Arquitectura y Escultura en la Antigua Roma: Características, Materiales y Tipos

Características generales de la arquitectura romana

La arquitectura es la manifestación más importante del arte romano, esencialmente urbano y de carácter civil, supeditado a los intereses de los gobernantes. Tres palabras de Vitrubio la definen: “solidez, utilidad y belleza”. Posee un carácter eminentemente funcional y práctico orientado a la solución de problemas concretos, utilizando una concepción axial o simétrica de los edificios. La función crea la belleza. Muestra monumentalidad y colosalismo. Los edificios exceden en muchas ocasiones la función para la que están diseñados, dando una apariencia de magnificencia que tiene motivos simbólicos (la grandeza de Roma y su poder, y la asociación a la civilización clásica) y políticos (el prestigio de los magistrados y emperadores que erigen dichas obras para controlar o divertir al pueblo). Es una afirmación de autoridad, constituye el símbolo que domina a la multitud de los ciudadanos y que hace presente el Imperio, potencia y razón de toda la vida; la escala del edificio romano es la escala de este mito, de esta realidad, no es ni quiere ser la escala del hombre.

Frente a lo griego, aparece una concepción del espacio interior que revela una multitud de soluciones constructivas en función del edificio del que se trate. No se preocupa tanto por crear volúmenes como por crear espacios para usar. En los interiores de planta circular y rectangular imperan la simetría y una grandiosidad de escala inhumana y monumental, substancialmente satisfecha en sí misma e independiente del observador. Un ejemplo de todo lo dicho y de su diferencia con el arte anterior es el uso del peristilo de los templos griegos para configurar el espacio interior de las basílicas.

Presenta una gran complejidad, pues no sólo aplica el sistema adintelado sino que también utiliza el arco y la bóveda (descubrimiento del ábside como eje de simetría horizontal y la cúpula como eje vertical) llegándose a una simbiosis de elementos.

Se introducen abundantes novedades de variado tipo: nuevos materiales, nuevas técnicas constructivas, multiplicidad de edificios diferentes (anfiteatros, termas, circos,…). La pluriformidad del programa edilicio romano se opone así netamente al tema unívoco de la arquitectura griega, su escala monumental, la nueva técnica constructiva de arcos y bóvedas, el sentido de los grandes volúmenes, las poderosas concepciones espaciales de las basílicas y de las termas, una conciencia altamente escenográfica, una fecundidad de invención, … que hacen de la arquitectura romana una enciclopedia morfológica.

Materiales

Son muy variados: piedra (generalmente de poca calidad, debiéndose recubrir de estuco, no usándose el mármol de forma generalizada hasta el Imperio) en pequeños formatos para mamposterías (dispuestos a base de elementos irregulares, opus incertum, o de piezas bien labradas en forma romboidal, opus reticulatum) o en formatos mayores (ciclópeos o aparejos de sillería regular: isódomo, a soga y tizón o quadratum), ladrillo dispuesto de diferentes maneras (bien adobe o el destacado ladrillo cocido al horno, opus testaceum, muy resistente), mampostería, hormigón, madera (material auxiliar de construcción), fábricas mixtas en las que se combinaban diversos materiales,… Los edificios importantes estaban revestidos con placas de mármol y decorados en su interior con pinturas murales y mosaicos en los suelos.

