El Significado de las Palabras: La Semántica Léxica
Definición de Semántica
Podemos definir la semántica como la descripción del significado de las palabras, de la estructura que esos significados tienen y de las diferentes relaciones que mantienen unos con otros dentro del sistema de la lengua.
El signo está formado por el significante y el significado. El significado es una imagen mental del objeto al que se refiere el signo, y esta imagen ha de ser común al hablante y al oyente para que la comunicación entre ambos se realice plenamente.
Diferencia entre Significado y Referente
El referente de un signo es diferente al significado de un signo. El referente es el objeto u objetos a los que el signo representa en un enunciado concreto: en un enunciado como “Ya he dado de comer al caballo”, con la palabra “caballo” hacemos referencia a un ser real, existente, a un caballo determinado (ese caballo concreto al que nos referimos es el referente de la palabra “caballo” en ese enunciado). El significado, en cambio, es la representación mental del objeto, la imagen o concepto que tenemos en nuestra mente de lo que es un caballo.
El significado de una palabra pertenece al sistema de la lengua y es constante: es decir, cada signo tiene un significado que es único y que no cambia en los distintos usos que hagamos de ese signo. En cambio, la referencia es una relación que se establece en el discurso, es decir, en el uso de la palabra en un enunciado determinado, y por tanto, puede cambiar de uno a otro, o incluso dentro del mismo enunciado.
Por ejemplo: “Tu caballo es más rápido que el otro caballo del establo”.
Se utilizan dos veces la palabra “caballo”, y en las dos ocasiones el significado es el mismo (“animal cuadrúpedo domesticable que sirve de montura o tiro…”), pero la referencia es distinta: el primero se refiere al caballo del oyente y el segundo a otro diferente que comparte estable con el anterior.
La distinción entre significado y referencia es fundamental, porque permite entender que pueda haber signos que carecen de un referente real pero que tienen significado, como la palabra “unicornio”; o, también, que sea habitual encontrarnos en un enunciado con palabras de diferente significado pero que tienen un mismo referente (correferentes), como “gato” y “animal” en “A mi gato le mató un coche un día en el que el pobre animal se escapó de casa”.
Clasificación de las Palabras según su Referencia
De esta manera, clasificamos las palabras atendiendo, independientemente de cuál sea su significado, al tipo de referencia que establecen con la realidad:
- Palabras de referencia singular: aquellas que tienen como referente un ser único, individual, como “Tierra, Tajo, Madrid, Adrián” y todos los nombres propios.
- Palabras de referencia genérica: aquellas palabras, como sustantivos comunes, que designan a una clase o género de entidades. Pueden referirse en el discurso tanto a individuos concretos de esa clase (Me he comprado un caballo), como a la clase entera (El caballo es un buen amigo del hombre).
- Palabras de referencia relativa: aquellas que se caracterizan porque su referente es variable, depende de la situación comunicativa o del contexto lingüístico, como los determinativos, pronombres y adverbios deícticos y anafóricos (este, su, yo, quien, aquí, ahora, etc.). Por ejemplo, la referencia del pronombre “yo” dependerá de quién sea el hablante en cada momento de la conversación.
- Palabras sin referencia: ya que no tienen capacidad para designar la realidad extralingüística: como las conjunciones y preposiciones, “en, de, porque, y,…”. Son unidades que carecen de referente en el discurso y, por tanto, significan solamente relaciones gramaticales.
Tipos de Significado: Léxico y Gramatical
En cuanto al significado de las palabras, existen dos tipos de significado: el léxico y el gramatical.
- Significado léxico: es el de aquellas palabras que significan conceptos o nociones que remiten a entidades reales o imaginadas (cosas, procesos, cualidades,…). Es el significado de los sustantivos, adjetivos, verbos y algunos adverbios (por ejemplo, los derivados a partir de una raíz léxica adjetiva, como “estupendamente”). El significado léxico lo aporta la raíz de la palabra.
- Significado gramatical: de aquellas palabras o elementos lingüísticos que significan solo relaciones puramente estructurales o gramaticales entre las unidades léxicas dentro del discurso: así, el morfema –s/-es significa plural. Tienen significado gramatical el artículo, los determinativos y pronombres, las preposiciones, las conjunciones y algunos adverbios (como “casi, quizá, no, aún,…”). Por ejemplo: el artículo determinativo significa “determinación definida”; la preposición “por” significa “agente” (“Fue visto por mí”) o “lugar” (“Va por allí”).
Polisemia y Monosemia
El hecho de que una palabra tenga varios significados distintos se denomina “polisemia”. “Caballo” es una palabra polisémica porque, si consultamos el Diccionario de la RAE, comprobamos que tiene hasta quince significados diferentes (“mamífero del orden de los perisodáctilos…; pieza grande del juego de ajedrez; naipe que representa un caballo”, etc.). Cada uno de estos significados distintos que puede tener una palabra se denomina “acepción”.
El concepto de polisemia se opone al de monosemia: que consiste en que una palabra posee un único significado posible; como ejemplo podemos ver la definición de la entrada “ferrovanadio: aleación de hierro y vanadio”.
Las palabras monosémicas son menos frecuentes en el léxico de una lengua. El mayor número de voces monosémicas son términos usados en alguna variedad específica de la lengua (como el lenguaje científico, el jurídico, etc.), por ejemplo, “nitrito, hematíe, judicativo, subrogación,…”.
