La Narrativa Española Posterior a 1936: Un Recorrido Histórico
La Guerra Civil supuso una ruptura en la vida cultural española. En la narrativa, desaparecieron la novela comprometida republicana, la novela deshumanizada y su experimentación, la novela lírica y la filosófica. Solo algunos novelistas siguieron el modelo realista de Baroja. También sirvieron de modelo, en los años inmediatos a la guerra civil, ciertos autores extranjeros; pero otros fueron prohibidos, como Sartre. La novelística española estuvo dominada por la censura, la Falange y la Iglesia, y la huella de la guerra se dejó sentir en los temas. Un gran número de escritores e intelectuales se vieron obligados a sufrir el exilio lejos de España. En el grupo de exiliados, hay novelistas que ya habían iniciado su trayectoria literaria antes de la guerra, pero también surgieron nuevas voces que comenzaron a escribir en el exilio. Así, los casos de Francisco Ayala, Ramón J. Sender o Max Aub.
En general, la novela posterior a la guerra civil tiene una etapa de desorientación, pero camina hacia lo existencial en los años cuarenta; una etapa social en los cincuenta, y finalmente la búsqueda de nuevas vías formales y la experimentación de las técnicas literarias en la década de los sesenta, así como una gran variedad de tendencias a partir de 1975.
La Novela en el Exilio
Los autores principales fueron:
- Francisco Ayala: evolucionó hacia preocupaciones éticas o políticas: Muertes de perro.
- Max Aub: sus novelas se centran en la Guerra como El laberinto mágico.
- Rosa Chacel: destaca por la profundidad psicológica de sus personajes femeninos, Teresa.
- Ramón J. Sender: Crónica del alba, nueve novelas, que constituyen una bella autobiografía del autor. La novela describe las tensiones sociales que ocasionaron la guerra civil.
La Novela en los Años 40: Características, Autores y Obras Relevantes
Muchos de los autores que publicaron en la primera etapa de posguerra eran afines al nuevo régimen y cultivaron una novela que exaltaba la guerra. Otros autores permanecieron cercanos al realismo, ya que escribían como autores del 98.
- Camilo José Cela: La familia de Pascual Duarte.
- Carmen Laforet: Nada.
- Miguel Delibes: La sombra del ciprés es alargada.
La Novela Social de los Años 50
La situación social y política de la década de los cincuenta contribuyó al desarrollo de una nueva novela. Se dio cierta apertura al exterior que permitió conocer nuevos estilos, también hubo una generación perdida norteamericana además de un importante despliegue editorial.
Tendencias, Características y Obras Principales
El realismo objetivista o conductista. El objetivismo tuvo como modelo la narrativa conductista norteamericana. Se caracteriza por la desaparición del narrador y el predominio del diálogo. Suele producirse una condensación del espacio y del tiempo, se representa de forma lineal. El protagonista es colectivo. La novela que refleja esta técnica es El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio. En esta obra debe destacarse la extrema reducción de la historia: los hechos narrados se limitan a la forma que tienen de aprovechar su tiempo libre unos personajes cuyas vidas durante la semana se centran en el trabajo. En el relato, se ofrece una visión fatalista de la vida: los personajes aceptan la que ocurre como algo inevitable, incapaces de rebelarse contra un futuro que parece estar predeterminado. En la novela no ocurre nada de particular hasta que Lucita, una de las chicas de la pandilla, muere ahogada en el río.
Realismo crítico. Se muestra más explícita la crítica social, pero comparte características como la condensación espacio-temporal, la narración lineal, el protagonista colectivo. Los temas más frecuentes son: libros de viajes que dan cuenta de la situación del país, problemas del mundo rural, mundo obrero urbano, marginación, burguesía ociosa de las ciudades. La colmena.
La Novela de los Años 60 y 70
Hay una novela que se toma como punto de partida: Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos (1962). Pero también en ese año se publicó La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa y con la que se inició el boom de la narrativa hispanoamericana. Marcel Proust, James Joyce, Franz Kafka.
Características, Autores y Obras Principales
- El argumento pierde importancia.
- Los personajes se reducen y el protagonista cobra un especial interés. Se emplea el monólogo interior.
- El espacio se vuelve impreciso.
- El tiempo se complica, puesto que los acontecimientos no se narran de una forma cronológica, sino que se hace de forma desordenada. El caos temporal requiere un lector activo que permanezca atento y recomponga la historia.
- La estructura el capítulo suele sustituirse por la secuencia y se recurre con frecuencia a la técnica del contrapunto y se prefiere la novela abierta.
- El narrador oscila entre ser omnisciente o adoptar la técnica objetivista. Se utiliza el resto de las personas narrativas primera y segunda e incluso se alternan los puntos de vista.
- El lenguaje se complica: las frases pueden ser largas o breves. La ortografía se utiliza como un recurso más y así encontramos novelas que carecen de signos de puntuación y distintos tipos de letra, espacios en blanco, etc.
Cinco horas con Mario de Delibes, San Camilo 1936 de Cela; La saga/fuga de J.B. de Torrente Ballester, etc. Otros novelistas se dan a conocer en este periodo:
- Luis Martín Santos: Tiempo de silencio que se toma como punto de partida en la novela de los años 60 y 70.
- Juan Marsé: Últimas tardes con Teresa.
- Juan Benet: inventó un espacio mítico, Región, en el que desarrolló algunas de sus novelas, como Volverás a Región o Herrumbrosas lanzas.
- Francisco Umbral: Memorias de un niño de derechas, de fondo autobiográfico.