Poesía y Teatro en España: Evolución Literaria Postguerra a 1970

La Poesía Española de 1939 hasta Finales de 1970: Tendencias, Autores y Obras Principales

La dictadura condicionó la trayectoria literaria de los poetas del momento, ya fuera por su muerte (Lorca), porque tuvieron que ir al exilio (Cernuda, Alberti…) o bien porque en España tuvieron que escribir bajo censura y ajenos a las corrientes europeas.

Poetas en el Exilio

Los poetas en el exilio siguieron diversos caminos, aunque, en una primera etapa, la evocación de España (la lucha, la nostalgia...) fue una constante. Entre ellos, destaca la obra de León Felipe o de los componentes en el exilio de la Generación del 27: Cernuda, Alberti, Salinas, Guillén…

Poesía en España durante los Años 40

Dentro de España, en los años 40, se siguieron diversas líneas poéticas:

Poesía Neoclásica

Llamada así por tener como modelos a los clásicos españoles, como Garcilaso. Trata temas distantes de la difícil realidad del momento: la religión, el paisaje, el amor… y mantienen la imagen imperial de España. Dos son las revistas en las que se difundió esta poesía: Escorial y Garcilaso. Entre los autores, destacamos a: Rosales, con La casa encendida; Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco o Ridruejo.

Poesía Existencialista

Frente a la anterior, muestra un mundo caótico, angustioso, lleno de sufrimiento; también trata la religión, pero con un tono de desesperanza, mostrando la duda sobre la existencia de Dios o sobre su indiferencia. Es, por tanto, una forma de expresar, sorteando la censura, los sentimientos de desaprobación de estos poetas ante la dictadura (penuria económica, dura represión social, política…). De nuevo, una revista difundirá estas manifestaciones poéticas: Espadaña. Entre los títulos más destacados, señalamos dos obras: Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, donde trata temas como la injusticia, la desilusión de ser hombre, la muerte o la soledad; y Sombra del paraíso, de V. Aleixandre, en la que evoca un paraíso perdido, la infancia, frente a una realidad llena de sufrimientos.

Poesía Vanguardista

En la segunda mitad de la década, se desarrollaron dos movimientos vanguardistas:

  • El Postismo: Pretende superar todos los vanguardismos (de ahí su nombre), buscando sobre todo la sorpresa. Entre los autores más importantes: Carlos Edmundo de Ory, Miguel Labordeta.
  • El grupo “Cántico”: En él se reconoce la influencia de la Generación del 27 y que, desde el punto de vista formal, adopta una actitud estetizante.

Poesía Social de los Años 50

En los años cincuenta se inició una tímida apertura hacia el extranjero, buscando reconocimiento internacional (ingreso en la ONU, 1955), que se reflejó en cierta relajación de la censura. Esto permitió que se denunciaran la falta de libertades y la problemática social de forma clara y directa. Surge la poesía social.

Esta es una poesía que pretende llegar a la “mayoría”, por lo que utilizan un lenguaje claro (“Escribir como quien respira”, Celaya) y un tono coloquial, preocupándose más por el contenido que por la forma. A pesar de ello, es una poesía que no llegó al pueblo; no se leía poesía. Tendrían que esperar a ser interpretada por cantautores posteriores: Paco Ibáñez, Serrat, Labordeta… que harían de esta poesía una bandera a favor de las libertades en los años 70.

Entre los autores más destacados:

  • Gabriel Celaya: Tras escribir poesía de carácter existencial, inicia su etapa de poesía social con Tranquilamente hablando y, sobre todo, con Cantos íberos, donde defiende la literatura como arma de lucha social.
  • Blas de Otero: Su obra se inicia, igualmente, con poesía existencial y religiosa, que muestra a un hombre angustiado ante el sentido de su vida, ante la muerte y abandonado por Dios, en Ancia. Su poesía social se inicia con Pido la paz y la palabra.

Incluimos también a José Hierro en este grupo de autores, aunque su obra evolucionará hacia una poesía más intimista.

