Razón Vital: Una Síntesis entre Racionalismo y Vitalismo
Ortega y Gasset proponía la razón vital, que no es un nuevo tipo de razón ni rechaza la racionalidad. Atenta a los requerimientos de lo vital, el cambio, las circunstancias o la historia. Es una razón flexible, abierta, reflexiva, capaz de armonizar contrarios enfrentados. La razón vital descubre la vida como realidad radical, y puede superar el realismo (que parte del ser y pone el acento en las cosas) y el idealismo (que parte del yo y fundamenta el ser en la conciencia). El racionalismo deshistoriza la verdad y la hace abstracta. Para Ortega, el ser no coincide con el pensar. La razón vital orteguiana no conduce a posiciones dogmáticas e intolerantes, sino que vislumbra los límites de la propia razón y no se extraña de que existan ámbitos de vida irracionales. El idealismo, para Ortega, es un progreso en la toma de conciencia reflexiva, nos aleja de la actitud natural al cuestionar la existencia de las cosas al margen del pensamiento. La razón vital nos muestra que ni el yo es anterior a las cosas, ni las cosas anteriores al yo, sino que se complementan.
Vida y Cultura: La Cultura como Salvación del Naufragio Vital
La noción de vida es central y la más rica en el pensamiento de Ortega. La dificultad reside en resumir sus matices y significados, sin olvidar que la vida es la realidad radical. En Ortega, la vida es humana y singular, cada vida implica un punto de vista del mundo. No es una cosa ni un objeto, no puede ser comprendida por la razón naturalista. La vida humana es perplejidad, naufragio, y la cultura es su salvación. Cultura y filosofía representan el repertorio de deseos e ideales que fortalecen e iluminan nuestra vida. No vivimos para conocer, sino que nos conocemos para vivir. La cultura no debe ahogar la vida, pero puede suceder si los principios abstractos y rígidos se consideran la única realidad del ser humano.
Realidad y Perspectiva: La Pluralidad como Esencia de lo Real
La realidad aparece ante mí y no es producto de la conciencia. Al superarse el realismo y el idealismo, la realidad primera y radical es nuestra vida, en ella aparecen el yo y las cosas. Para Ortega, “radical” no significa que sea la realidad única, sino que de ella radican las demás realidades. La realidad es el ser de las cosas, no nos es dado con las cosas y se descubre con el pensamiento. La realidad está vinculada a la perspectiva porque es la única manera de acceder a la realidad y conocerla. La perspectiva no deforma la realidad, sino que la hace posible. Para Ortega, el ser del mundo no es materia ni conciencia, sino perspectiva: lo real es pluralidad de perspectivas. La perspectiva está relacionada con la circunstancia que también nos constituye. Debemos ser fieles a la perspectiva para salvar la circunstancia (amándola, dándole sentido, etc.).
Doctrina del Punto de Vista: Conocimiento Limitado pero Auténtico
Ortega afirma la posibilidad del conocimiento verdadero y sus limitaciones. Se aleja de posturas abstractas, dogmáticas y del utopismo, pero no hace concesiones al escepticismo ni al subjetivismo. La doctrina del punto de vista no suplanta ni inventa la realidad, solo nos previene de que el conocimiento es incompleto, limitado a una época y condicionado por el lugar que cada uno ocupa en el mundo, pero tiene el valor de una mirada auténtica y única sobre la realidad. Ortega postula la necesidad de la unión de diferentes perspectivas. La realidad es unión y multitud de perspectivas. Y la síntesis y totalidad de ellas hacen la verdad. Pero el Dios de Ortega no es la Razón, ni es un racionalista. La pluralidad de perspectivas solo puede ser integrada por la razón vital. Ortega buscó unir las dimensiones de lo permanente y lo fugaz, y buscó acercar y armonizar el pensamiento y la vida.
Contextualización de la Obra de Ortega y Gasset
Contexto Interno: “El Tema de Nuestro Tiempo” y otras Obras Relevantes
“La doctrina del punto de vista” es un capítulo del libro “El tema de nuestro tiempo“. La obra de Ortega tiene una unidad fundamental, pero se distinguen cuatro etapas:
- Primera: neokantiana, pone la cultura como principio.
- Segunda: propone un vínculo funcional entre cultura y vida.
- Tercera: postula la vida como principio.
- Cuarta: desarrolla las relaciones entre ambas ideas.
“El tema de nuestro tiempo” ocupa un espacio central. En la primera parte del libro, Ortega critica la modernidad y propone la tarea de su superación. Trata temas como la historia, la idea de las generaciones, la teoría de la relatividad de Einstein y explica su oposición al vitalismo y al racionalismo. Otras obras relevantes son:
- “Meditaciones del Quijote“: habla de las pequeñas cosas, de Pío Baroja, de la filosofía de la contingencia, y aparece la frase “yo soy yo y mis circunstancias”.
- “La rebelión de las masas“: se opone a la democracia morbosa en la que las masas no siguen a la minoría selecta, y prevé el triunfo del totalitarismo (fascismo, nazismo).
- “España invertebrada“: propone una España descentralizada políticamente.
- “La deshumanización del arte“: critica la ampliación del arte al diseño y al objeto de consumo.
Contexto Externo: Ortega y Gasset en la Historia de la Filosofía y su Marco Sociocultural
La obra de Ortega se sitúa en la primera mitad del siglo XX, un periodo de desarrollo de la ciencia y de surgimiento de corrientes filosóficas. Nacido en 1883, le afectaron los dramas de España, y se le asocia con la generación del 98. Tenía una profunda preocupación por España y un compromiso con los problemas de su tiempo, y le atraían las cuestiones políticas, sociales, culturales y artísticas. Defendió la República, fundó la Revista de Occidente y el Instituto de Humanidades. Las fuentes de inspiración de Ortega fueron: el vitalismo de Nietzsche, el neokantismo de Cohen y Natorp, la fenomenología de Husserl y Scheler, la obra de Dilthey y el conocimiento de Heidegger. También tenía un profundo conocimiento de clásicos como Platón, Aristóteles, Leibniz, Kant o Hegel, y apreciaba a los grandes de la literatura, la pintura, la música y las ciencias. Algunos filósofos que fueron discípulos o influidos por él son: José Gaos, Xavier Zubiri, María Zambrano, entre otros. Ortega tuvo una gran significación para la cultura española contemporánea.