Lo habitual en el léxico de una lengua es la polisemia, sobre todo en los términos de uso más común. La polisemia no solo se produce en el nivel léxico; además, algunos afijos son polisémicos: como el prefijo “in-“, que puede significar “movimiento hacia dentro, situación interior y negación”.
Polisemia y Homonimia
Es importante no confundir la polisemia con la homonimia, que es un fenómeno diferente. Dos palabras distintas son homónimas porque su forma ha llegado a coincidir a causa de la evolución fonética o de la derivación: por ejemplo “bote”, que procede de “pote” (vasija), y “bote”, del inglés “boat” (embarcación pequeña); o dos palabras de distinta clase gramatical, como “suela” (sustantivo) y “suela” (verbo soler). Son términos homónimos, y no solo una sola palabra con distintos significados.
Denotación y Connotación
Los estudios semánticos, a la hora de explicar y describir el significado de las palabras, consideran que el significado está formado por un conjunto de propiedades semánticas que caracterizan lingüísticamente a la clase de seres a la cual la palabra designa, y que estas propiedades proceden de percepciones intelectuales o conceptuales sobre esas entidades. Ese conjunto constituye la denotación de una palabra en una determinada acepción.
El significado denotativo de una palabra es la parte básica y necesaria del contenido de la palabra. Se caracteriza por ser común a todos los hablantes de una lengua; un componente estable del significado, que no puede ser alterado a voluntad por un hablante; constante, aparece siempre que se la utiliza para referirse a un miembro de la clase de seres que designa (da igual usar “caballo” para referirnos a un poni, percherón o pura sangre), el significado denotativo es el mismo; y constituye una información objetiva sobre el referente de la palabra, pues no constituye ninguna valoración.
Sin embargo, en su uso por los hablantes en el discurso, las palabras pueden adquirir además rasgos de significado no denotativo.
Por ejemplo en estos dos enunciados: a) Tan bizarro iba sobre su cabalgadura que cualquiera diría que iba montado en un caballo, y no en ese asno viejo y derrengado; b) El problema es que cuando bailas te mueves como un caballo.
En ambos enunciados, la palabra “caballo” tiene la misma denotación y, sin embargo, su significado es diferente: en a) el término lleva asociadas ideas como belleza, elegancia, galanura; y en b) se asocia más bien a todo lo contrario, torpeza, tosquedad, etc.
Estos valores de significado que aparecen en el discurso asociados a la denotación de un término se denominan “significados asociativos” o “significados connotativos”. Se trata de contenidos que el hablante sugiere o evoca intencionada o involuntariamente en la mente del oyente, y que este ha de comprender para que la comunicación tenga éxito y sea completa.
Tipos de Connotaciones
Existen diferentes tipos de connotaciones, según los distintos fenómenos de asociación de ideas que las han formado:
- Significados connotativos propiamente dichos: rasgos de significado sugeridos en virtud de cierta valoración social y cultural que se hace del referente. Por ejemplo: la palabra “niño” se asocia a ideas como “inocencia” o “toro” a bravura, nobleza, como consecuencia de la valoración ideológica que la sociedad hace de los niños y de los toros.
Estos significados están relacionados, por lo general, con las imágenes arquetípicas que una cultura fabrica sobre las ideas o cosas que sirven como referentes de las palabras: estas imágenes acaban afectando al uso de la palabra, e incluso a veces a su significado propio. En muchas ocasiones, estos valores connotativos sirven para marcar positiva o negativamente los referentes y pueden ser utilizados como mecanismos de manipulación de las ideas y de discriminación. El que tengan un carácter social no supone que hayan de ser comunes a todos los
hablantes de la lengua: hay connotaciones que afectan a toda la comunidad de hablantes, como las que distinguen a palabras como “audaz” y “temerario”; otras muy extendidas, pero no generales, como las que asocia “toro” con “nobleza” y “bravura”; otras son válidas para un determinado grupo social, y no para otros, como las de la palabra “rojo” en hablantes de una tendencia política opuesta, etc.
Por otro lado, estos significados connotativos se asocian a la palabra cuando esta se utiliza en un determinado contexto o situación; en otros usos, esa misma palabra aparecerá descargada de todo valor asociativo y su significado será puramente denotativo. Por ejemplo, en dos enunciados como a)Juan lloraba como una mujer (la palabra mujer lleva asociadas en este contexto connotaciones de “debilidad, fragilidad”; y b)Había una mujer cruzando la calle (la misma palabra está empleada ahora en su valor denotativo, sin connotación alguna).
- Significados afectivos: son aquellas asociaciones de significado de carácter subjetivo que revelan emociones o sentimientos del hablante ligadas a su experiencia. Para algunos, la lluvia puede evocar sentimientos de tristeza, o los insectos, de asco.
- Significados estilísticos: se refiere a que en muchas ocasiones el uso de una palabra u otra para designar un referente expresa contenidos que se asocian con el carácter del emisor o con las circunstancias en que se produce la comunicación. Los términos “esposa, señora, mujer o parienta” tienen el mismo referente y similar significado denotativo; su diferencia estriba en el nivel sociolingüístico al que pertenece el hablante que utiliza cada uno de ellos y en la situación, formal o familiar, en que se encuentre.
Analizar e interpretar todos estos valores semánticos de las palabras es fundamental para la comprensión de los textos literarios, que los usan constantemente.