El Grupo de los 50

En los años sesenta surge un grupo de poetas que, sin abandonar los temas sociales, buscan una mayor elaboración del lenguaje y una poesía más personal. Es el llamado grupo de los cincuenta, porque empiezan a publicar en esos años. En él, podemos distinguir dos núcleos:

  • El grupo de Barcelona: Con poetas como Carlos Barral, José Agustín Goytisolo y Jaime Gil de Biedma.
  • El grupo de Madrid: Que reúne a poetas como Claudio Rodríguez, José Ángel Valente, Caballero Bonald o Ángel González, del que destaca su obra: Grado elemental.

Temas como el paso del tiempo, el amor, a veces erótico, o la creación poética son comunes en estos autores; así como el humor y la ironía.

Los Novísimos de los Años 70

En los años setenta destaca el grupo de los Novísimos (a partir de un libro de Castellet, Nueve novísimos poetas españoles). Son poetas nacidos después de la guerra y que han recibido una nueva educación, en la que se mezcla una formación tradicional y estrecha, junto con novedades que han cambiado el mundo: el cine, la música (folk, jazz, rock); han tenido acceso a lecturas antes prohibidas y realizan frecuentes viajes al extranjero.

Su poesía rompe con el realismo, relacionándose con el Surrealismo. La intertextualidad es recurrente (referencia a otros autores, textos) y estilísticamente se caracterizan por una elaborada retórica; por lo que sus textos se caracterizan por el hermetismo. Componen este grupo autores como Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena o Pere Gimferrer.

Tendencias Poéticas desde 1975

Desde 1975 hasta la actualidad, podemos hablar de diversas tendencias, que, de forma general, rechazan el hermetismo y frialdad del movimiento anterior, como el neosurrealismo, que entronca con la Generación del 27; el neorromanticismo; la “poesía del silencio”, que condensa los conceptos a través de la sugerencia; la poesía épica, que recupera un pasado idílico; la poesía sensualista o la poesía de la experiencia. Esta última es la que tiene mayor repercusión, con autores como Luis García Montero (Completamente viernes) o Jon Juaristi.

La nueva poesía mantiene la temática urbana, y la vida cotidiana se convierte en fuente de poemas de tono autobiográfico, mostrando sentimientos como el amor, la soledad, el paso del tiempo, la muerte… Todo ello con un lenguaje más coloquial.

El Teatro Español de 1939 hasta Finales de 1970: Tendencias, Autores y Obras Principales

La dictadura condicionó la trayectoria literaria de los dramaturgos del momento: bien por su muerte (Lorca), el exilio (Max Aub, Alberti…) o bien porque en España tuvieron que escribir bajo censura y ajenos a las corrientes europeas.

Dramaturgos en el Exilio

Los dramaturgos en el exilio siguieron diversos caminos; de forma general, es un teatro que se desarrolló principalmente en México y Argentina y que incluyó novedades vanguardistas, relacionadas con los experimentos teatrales europeos. Entre los autores más importantes:

  • R. Alberti: En su obra encontramos un teatro político que mantiene en el exilio (Noche de guerra en el Museo del Prado) y, sobre todo, un teatro poético, por su lenguaje y los símbolos empleados. Ejemplo: El adefesio, sobre la autoridad absoluta.
  • Max Aub: Cuyo teatro se caracteriza por un fuerte componente narrativo, el teatro dentro del teatro y un cuidado lenguaje realista. Los temas más frecuentes son los desastres de la guerra, la soledad o la ética del exiliado. Ejemplo: San Juan.
  • A. Casona: Que escribe un teatro alejado de las circunstancias sociohistóricas. Ejemplo: La dama del alba.

Teatro en España durante los Años 40

Dentro de España, en los años 40, triunfó un teatro ajeno a la realidad de la época que buscaba entretener, transmitir ideología y que daba la espalda a las renovaciones producidas en la escena antes de la guerra (Valle-Inclán, Lorca). Son dos las tendencias que triunfaron:

La Comedia Burguesa

Continuadora del teatro de Benavente; se caracteriza por la perfecta construcción de las obras y la defensa de los valores tradicionales. Destacan autores como José Pemán o Joaquín Calvo Sotelo.

