Narrativa Española Anterior a 1939
Contexto Histórico y Literario
La historia de este período estuvo marcada por la Segunda Revolución Industrial, la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa de 1917. En España, destacamos la Guerra de Cuba, la dictadura de Primo de Rivera y la Guerra Civil. En cuanto a los movimientos literarios, se ven reflejados la presencia del Realismo, el Naturalismo, la Generación del 98 y el Novecentismo.
En la novela, se iniciará la renovación de las formas narrativas tan esenciales como los argumentos, el tiempo o los personajes.
Realismo y Naturalismo: Blasco Ibáñez
A finales del siglo XIX e inicios del XX, todavía pervive el Naturalismo y el Realismo en manos de Blasco Ibáñez, que escribe novelas que recogen la violencia y el primitivismo en la huerta valenciana. Las más destacadas son La Barraca y Cañas y Barro.
La Generación del 98
La Generación del 98 está formada por un grupo de autores que comenzaron a escribir en torno al desastre colonial de España, en cuyas obras se presentaron preocupaciones comunes de la identidad española y la regeneración nacional. Sus temas más importantes son:
- El tema de España: la regeneración del país y volver a crearla a raíz de sus raíces y tradiciones, pero también a partir de la educación.
- Castilla y su paisaje se convierten en tema de su reflexión.
- Preocupaciones existenciales: los autores se plantearon asuntos profundos como la inmortalidad del alma, el conflicto entre la razón y la fe, y la existencia del ser humano.
- El cainismo, que era uno de los grandes males de España.
Los autores más destacados que pertenecen a este movimiento son Azorín, Maeztu, Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Antonio Machado y Valle-Inclán. Entre estos autores, destacan:
Miguel de Unamuno
Su obra abarca todos los géneros literarios, incluso los ensayos. En ella plasma dos temas capitales de su literatura: la honda preocupación por España y las inquietudes existenciales. La preocupación por España se plasma en los ensayos, y los más importantes son En torno al casticismo y La vida de Don Quijote y Sancho. La esencia del ser humano y la inmortalidad del alma se refleja en las “nivolas”. Las más importantes son San Manuel Bueno, mártir, que trata el conflicto o pérdida de la fe, y Niebla, que trata el concepto de que los seres humanos somos el juguete de un ser superior.
Azorín
Entre sus novelas, destacamos la trilogía La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo. El protagonista tiene las mismas características biográficas que el autor; es una novela reflexiva con poca acción. Por otro lado, en los ensayos destaca la profunda meditación en los paisajes de Castilla. Su estilo es sobrio y se caracteriza por la gran riqueza léxica, el uso de las frases cortas, evocadoras y precisas, y la presencia de descripciones detalladas.
Pío Baroja
Un hombre marcado por su personalidad pesimista y su carácter solitario y amargado, lo que le llevó a reflexionar sobre los comportamientos humanos, denunciando la crueldad y poniéndose al lado de los necesitados. Influido por Schopenhauer, pensaba que la vida no tenía sentido. Entre sus obras, cabe destacar El árbol de la ciencia, que cuenta la vida de Andrés Hurtado desde el comienzo de sus estudios de medicina hasta sus experiencias frustrantes como médico y su amargo punto de vista sobre la vida y sobre la miseria del estado de la ciencia en España, y Zalacaín el aventurero, con el fondo de las tierras vascas y las últimas guerras carlistas. Su estilo muestra un género abierto que debe ser dinámico, ameno y natural. Su personaje más característico es el hombre inadaptado a su medio social. La unidad de la novela la consigue gracias a que los personajes protagonizan los episodios, los lugares donde se desarrolla la acción y las posiciones existenciales y filosóficas que acompañan el relato de la acción. En cuanto al lenguaje, usa un estilo claro, sencillo y variado.
Valle-Inclán
Entre sus obras, cabe destacar Sonatas, cuatro novelas relacionadas con las estaciones del año que se corresponden con las diferentes etapas vitales de su protagonista. Representa la mejor manifestación del modernismo en prosa. También podemos destacar La guerra carlista, Tirano Banderas y la trilogía El ruedo ibérico.
El Novecentismo
El Novecentismo hace referencia a una etapa de la literatura española entre el fin del siglo XIX y las vanguardias, en la que un grupo de escritores se propone renovar la estética y la ideología dominante al final del siglo XIX. Sus características principales son el europeísmo, el intelectualismo y el estilismo. Las características referentes a la producción literaria son el arte puro, es decir, el arte por el arte; el estilo persigue el equilibrio y la claridad; y el género ensayístico, que es el cauce ideal para dar a conocer sus ideas de forma clara. Entre sus escritores, cabe destacar a José Ortega y Gasset y a Ramón Pérez de Ayala.
- José Ortega y Gasset destaca por la gran cantidad de ensayos publicados sobre diversos temas: La España invertebrada, Ideas sobre la novela, La deshumanización del arte y La rebelión de las masas.
- Ramón Pérez de Ayala cultivó la novela intelectual, que se caracteriza por el tono distanciado e irónico del narrador y porque da paso a reflexiones que la acercan al género ensayístico. Entre sus obras, podemos destacar Belarmino y Apolonio.