Los Reyes Católicos y la Unificación de España
En 1469, el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón marcó un hito. Tras la muerte de Enrique IV en 1474, Isabel se proclamó reina de Castilla. La guerra civil contra Juana, apoyada por Portugal, culminó con la victoria de Isabel. Fernando fue proclamado rey de Aragón. La Concordia de Segovia (1475) estableció un gobierno conjunto, aunque cada reino conservó sus leyes e instituciones. La unión territorial se completó con la conquista de Granada en 1492 y la anexión de Navarra (1512-1515). Castilla, más extensa y rica, tenía cortes e instituciones comunes, mientras que Aragón se dividía en tres reinos con instituciones propias y un virrey. El Consejo de Aragón actuaba como tribunal supremo. En Castilla, el Consejo Real era el órgano más importante, con comités como la Inquisición y Hacienda. El corregidor representaba al rey en las ciudades. La justicia real en Aragón chocaba con señoríos y fueros. La Inquisición era el único órgano común, velando por la ortodoxia católica. El pactismo predominaba en Aragón, mientras que el autoritarismo se consolidó en Castilla.
El Año Clave de 1492: Granada y el Descubrimiento de América
1492 fue un año crucial con la conquista de Granada y el descubrimiento de América. La conquista del reino nazarí de Granada, iniciada en 1481, culminó la unión política y religiosa. La rivalidad entre Portugal y Castilla por nuevas rutas hacia Oriente llevó a los Reyes Católicos a aceptar el proyecto de Cristóbal Colón. Las Capitulaciones de Santa Fe se firmaron en abril, y Colón partió de Palos el 3 de agosto, llegando a Guanahaní el 12 de octubre. A pesar de sus viajes, Colón creyó haber llegado a las Indias. Américo Vespucio anunció un nuevo mundo: América. La expulsión de los judíos en 1492 tuvo un fuerte impacto demográfico, económico y social.
El Imperio de los Austrias: Carlos I y sus Conflictos
Carlos I (1500-1558), nieto de los Reyes Católicos, inició la casa de Austria. En 1519, fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V. En 1520, la sublevación de las Comunidades en Castilla se opuso a la corte extranjera y sus pretensiones fiscales. Los comuneros fueron derrotados en Villalar en 1521. Ese mismo año, la rebelión de las Germanías en Valencia fue causada por la crisis económica y el descontento. Carlos I se enfrentó a los franceses, turcos y protestantes. Venció a los franceses en Pavía (1525) y detuvo a los turcos en Viena. También atacó Túnez (1535) y venció a los protestantes en Mühlberg (1547). La Paz de Augsburgo (1555) reconoció la libertad religiosa en los territorios imperiales.
Felipe II: Gobierno, Administración y Conflictos
Carlos V abdicó en Felipe II en 1556, quien heredó Castilla, Aragón, Países Bajos, territorios italianos y americanos. También heredó Portugal en 1581 tras una invasión militar. Felipe II estableció la corte en Madrid (1561) y priorizó los intereses de Castilla. Los órganos de gobierno incluían al monarca, los Consejos, cancilleres, virreyes, Cortes y Audiencias. Felipe II limitó las libertades religiosas y culturales, provocando revueltas de moriscos (Alpujarras, 1568-1571) y persecución de judíos y protestantes. La política exterior se centró en la defensa del catolicismo, frenando el avance turco en Lepanto (1571). La sublevación de los Países Bajos, la rivalidad con Francia y la guerra con Inglaterra (derrota de la Armada Invencible) generaron un elevado gasto y bancarrotas.
Exploración y Colonización de América
Desde 1492, España exploró y colonizó América, conquistando territorios de mayas, aztecas e incas. Las expediciones podían ser financiadas por los reinos o ser privadas. Se utilizó mano de obra indígena (encomienda, mita y esclavitud) y se hispanizó la zona a través de la lengua y la evangelización. El territorio se organizó en virreinatos: Nueva España y Perú, divididos en gobernaciones y capitanías generales. La administración central se dividía entre el Consejo de Indias (político) y la Casa de la Contratación (económico). Los tratados de Tordesillas (1494) y Zaragoza (1529) delimitaron las zonas de influencia con Portugal. La obtención de oro y plata enriqueció a Europa, pero provocó el alza de precios y la crisis del siglo XVI. Nuevos productos llegaron a Europa y productos europeos a América. La guerra y las enfermedades diezmaron a las poblaciones indígenas.
Los Austrias del Siglo XVII: Válidos y Crisis de 1640
En el siglo XVII, los monarcas gobernaron con la ayuda de válidos, miembros de la alta nobleza. Felipe III y el Duque de Lerma promovieron la paz con Europa y expulsaron a los moriscos en 1609. Felipe IV y el Conde-duque de Olivares buscaron la unificación fiscal y promovieron la Unión de Armas (1625). La negativa de Cataluña a participar llevó a la guerra con Francia y a la crisis de 1640. Los campesinos atacaron a los tercios reales y los segadores tomaron Barcelona. El Condado de Barcelona se entregó a Luis XIII de Francia hasta 1652. En 1640, Portugal se rebeló y proclamó a Juan IV como rey, logrando su independencia en 1668. Sublevaciones menores estallaron en Andalucía, Aragón, Sicilia y Nápoles.
Guerra de los Treinta Años y Pérdida de la Hegemonía Española
Durante el reinado de Felipe IV (1621-1665), España participó en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), apoyando a los Habsburgo de Viena. Tras victorias iniciales, las derrotas se repitieron. El Tratado de Westfalia (1648) puso fin a la guerra y España reconoció la independencia de Holanda. La rivalidad con Francia continuó hasta el Tratado de los Pirineos (1659), donde España cedió el Rosellón y Cerdeña. La débil monarquía de Carlos II (1665-1700) no pudo frenar el expansionismo francés. Su muerte sin descendencia provocó la Guerra de Sucesión (1701-1713). La Paz de Utrecht (1713) significó el fin del imperio español en Europa.
Crisis Demográfica y Económica del Siglo XVII
A finales del siglo XVI, las bancarrotas de Felipe II anticiparon una crisis en el siglo XVII. A nivel demográfico, las malas cosechas, el hambre, las epidemias y la expulsión de los moriscos produjeron un fuerte retroceso. Esto implicó un descenso de la producción agraria, agravado por los privilegios de la Mesta. En las ciudades, la artesanía decayó por los impuestos, la falta de proteccionismo y las técnicas atrasadas. El comercio interior y exterior fueron deficitarios. Los tratados de paz fueron ventajosos para Holanda, Inglaterra y Francia.
Crisis y Decadencia de la Monarquía Hispánica: Carlos II
La decadencia española fue un proceso constante de agotamiento durante los reinados de los Austrias menores. Carlos II (1665-1700), el último Austria, fue un rey enfermizo. Su reinado comenzó con la regencia de Mariana de Austria. La política exterior fue incapaz de frenar el expansionismo francés. La crisis económica fue grave en Castilla. Su muerte sin descendencia abrió un periodo de incertidumbre. Había nombrado heredero a Felipe de Anjou, pero la oposición de Carlos de Habsburgo provocó la Guerra de Sucesión (1701-1714). La Paz de Utrecht (1713) significó el fin del imperio español en Europa.
Guerra de Sucesión y Sistema de Utrecht
Carlos II murió sin descendencia, dejando como heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XVI. Las potencias europeas apoyaron a Carlos de Austria, dando inicio a la Guerra de Sucesión (1701-1713). Felipe de Anjou fue apoyado por Francia y Castilla, mientras que Carlos de Austria fue apoyado por las potencias europeas y Aragón. La guerra terminó con la victoria de Felipe V y la firma del Tratado de Utrecht (1713). España perdió territorios en Italia y Países Bajos, y cedió Menorca y Gibraltar a Inglaterra. Se firmaron tres Pactos de Familia entre España y Francia.
Nueva Monarquía Borbónica y Decretos de Nueva Planta
Tras la Guerra de Sucesión, la dinastía de los Borbones gobernó España. Felipe V (1700-1746) unificó el estado con los Decretos de Nueva Planta (1707-16), asimilando las leyes e instituciones de todos los reinos a las de Castilla. Sólo Navarra y el País Vasco mantuvieron sus fueros. Las Cortes de Aragón se unieron a las de Castilla. España fue gobernada de forma centralista. Los Secretarios de Estado asumieron las funciones de los Consejos. Los Borbones sanearon la hacienda pública, recuperaron parte de la marina de guerra y mejoraron las vías de comunicación. Las resistencias de los estamentos privilegiados limitaron el alcance de las reformas.
España del Siglo XVIII: Expansión y Transformaciones Económicas
Durante el siglo XVIII, los Borbones reformaron la economía, la política y la sociedad. A partir de 1680, hubo una expansión demográfica. La mayoría de la tierra seguía en manos de los privilegiados. Se roturaron nuevas tierras, pero mejoraron poco las técnicas. Se impulsó la industria con proteccionismo y manufacturas reales. Se eliminó la pena de deshonor por trabajos manuales. Se decretó el Libre Comercio con América. El despegue de Cataluña se explica por el aumento de la producción agraria y la reinversión de los beneficios en nuevas industrias.
La Ilustración y el Despotismo Ilustrado de Carlos III
La Ilustración fue una corriente intelectual del siglo XVIII que asociaba el conocimiento con la libertad. El despotismo ilustrado fue una forma de gobierno basada en la aplicación de las ideas ilustradas a las monarquías absolutas. Carlos III (1759-1788) aplicó este sistema en España. Sus reformas buscaban modernizar la educación, la economía, la banca, la industria y el comercio. Se suprimieron privilegios del clero y la nobleza, lo que llevó a revueltas sociales como el Motín de Esquilache (1766). Tras el motín, fueron expulsados los jesuitas.