Crisis de 1917 y Dictadura de Primo de Rivera: Dos Momentos Clave en la Historia de España

La Crisis de 1917: Un Punto de Inflexión en la Restauración

La crisis de 1917 en España fue un momento crucial que puso de manifiesto las profundas tensiones que aquejaban al sistema de la Restauración. Los problemas económicos y sociales, la crisis política del turnismo y el descontento militar se conjugaron para generar una gran protesta antigubernamental. En esta protesta participaron las organizaciones obreras, los partidos al margen del turno dinástico y los militares descontentos. Sin embargo, la falta de una acción conjunta, la indecisión de los militares y el radicalismo de las asociaciones obreras llevaron al fracaso de la protesta.

La Crisis Militar

Las causas de la crisis militar se encuentran en el elevado número de oficiales en el ejército español, el sistema de ascensos, que se obtenían mayoritariamente por méritos de guerra (beneficiando a los oficiales africanistas frente a los peninsulares), y los salarios, que perdieron poder adquisitivo con la inflación. Los militares de baja y media graduación crearon las Juntas de Defensa. Estas juntas pedían un aumento salarial y el ascenso por antigüedad. Publicaron un manifiesto en el que culpaban al gobierno de los males del ejército y de España, desde una posición regeneracionista.

La Crisis Política

Ante la situación de crisis, el gobierno de Eduardo Dato, que había sustituido al liberal, clausuró las Cortes, suspendió las garantías constitucionales y censuró la prensa. En respuesta, se reunió una Asamblea de Parlamentarios catalanes convocados por la Lliga Regionalista que pidió que se iniciara un proceso constituyente para la reforma del Estado y que aceptase la descentralización. Se convocó una reunión de diputados y senadores de toda España. El gobierno prohibió la reunión, que acabó celebrándose, aunque finalmente fue clausurada por la Guardia Civil. El movimiento asambleario fracasó debido a la negativa de las fuerzas monárquicas y las Juntas de Defensa a participar, las discrepancias internas entre regionalistas e izquierdistas y el estallido del movimiento huelguístico.

La Crisis Social

El descenso de los salarios debido a la inflación, en un momento en el que las empresas acumulaban beneficios, dio lugar a una protesta obrera. Las centrales sindicales UGT y CNT firmaron un manifiesto en el que pedían al gobierno un mayor control de los precios. La UGT convocó una huelga general, apoyada por el PSOE, que no debía terminar hasta que no se iniciara un proceso constituyente. La huelga tuvo un seguimiento desigual. El gobierno decretó la Ley Marcial y empleó al ejército para reprimir la huelga. Se encarceló al comité de huelga y sus miembros fueron condenados a cadena perpetua.

Consecuencias de la Crisis de 1917

El sistema de la Restauración entró en crisis debido a los escasos deseos de renovación democrática de los partidos dinásticos y a la división y debilidad de la oposición, incapaz de articular una alternativa. Se formaron gobiernos de concentración, afectados por una gran inestabilidad, con frecuentes dimisiones y partidos que abandonaban el gobierno. El más relevante fue el Gobierno Nacional de Maura en 1918, en el que participaron conservadores, liberales y regionalistas catalanes.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930): Un Intento de Regeneración Fallido

Los últimos años de la Restauración estuvieron marcados por una profunda inestabilidad política. Tras el fracaso de los gobiernos de concentración, se volvió al turnismo. A pesar del fraude electoral, ningún partido reunía la mayoría para gobernar. El ejército intervino cada vez más en la vida pública y los partidos republicanos y socialistas no lograron elaborar una alternativa en común. Lerroux se aproximó a los conservadores y el Partido Reformista de Melquíades Álvarez se acercó a los liberales. El capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, se pronunció contra la legalidad constitucional. El rey le ordenó formar un nuevo gobierno. Desde posiciones regeneracionistas y populistas, intentó acabar con el caciquismo, la corrupción y las amenazas a la unidad, y ocultó las responsabilidades del desastre de Annual. Para algunos, se trató de un intento de evitar la democratización definitiva del sistema.

El Directorio Militar (1923-1925)

Fue un gobierno provisional para solucionar problemas pendientes. Las primeras medidas fueron la suspensión de la Constitución, el cierre del Parlamento, la prohibición de las actividades de partidos y sindicatos, la militarización del orden público y la represión del comunismo y anarquismo. Los ayuntamientos fueron sustituidos por juntas de vocales integradas por los mayores contribuyentes de la localidad y nombradas por los gobernadores civiles. El régimen creó la Unión Patriótica, cuyo objetivo era proporcionar apoyo social al régimen. Primo de Rivera se implicó personalmente en solucionar el problema de Marruecos.

El Directorio Civil (1925-1930)

Primo de Rivera quería perpetuarse en el poder y se preocupaba más por los problemas económicos y sociales. Trató de institucionalizar el régimen mediante la creación de una Asamblea Nacional Consultiva, compuesta por representantes de las corporaciones elegidos por sufragio indirecto, funcionarios y representantes elegidos por el poder. Se celebró un plebiscito para someter a votación la política de la dictadura. La política económica de la Dictadura, dirigida por el ministro Calvo Sotelo, se caracterizó por el proteccionismo y la intervención estatal en la economía a través de las obras públicas, y ayudas estatales a empresas que no podían competir con el exterior. Se concedieron grandes monopolios, provocando un fuerte endeudamiento del Estado. En cuanto a la política social, se intentó que el Estado mediara en los conflictos sociales, se aceptó a los sectores más moderados del movimiento obrero y se reprimió a los más radicales. Creó la Organización Corporativa Nacional, organizada por profesiones. Dentro de ella se crearon comités que reunían a patronos y obreros para discutir las condiciones laborales.

El Declive de la Dictadura

A partir del establecimiento del Directorio Civil, aumentó la oposición a la dictadura, protagonizada por liberales, la Alianza Republicana y el PSOE. Muchos intelectuales se enfrentaron a la Dictadura. Los anarquistas de la CNT se opusieron al régimen, divididos entre moderados y los radicales, reunidos en la FAI (Federación Anarquista Ibérica). La cuestión catalana se agravó por la prohibición del uso de la lengua catalana en público o la liquidación de la Mancomunidad. La dictadura se enfrentó cada vez a un mayor desprestigio, perdiendo el apoyo de parte de los conservadores y del monarca Alfonso XIII. Primo de Rivera dimitió en enero de 1930.