El Teatro del Humor

Obras en las que se renueva el teatro cómico en crisis (sainete, astracán…) introduciendo un amor disparatado y poético. Destacan:

  • Jardiel Poncela: En cuyas obras se representa una sociedad feliz. La risa procede de un humor verbal (chistes, retruécanos, paradojas…) y situacional (situaciones ilógicas y disparatadas). Ejemplos: Eloísa está debajo del almendro, Cuatro corazones con freno y marcha atrás.
  • Miguel Mihura: Presenta de nuevo una vida idealizada en la que triunfa la bondad y la ternura. Ejemplos: Tres sombreros de copa, Melocotón en almíbar.

El Teatro Realista de los Años 50

En los años 50, se inició una tímida apertura hacia el extranjero, buscando reconocimiento internacional (ingreso en la ONU, 1955), que se reflejó en cierta relajación de la censura. Esto permitió que se denunciara la falta de libertades y la problemática social de forma clara y directa. Surge el teatro realista, donde destacan:

  • Buero Vallejo: Su obra se inicia con un teatro existencial, del que es ejemplo: Historia de una escalera, drama de la frustración humana. Posteriormente, desarrolla un teatro de denuncia en obras como: El sueño de la razón o La fundación, donde trata temas como la tortura, las persecuciones políticas o las delaciones.
  • Alfonso Sastre: Es el principal teórico del teatro realista de denuncia; teatro que, para él, debe tener como misión transformar el mundo. Como ejemplo: Escuadra hacia la muerte, en la que un grupo de soldados se rebela contra la autoridad por una guerra que nadie entiende. La obra fue prohibida a partir de la tercera representación.

Otros autores: José Martín Recuerda, Lauro Olmo o Carlos Muñiz.

Teatro Vanguardista

También desde los años cincuenta, surgieron orientaciones dramáticas innovadoras tanto en lo formal como en el contenido, con dificultades para representarse en la España franquista y que recogen la innovaciones teatrales europeas, principalmente:

  • El teatro del absurdo: De carácter existencial, presenta el absurdo, el sinsentido de la existencia humana (Beckett, Ionesco).
  • El teatro de la crueldad: Que presenta situaciones crueles que subrayan la incomunicación humana (Artaud).

Herederos de estas tendencias europeas es el teatro vanguardista de:

  • Arrabal: Crea un teatro caracterizado por la elementalidad escénica, donde surgen seres indefensos, víctimas de opresores ocultos con un final trágico. Ejemplo: El cementerio de los automóviles.
  • Francisco Nieva: Su teatro tuvo dificultad para ser aceptado: sus obras no tenían un mensaje de denuncia social, su escenografía era demasiado compleja y su carga de inmoralidad perturbaba a los organismos oficiales. Su obra conecta con el teatro del absurdo, pero sin su pesimismo, pues siempre hay una posible salvación. El tema básico de su obra es la represión de la sociedad. Ejemplo: Pelo de tormenta.

Teatro Simbolista de los Años 60

En los años sesenta continuaron los intentos renovadores de mano del teatro simbolista. El tema fundamental será el del poder opresor, al que se oponen a través de la sexualidad, un lenguaje escatológico y agresivo y la violencia física. Entre los autores más importantes: José Rubial, Miguel Romero o Luis Riaza.

Sin embargo, el teatro que verdaderamente triunfó en la época fue un teatro evasivo, heredero de la comedia burguesa que repitió esquemas del pasado, con personajes alejados de la realidad del momento. Destaca A. Paso, que trata temas como la búsqueda de la felicidad y la defensa del amor romántico. Ejemplo: Las que tienen que servir. Otros autores: Jaime de Armiñán, J. J. Alonso Millán.

Teatro Independiente de los Años 70

A principios de los años 70 surgieron los primeros grupos de teatro independiente, autofinanciado y con un nuevo concepto de la escena: importancia de la expresión corporal, la provocación, el teatro en la calle. Destacan Els Joglars, el TEM (Teatro Estudio de Madrid), Els Comediants.

Teatro desde 1975

A partir de 1975 se manifestó con todo vigor la influencia del teatro europeo con las innovaciones en contenido y técnicas dramáticas. Destacan autores como: Sanchís Sinisterra (¡Ay, Carmela!); J.L. Alonso de Santos (La estanquera de Vallecas, Bajarse al moro) o F. Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano).