Tendencias y Autores de la Narrativa Española: Desde la Posguerra hasta el Siglo XXI

Tendencias y Características de la Narrativa Española Contemporánea

Como reacción al movimiento anterior (novela experimental), se vuelve a prestar más atención al contenido (lo que se cuenta) que a la forma (cómo se cuenta). Se recuperan, en parte, los elementos de la narrativa tradicional: argumento comprensible, personajes definidos y estructura simple y lineal. De manera general, se retoman los subgéneros de la novela histórica y policiaca, y aparecen nuevas formas de realismo. Se escribe siguiendo una serie de estrategias de renovación: literatura autobiográfica, autoficción o metaficción (relacionar de forma indefinible realidad y ficción) y la fusión de géneros. En general, los nuevos novelistas que se dan a conocer en los últimos veinticinco años del siglo XX enlazan con la renovación iniciada en los sesenta y siguen siendo muy sensibles a la influencia de las literaturas europea e hispanoamericana.

Características Comunes de los Narradores

Entre las características comunes a la mayoría de los narradores, podemos señalar:

  • Un sentimiento de desencanto, tras las esperanzas frustradas de cambiar el mundo (mayo del 68).
  • Se distancian de los problemas colectivos (compromiso político).
  • Usan un tono desenfadado y de humor, o también un tono escéptico y desencantado.
  • Se acogen prácticamente todas las tendencias, modalidades, discursos, temas, experiencias y preocupaciones personales que van surgiendo. Reaparición de las preocupaciones existenciales y la intimidad.
  • La individualidad. Cada novelista elegirá la orientación que le resulte más adecuada para encontrar un estilo propio con el que expresar su mundo personal y su particular visión de la realidad.

Escritores Importantes en la Narrativa Española Contemporánea

Es difícil establecer una lista de escritores importantes en esta etapa en la narrativa, pues conviven a la vez:

  • Continúan novelistas importantes de la posguerra: Delibes (Los santos inocentes), Cela y Torrente Ballester.
  • Algunos novelistas de la “Generación del 50”: Juan Goytisolo, Juan Marsé, Carmen Martín Gaite (El cuarto de atrás), Ana María Matute (Olvidado rey Gudú), etc.
  • Los novelistas de la generación del 75. En los setenta hay autores que siguen cultivando la novela experimental e intelectual (que tiene su origen en Tiempo de silencio de Luis Martín Santos): Eduardo Mendoza, Félix de Azúa, Juan José Millás, Vicente Molina Foix, Soledad Puértolas, entre otros.
  • Nuevos escritores conocidos después del franquismo: Manuel Vicent, Julio Llamazares, Javier Marías, Luis Mateo Díez, Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina, Luis Landero, etc.

Tendencias Temáticas de la Nueva Narrativa

  • Novela policíaca y de intriga: Este subgénero resurge con especial fuerza. Entre sus cultivadores destacan Manuel Vázquez Montalbán, autor de una serie protagonizada por el detective privado Pepe Carvalho. También algunas novelas de Antonio Muñoz Molina: El invierno en Lisboa o Plenilunio.
  • Novela histórica: Se ven ejemplos en El oro de los sueños, de José María Merino; El hereje (1998), de Miguel Delibes, así como en la saga que inaugura El capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, ambientada en el Siglo de Oro. Últimamente se sitúan en la Guerra Civil, como Soldados de Salamina (2001), de Javier Cercas; La voz dormida (2002), de Dulce Chacón, o los relatos breves de Los girasoles ciegos (2004) de Alberto Méndez.
  • Novela de la reflexión íntima (autobiográfica): Se centra en la búsqueda personal y la reflexión sobre la propia existencia. Mortal y rosa (1975), de Francisco Umbral, sentida reflexión sobre la muerte escrita con brillante estilo, o El desorden de tu nombre, de Juan José Millás, introspección psicológica con la reflexión literaria. En La lluvia amarilla (1988), Julio Llamazares narra el abandono de los pueblos a través de un largo y emocionado monólogo.
  • Nuevas formas de realismo: Quieren dar testimonio de lo que vive una generación, por lo que memoria y compromiso son temas básicos. Se sitúan aquí novelistas como Rosa Montero, con Te trataré como a una reina (1981), defensa de la condición femenina, y la producción novelística de Luis Mateo Díez. Otra tendencia en los autores más jóvenes es la de hacer una novela que trata los problemas de la juventud urbana con una estética muy cercana a la contracultura (Historias del Kronen, de José Ángel Mañas, Ray Loriga con Héroes o Lucía Etxebarría en Sexo, prozac y dudas).

