarcado y el matriarcado, y de poder político a partir de un cierto grado de desarrollo social y cultural, con instituciones encargadas de administrar los derechos y deberes de los individuos. En las sociedades actuales, el poder político se ejerce a través del Estado y sus instituciones.
Características del Estado como organización política
El Estado es un tipo de organización política que:
- Tiene justicia universal en su propio territorio.
- Su poder está diferenciado institucionalmente.
- Es el origen y fuente exclusiva de la legalidad vigente.
- Tiene el monopolio del poder coercitivo y de la fuerza.
- Es soberano porque no comparte el poder.
El Estado puede asumir todas las funciones que tengan un interés público. Hay tres tipos de gobiernos:
- Gobierno fascista: controla las funciones para su beneficio.
- Gobierno social: controla las funciones para el beneficio de los ciudadanos.
- Estado liberal: controla como mínimo la seguridad interior y exterior y algún sistema público de enseñanza.
Legalidad y legitimidad
El Estado es la institución a la que se le reconoce el derecho de ejercer el poder político, es decir, a la que se le reconoce la autoridad para imponer orden y tomar decisiones que nos afectan como ciudadanos. El poder político ejercido por el Estado debe estar legitimado, es decir, justificar ese poder, y es esencial un componente ético. El Estado democrático se basa, por ejemplo, en la soberanía popular y cree que todos los ciudadanos deben ser iguales ante la ley, todos poseen los mismos derechos y obligaciones, y el poder político lo respeta.
Origen del Estado según autores
Los filósofos han elaborado las llamadas teorías del contrato social para explicar cuál ha podido ser el origen del Estado como principal forma de organización política. El contractualismo fue lo que sirvió de fundamento ideológico al Estado de derecho. Hay diferentes formas de contrato que dan lugar a diferentes formas de entender el Estado.
Aristóteles
Respecto al origen y constitución de la sociedad, Aristóteles mantendrá la teoría de la “sociabilidad natural” del hombre. El hombre es un animal social (*zoon politikon*), un ser que necesita de otros de su especie para sobrevivir. No es posible pensar que el individuo sea anterior a la sociedad, que la sociedad sea el resultado de una convención establecida entre individuos que vivían independientemente unos de otros en estado natural. El núcleo originario de la comunidad social o política es la familia. Las necesidades naturales de los hombres, reproductivas, que llevan al apareamiento, serán la base de la aldea y la ciudad. Aristóteles utiliza también el argumento del lenguaje para reforzar su interpretación de la sociabilidad natural del hombre: a diferencia de otros animales, el hombre dispone del lenguaje, que requiere necesariamente del otro para poder ejercitarse; sería absurdo que la naturaleza nos hubiera dotado de algo superfluo; y sería difícilmente explicable el fenómeno lingüístico si partiéramos de la anterioridad del individuo respecto a la sociedad.
John Locke
Lo mismo que Hobbes, Locke parte de la situación inicial del ser humano en estado de naturaleza. Pero mientras Hobbes tiene una visión pesimista del estado de naturaleza, caracterizado por una situación insostenible de inseguridad y violencia, Locke tiene una concepción optimista. El ser humano tiene derechos naturales, la razón es un don natural, que son: derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. El derecho de propiedad surge como aplicación del trabajo individual. Existe sin un pacto entre los hombres, ya que es un derecho natural del individuo. El estado de naturaleza no es, como decía Hobbes, un estado de guerra permanente, pero sí aparecen desigualdades económicas entre los individuos, entre los que apenas poseen y los que poseen, de ahí los conflictos. En esta situación, el individuo tiene derecho a disponer y gozar de su vida, libertad y propiedad, y también a castigar a todo el que intente privarle de ellos. Se precisa la existencia de una justicia imparcial y una fuerza coactiva que imponga las decisiones judiciales. El ser humano renuncia a su derecho a juzgar. Se constituye así el Estado, cuya justificación es garantizar el cumplimiento estricto de los derechos naturales. La función del Estado es mediar entre los intereses de los individuos. El individuo desconfía de que el Estado se mantenga dentro de los límites, por lo que se construirá un sistema equilibrado de poderes o división que impida en la práctica la soberanía absoluta. La división de poderes distingue entre el poder legislativo (judicial) y el ejecutivo. Locke concede prioridad al legislativo, formado por representantes elegidos por los ciudadanos. El pacto social conduce a Locke al Estado liberal y a la monarquía constitucional y representativa.
Rousseau
En el estado de naturaleza, el ser humano es un “bruto feliz”, no hay más ley que el instinto de supervivencia, suavizado por la compasión, sentimiento que evita el sufrimiento innecesario a los demás y constituye la base de la sociabilidad. Rousseau sostiene que el ser humano es bueno por naturaleza y es la civilización la que lo corrompe. El ser humano salió de su estado de felicidad por el descubrimiento de la fabricación de armas y el dominio del fuego, lo que dio a algunos superioridad y sirvió para convertirlos en centro de atención, originándose la vida en grupo. El bruto se convierte en ser humano y surge la familia patriarcal. El régimen patriarcal o Edad de Oro no puede mantenerse por la aparición de las desigualdades sociales y la propiedad privada. La situación de desigualdad dio lugar a un estado permanente de desconfianza, violencia y Edad de Hierro, similar al descrito por Hobbes. Los propietarios se convencen y convencen para crear una sociedad política fundada en la propiedad. Este es el origen de la sociedad, basada en el interés egoísta, la propiedad individual, la desigualdad y la injusticia, lo cual ha corrompido la naturaleza original del hombre. Pero se puede rectificar mediante un contrato social en el que se integren la libertad del individuo con las obligaciones de su incorporación a la sociedad civil. La voluntad general o “Yo común” implica la participación libre y la dependencia total de la voluntad general, así se supera la contradicción entre individuo y sociedad. Frente a la voluntad general, el individuo no tiene ningún derecho, salvo el de participar en su determinación a través del sufragio. La voluntad general es la norma objetiva, ética y política, está por encima de los individuos que le han dado forma a través del voto, obliga a la mayoría que la ha descubierto y a la minoría que votó en su contra. La voluntad de todos nunca es unánime, por lo que importa la voluntad del Estado. Rousseau señala la importancia del respeto a las minorías, que tienen derecho a hacer valer su voluntad, pero siempre deben aceptar la voluntad general.
Thomas Hobbes
El estado de naturaleza en el que no hay Estado se caracteriza por:
- Defender nuestra vida y satisfacer nuestros deseos e intereses, y para ello no hay más límite que el que la propia naturaleza de cada uno imponga. Es decir, el ser humano tiene una tendencia primaria y natural de la vida, pero también una innata a la satisfacción egoísta de sus deseos e intereses.
- Es un estado con inseguridad física y lucha de todos contra todos desde el momento en que es inevitable la colisión entre individuos al coincidir sus deseos e intereses.
Los seres humanos son conscientes de que en guerra no es posible progreso alguno, la vida en permanente estado de guerra es pobre, solitaria, desagradable y corta. Su deseo de huir les lleva a suscribir un pacto, origen del Estado. Mediante el pacto:
- Cada individuo transfiere el derecho de gobernarse al soberano.
- La voluntad del soberano se convierte en norma absoluta, fuente de legislación y orden que están obligados a obedecer.
- Los derechos del soberano son absolutos. El Estado absoluto manda sin limitación. Sólo un poder absoluto podría dominar las tendencias egoístas.