La aportación más decisiva de los romanos fue el opus caementicium (hormigón o mortero: arena, cal, agua y grava, guijarros o roca volcánica llamada puzolana) que permitió construir grandes bóvedas y cubrir amplios espacios como las termas (las mayores bóvedas romanas cubrían un espacio que no fue igualado hasta llegar a los tiempos del acero en el XIX), abaratando enormemente los costes de construcción y permitiendo una gran moldeabilidad y resistencia. El sistema constructivo se organizaba a partir de dos paredes, de madera en el subsuelo y de ladrillo-piedra-mortero en la zona de muro, que se rellenaban con piedras o conglomerado (más pesadas las de abajo, más ligeras las de arriba), donde se vertía el hormigón liquido que se dejaba fraguar para, a partir de aquí, elevar el muro de la misma forma; en las partes cupuladas se utilizaría un encofrado de madera (de hecho, en ocasiones, se utilizaban moldes de madera para dibujar los casetones) pudiendo dar un aspecto flexible al hormigón. Como no era en si mismo un material decorativo, el hormigón era recubierto habitualmente por un estuco pintado y, en otras estancias más lujosas, con finas capas de mármol de color; en las casas privadas, las paredes finas y suaves de estuco eran pintadas con murales de complicado diseño.

Escultura romana

Características generales

Es fruto de una fusión de tendencias que se adaptan a las necesidades plásticas romanas. La principal característica será su carácter realista y el gusto por la narrativa y la historia. Posee una gran perfección técnica fruto de un concienzudo trabajo artesanal. El detallismo, la precisión del modelado y su capacidad perspectiva. Se desarrollan nuevas tipologías como el busto. Existe el deseo de dejar constancia de los hechos personales y de la propia historia de la ciudad. Tendrá por tanto un claro carácter conmemorativo y propagandístico, sobre todo en la época imperial.

Materiales

Fundamentalmente serán el bronce y el mármol, aunque también utilizaron materias artificiales (cerámica, vidrio) u orgánicas (hueso, madera, marfil). Las esculturas realizadas en mármol parten de un bloque cilíndrico y llega al bulto redondo aunque dando una visión preferentemente frontal; la forma esférica de la cabeza remata dicho cilindro.

Temática

El tema predilecto será la figura humana, con la intención no de representar a un ser idealizado, sino al ciudadano romano. Por esta razón, la escultura tendrá un carácter marcadamente realista, que en ocasiones roza la anécdota. El contraste con el idealismo griego se completa con la preferencia por las figuras vestidas de forma acorde a su rango, normalmente policromadas, y por la abundancia de los bustos, algo impensable en época griega. De especial interés será el desarrollo del retrato femenino, que seguirá las pautas del masculino pero acentuando su sentido ornamental, por ejemplo en el peinado, gracias al cual se puede seguir su evolución cronológica. (aplastado y con raya en medio de Augusto, alto y con rizos en los Flavios (Dama de la permanente), recogido en la nuca con Marco Aurelio).

Igualmente se desarrolla un gran interés por la narrativa y la historia.

Significación

La escultura romana no es nunca gratuita, encaminada simplemente al goce estético, sino al ámbito de la artesanía de lujo y al coleccionismo y, por supuesto a celebrar al comitente de la obra, con carácter claramente propagandístico. Esto es, se negó a estos productos la consideración de que gozaban en los centros helenísticos: el arte sólo se admitía si cumplía una función necesaria. Incluso para el mejor coleccionista, la más bella de sus obras no dejaba de ser un simple ornamento que respondía a unas formas ya tipificadas. Por ello, para muchos autores (Bianchi Bandinelli), desde el punto de vista artístico, y salvo pocos casos, la escultura romana no supera el nivel de oficio, esto es, tiene un carácter eminentemente artesanal, de gran capacidad técnica (hay un menosprecio del artista, que suele ser extranjero). Se actúa sobre el gran pasado helenístico, adaptándolo, transformándolo,… pero siempre bajo un impulso externo. La comparación temática con Grecia es evidente, frente a la reproducción por ésta de mitos eternos, alegorías e incluso acontecimientos conmemorativos pero sin concreciones individuales, los romanos conmemorarán acontecimientos especiales reflejados de forma concreta (comparación PanateneasAra Pacis; o Gigantomaquia, Centauromaquia con las luchas frente a los galos, dacios,…).