Autores y Obras Destacados

Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003): Poeta “novísimo” conocido por su narrativa y, sobre todo, por sus novelas policiacas protagonizadas por el detective Carvalho. Ha cultivado también la novela política y el ensayo.

Francisco Umbral (1936-2007): Sus obras se sitúan entre la ficción, la autobiografía, la crónica periodística o el ensayo. Destaca por su riqueza léxica y su variedad de tonos, desde lo tierno a lo crítico y lo cínico. Mortal y rosa (1975) es un libro emotivo que trata sobre la muerte de su hijo.

Antonio Muñoz Molina (1956): Sigue la línea de la novela de intriga. Sus obras se caracterizan por el realismo, la intriga, el argumento bien estructurado y la riqueza de su escritura. Tiene gran influencia de la novela negra y la policiaca, y del cine negro. Destacan El invierno en Lisboa (1987), El jinete polaco (1991) y Plenilunio (1997).

Javier Marías (1951): Autor español actual con gran reconocimiento internacional. Mezcla magistralmente intimismo e intelectualismo. También se unen el vanguardismo de los sesenta con la narratividad y el gusto por contar historias de épocas posteriores. Llaman la atención las digresiones que surgen del pensamiento de los personajes, que poseen una rica vida interior y un pasado en el que se indaga constantemente. Corazón tan blanco (1992), Todas las almas y Mañana en la batalla piensa en mí (1995) son algunas de sus novelas.

Juan José Millás (1946): Trata fundamentalmente los problemas existenciales de una generación, la del 68. Destaca La soledad era esto (1990), donde el fracaso idealista deja paso al poder del dinero, y El desorden de tu nombre.

Arturo Pérez-Reverte (1951): Su primera novela fue El húsar en 1986, ambientada en el siglo XIX. Más tarde, El maestro de esgrima, cuya acción transcurre en el Madrid galdosiano. Con El club Dumas y La tabla de Flandes obtuvo el reconocimiento del público. Ya siendo un escritor de éxito, publicó en 1996 El capitán Alatriste, novela que daría comienzo a la saga (nueve novelas proyectadas de las que se publicaron cuatro hasta el año 2000). Otras novelas de interés son La piel del tambor (1995) y La carta esférica (2000).

La inmensa lista puede completarse con los siguientes novelistas: Luis Goytisolo (1935), Luis Mateo Díez (1942), Luis Landero (1948), Álvaro Pombo, Julio Llamazares, Terenci Moix, José María Merino, Enrique Vila-Matas, Javier Cercas, Manuel Rivas, Antonio Orejudo, Agustín Fernández Mallo y un larguísimo etcétera.

Eduardo Mendoza (1943): Autor nacido en Barcelona, que publica La verdad sobre el caso Savolta (1975), cuando la novela experimental ya no aporta mucho y se necesita un cambio de tendencia. Esta obra inaugura esta nueva etapa narrativa, que incorpora elementos de la novela policiaca, de intriga y de humor. La acción se desarrolla en Barcelona entre 1917 y 1919, y recupera el gusto por narrar historias, empleando recursos propios de los más variados subgéneros narrativos. Mendoza continuó con otras novelas también excepcionales: El misterio de la cripta embrujada (1978) y El laberinto de las aceitunas (1982), parodias ambas de la novela policíaca. La ciudad de los prodigios (1986) es una de sus novelas más importantes, ambientada también en Barcelona, en el periodo que va desde 1888 hasta 1929, fechas en las que se celebraron en Barcelona sendas exposiciones universales. La isla inaudita (1989) y Sin noticias de Gurb (1992) son otras de sus novelas. El estilo de Eduardo Mendoza se caracteriza por el hábil manejo de ingredientes novelísticos de subgéneros narrativos populares (novela de aventuras, policiaca, rosa…), siempre tratados con humor e ironía.