Ejemplo de ello es una tipología nueva, la del imperator, fruto de una realidad nueva muy diferente de la griega. Pero en la práctica, si se toma el torso del Doríforo y se viste con una coraza llena de símbolos, y se sustituye su cabeza idealizada por un retrato (cosa que hubiera horrorizado a un griego) individual surge el “Augusto Prima Porta”, clásico modelo de la estatua imperial. La escultura clásica al servicio del poder imperial.

Pero si el apartado de invención formal es muy débil (se repiten las tipologías helenísticas), no ocurre lo mismo con los infinitos motivos ornamentales, funcionales, celebrativos, etc. amén de su capacidad ingenieril y artesana.

Pero este carácter, pudiéramos decir, “negativo” no deja de plantear que las artes plásticas tuvieron un papel fundamental en el mundo romano: la riqueza monumental del marco urbano, el decorado de la vida cotidiana y el lujo de los lugares de ocio dieron lugar a la elaboración de fórmulas nuevas, aunque no hubiera cambios radicales en los elementos formales.

Por otro lado, el retrato y el relieve romano se configuran desde el remoto culto a los antepasados en la esfera privada de lo familiar, y evolucionan hasta que en el Imperio se consideran expresión artística oficial de exhibición y propaganda. El retrato tendrá pues la función primera de perpetuar la memoria del desaparecido, convirtiéndose en un retrato honorífico en el que se representa la fisonomía del personaje pero también su categoría social, con los símbolos de poder y los honores recibidos. El relieve en un principio tuvo la misma función para pasar a tener una carácter más cercano.

El paso del mito a la actualidad concreta tuvo lugar con el desarrollo del relieve histórico, narrativo de interés público, civil y militar, y destinado a ensalzar la gloria romana. La celebración/narración de un guerra victoriosa es así recuperada tras ser abandonada por los griegos, siguiendo incluso una estructura fija (partida, construcción de puentes o fortificaciones, ofrenda a los dioses, alocución, batalla, asedio, sumisión de vencidos, retorno y cortejo triunfal) más allá de su aspecto formal. El arte ya no tiene como objetivo la búsqueda de la belleza ideal griega cuanto la propaganda del poder estatal e imperial e incluso su culto.

Y es que, sobre todo desde Augusto, el arte fue utilizado conscientemente por el Estado: el retrato del emperador, acorde con el tipo oficial en vigor, debe adornar todos los lugares públicos a lo largo del imperio. Esta omnipresencia plástica tenía, en cierta medida, un carácter similar a los modernos medios de comunicación de masas. A través de las imágenes se pudo establecer el mito del emperador y del Estado, transmitiéndose la impresión de vivir bajo el mejor de los mundos posibles: una cultura civilizada, un imperio de la paz, un alto nivel moral y un bienestar general. En fin, este lenguaje transmitía la idea de pertenencia a una “cultura clásica”. A ello se debe por ejemplo que los retratos siguieran el modelo del de un filósofo o que las casas y enterramientos abundaran en motivos de la mitología griega. La consecuencia de ello fue que, como lo logrado era perfecto, no era necesaria su transformación, de ahí el carácter relativamente estático y uniforme de la cultura (abundarían las reproducciones o el virtuosismo). La estabilidad de las imágenes contribuyó así también a la estabilidad del sistema socio-político.

Ornamentación

Un elemento característico será la abundante decoración, presente en los elementos arquitectónicos y que recubre los paramentos constructivos.

Tipos de construcciones

Religiosos

Templos

Vinculados en origen al arte etrusco al contar con un pórtico profundo elevado sobre un podio, sufrieron la influencia griega en la planta rectangular de la cella (o circular como los tholoi), el peristilo y en los órdenes. A pesar de ello el acceso es sólo delantero (direccionalidad: frente a la visión en esquina griega ahora se prioriza una perspectiva frontal, invitando la escalinata y el pórtico a entrar en el templo: modelo próstilo), se elevan sobre podio (monumentalidad), no tienen opistodomos (las ofrendas quedan en la cella), la naos se divide en ocasiones en tres naves (Juno, Jupiter y Minerva) y las columnas normalmente se adosan al muro de la naos (pseudoperiptero), pudiendo incluso no estar exento. Se llegó pues a una solución de compromiso entre las tradiciones etrusco-romanas y la influencia griega.

Junto a esta tendencia aparecerán formas muy novedosas como el Panteón o el Santuario de la Fortuna Primigenia y algunas de influencia oriental (Baalbeck).

Administrativos

Basílica

Edificio público destinado a sede de tribunales y transacciones comerciales o reuniones ciudadanas. De planta rectangular, estaba dividido por varias naves separadas por columnas, más alta generalmente la central (en ocasiones cubierta por bóveda de cañón) lo que permitía la apertura de ventanas altas, y cubierta por una estructura adintelada de madera. El fondo de la nave central suele ser semicilíndrico y estar cubierto con una media cúpula, ábside ocupado por el magistrado. Existirán modelos algo diferentes como es el caso de la Basílica de Majencio, apoyada en pilares y cubierta por bóvedas. Inspirará la basílica paleocristiana.

Obras de ingeniería

Puentes

Construidos a partir de arcos de medio punto apoyados sobre gruesos pilares reforzados para resistir los embates del agua, acompañados de tajamares.

Acueductos

Se utilizan para hacer llegar el agua a las ciudades salvando todo tipo de desniveles. Estaban formados por arquerías sobre las que iban los canales de agua para surtir no sólo al servicio doméstico, sino a las termas, fuentes,…

Calzadas

Desempeñaron un papel fundamental en las comunicaciones militares y comerciales. Construidas con grandes lajas de piedra, ligeramente curvadas para poder desaguar con facilidad. Cada cierto tiempo se colocaban miliarios, que señalaban el número de millas que quedaba para la ciudad más próxima.

Presas (Proserpina en Mérida), puertos (Ampurias), faros (Torre de Hércules), alcantarillado, murallas…

Conmemorativos

Arcos de triunfo

Realizados para conmemorar u homenajear a un personaje por alguna acción, tenían por tanto un carácter propagandístico. Se localizaban en vías de acceso a la ciudad o en foros. Podían tener una, tres o cinco aperturas. Normalmente se articulaban a partir de arcos de medio punto apoyados sobre pilares de uno o tres vanos y flanqueados por columnas adosadas sobre podiums; sobre estos elementos se colocaba un arquitrabe que podía estar decorado con inscripciones y relieves. Una variante será el arco cuádruple o tetrapilono, compuesto por 4 pilares que definen un espacio cuadrado cubierto por cúpula o bóveda de arista.

Columnas

De finalidad similar, estaban apoyadas sobre altos pedestales y decoradas con escenas dispuestas helicoidalmente que recordaban generalmente ciertas acciones bélicas del personaje.

Funerarios

La tumba es igualmente y en cierta medida una forma de perpetuar el recuerdo. De los columbarios (o simples cámaras sepulcrales con nichos en la pared para las urnas cinerarias) se pasará a la inhumación, en cistas de piedra marcadas por estelas con la efigie del difunto o su nombre. Los modelos de cualquier forma serán muy variados desde piramidales (Cayo Cestio) hasta con forma de torre (Escipiones). Las más imponentes fueron las imperiales, de forma cilíndrica y proporciones colosales, se alzaban sobre un podium sobre el que se situaba el cilindro de hormigón, macizo en gran parte, y todo ello cubierto por un túmulo (Adriano).

De ocio o recreo

Roma se preocupó por mantener a su pueblo entretenido, para lo cual se encargó de que se construyeran importantes y numerosos edificios públicos.

Teatros

Los teatros romanos toman como referencia el teatro griego, pero establecen ciertas diferencias con respecto a él. Eran exentos, no están adosados a ninguna colina como sucedía en Grecia (aunque hay excepciones como en el caso de Mérida donde se aprovecha una ligera pendiente), lo que era posible gracias a una estructura de pilares y bóvedas lo que les permitió ubicarse en el corazón de las ciudades. Tenían un gradería y una orchestra semicirculares (el coro había terminado por ser insignificante, el área destinada a él había sido reducida pues a un pequeño semicírculo). Si eran de pequeño tamaño, odeones, es posible que tuviesen una cubierta de madera, si por el contrario, eran más bien grandes se podían cubrir con toldos. Se ocupaban y desalojaban a una gran velocidad gracias a unos pasillos abovedados denominados vomitorios (también usados en anfiteatros). Aparte de la orchestra, permanecía la scena griega, mucho mayor, entre 24 y 30 metros de ancho, y que tenía detrás un decorado fijo, el frons scaenae: un muro con nichos, arcos y tres puertas adornado con dos o tres pisos de columnas, marco de las representaciones teatrales y las gradas. El teatro tenía un ambiente más selecto y refinado que el anfiteatro.

Anfiteatro

El anfiteatro, literalmente teatro doble, surge como resultado de la unión de dos teatros lo que le dará una planta elíptica. Era una gran edificación descubierta, compuesta por una superficie oval, llamada arena, circundada por un graderío elevado sobre el terreno. Servían para asistir a las luchas de gladiadores, de fieras e incluso a batallas navales. Bajo la arena existían varios corredores. Se desalojaban por el sistema de vomitorios que ya hemos visto al hablar de los teatros. El anfiteatro más antiguo conocido es el de Pompeya (75 a.C.) y el más grande es el Coliseo de Roma (80 d.C.), en cuyo exterior podemos ver la superposición de órdenes: abajo el toscano, en el medio el jónico y arriba el corintio habitual en el exterior de los grandes teatros y anfiteatros. En él hay dos puertas, por una lado la triunfal y por otro la fúnebre. Junto a este deberemos señalar los de Nimes y Arles (Francia).

Circo

El circo era el lugar en el que se celebraban las carreras de caballos, cuádrigas, etc. Tenía forma elíptica y en el centro había un espacio decorado con vegetación, botines de guerra, esculturas, etc. denominado spina. En las gradas existía un lugar destacado, tribuna, que era ocupado por el emperador o por algún personaje de cierta relevancia.

Termas

Las termas son baños públicos en los que era posible encontrar las siguientes zonas: frigidarium, piscinas de agua fría, tepidarium de agua: templada y caldarium de agua caliente. El agua se calentaba con un complejo sistema de calderas similar al sistema de calefacción de algunas viviendas (conductos de agua caliente bajo los suelos, que se cubrían con mosaicos decorativos). En las termas existían bibliotecas, jardines, etc. destacando un patio central, llamado palestra, donde se puede practicar ejercicio y, a su lado, el apodyterium o vestuario. En algunas ocasiones todas estas instalaciones se duplican, a un tamaño más reducido, para las mujeres. El agua se traía desde las fuentes, a menudo lejanas, mediante acueductos. Estaban decoradas con mosaicos que embellecían las superficies, Desde el punto de vista arquitectónico son edificios de un diseño muy elaborado que contribuyeron, en gran medida, al desarrollo de la arquitectura romana, Si una ciudad era importante era posible que tuviera varias termas. Las termas públicas romanas también respondían a una función social y política. Se convirtieron en lugares ideales para el recreo y la relación social y, en consecuencia, los emperadores compitieron por legar al pueblo de Roma las obras más fastuosas. Entre sus ruinas se han descubierto numerosas obras de arte. Las termas cerca del foro de Pompeya, construidas hacia el siglo II a.C., son un ejemplo excelente de los modelos más antiguos. Bajo el Imperio estas estructuras comparativamente modestas se volvieron progresivamente más grandiosas. Aunque hoy se encuentren en un estado auténticamente ruinoso, las más importantes son las de Caracalla, en las afueras de la ciudad de Roma.