Poesía y Teatro en España: Un Recorrido por las Corrientes Literarias desde la Posguerra

La Poesía Española desde la Posguerra hasta el Siglo XXI

La Guerra Civil deja devastado y aislado al país en lo político, social y cultural. El grupo poético del 27 se disuelve. Muerto Lorca, los demás poetas deben elegir entre el exilio interior y el exterior. La obra de **Miguel Hernández** parte de la unión entre poesía pura, vanguardia, tradición popular y clasicismo. Es difícil hallar en un poeta una técnica tan depurada y un sentimiento vehemente, arrebatado y sincero como el de *El rayo que no cesa*.

La Poesía en los Años 40: Entre el Arraigo y el Desarraigo

En los 40, los poetas de ideología más cercana al falangismo escriben **poesía arraigada**: suelen recurrir a la métrica clásica y a temas como el amor, la patria o la religión. Publican en las revistas *Escorial* y *Garcilaso*. **Luis Rosales** va evolucionando hacia el versículo y recibiendo influencias surrealistas como en *La casa encendida*.

**Pablo García Baena** funda el grupo *Cántico*, que intenta retomar la poesía pura y la senda de la generación del 27. El **postismo**, de **Carlos Edmundo de Ory**, pretende recuperar el espíritu del surrealismo y la irracionalidad.

La **poesía desarraigada**, atormentada, cargada de angustia y de contenidos existencialistas, aparecerá en la revista *Espadaña*. La inicia **Dámaso Alonso**: *Hijos de la ira*, con su léxico coloquial, sus versículos violentos, sus metáforas agresivas de sabor surrealista y su forma antirretórica, transmite toda la angustia del absurdo de la vida, de la maldad del hombre, del miedo al vacío, a la soledad y a la muerte.

La Poesía Social de los Años 50 y 60

En los años 50, la poesía evoluciona del enfoque individual al colectivo, sumando la denuncia social al absurdo de la vida. **Blas de Otero**, en *Pido la paz y la palabra*, protesta contra la desigualdad y la opresión, promoviendo la solidaridad y la confianza en el ser humano. **Gabriel Celaya** utiliza un lenguaje contundente y combativo, como en *La poesía es un arma cargada de futuro*. **José Hierro**, en *Cuanto sé de mí*, crea dos subgéneros: el reportaje, narrativo y realista, y la alucinación, visionaria y onírica. En los años 60, **Ángel González** (*Tratado de urbanismo*) sigue comprometido socialmente, pero añade humor corrosivo e ironía para expresar su desencanto con el franquismo.

Los Novísimos y la Diversidad Poética desde los Años 70

Ya en los 70, los **Novísimos** (**Pere Gimferrer**, **Ana María Moix** o **Leopoldo María Panero**) buscan la creatividad y la originalidad, se alejan del tono conversacional, reciben influencia de la música rock y pop, del cómic o del cine, y exhiben sus conocimientos culturales.

A partir de los años 80, la poesía española se caracteriza por su diversidad y la falta de conciencia de grupo. Algunos poetas siguen la tradición clásica, mientras que otros, como **Clara Janés**, exploran la poesía del silencio, conectando Oriente y Occidente. La **poesía de la experiencia**, representada por **Luis García Montero**, **Luis Alberto de Cuenca** y **Ana Rossetti**, se centra en la vida cotidiana, lo íntimo y lo urbano, con un lenguaje sencillo. Los “poetas de la diferencia”, como **Gregorio Morales**, destacan por su heterogeneidad, búsqueda de trascendencia y libertad creativa.

**Jorge Riechmann** escribe **poesía de la conciencia**. Expresa un fuerte compromiso ideológico, considera el mundo actual inhabitable y estima que la poesía debe constituir el arma para cambiarlo. El poeta debe permanecer vigilante ante los problemas asociados al neoliberalismo y la obsesión por el consumo.

En los últimos años muchos poetas jóvenes han encontrado en las redes sociales la plataforma perfecta y el público deseado. **Marwan**, **Loreto Sesma** o **Irene X** comparten un lenguaje claro y directo, claramente antirretórico, una sensibilidad adolescente y valores feministas y ecologistas.

El Teatro Español desde la Posguerra hasta el Siglo XXI

El Teatro Durante la Posguerra: Entre la Censura y la Innovación

Durante la Guerra Civil, el teatro español sufrió un fuerte impacto. La muerte de figuras como Lorca, Valle-Inclán y Unamuno, junto con el exilio de dramaturgos como Alejandro Casona, marcó una etapa de gran vulnerabilidad. **Enrique Jardiel Poncela** destacó por su humor absurdo, ironía y situaciones inverosímiles, como en *Eloísa está debajo de un almendro*. Por su parte, **Miguel Mihura**, adaptándose a las demandas del público, creó obras como *Maribel y la extraña familia*, combinando humor inteligente, crítica a la hipocresía y reflexiones sobre la libertad.

El Teatro Posibilista y el Teatro de Protesta

A finales de los años 40, **Antonio Buero Vallejo** lidera el **teatro posibilista** con obras como *Historia de una escalera*, donde denuncia las desigualdades sociales sin desafiar al régimen, utilizando recursos escénicos para conectar al espectador con los personajes. Por su parte, **Alfonso Sastre** apuesta por un teatro más combativo y crítico hacia la dictadura, como en *Muerte en el barrio*.

El Teatro Experimental y las Nuevas Propuestas

Desde los años 60, surgen propuestas experimentales: **Francisco Nieva** escribe teatro vanguardista en dos estilos, el teatro furioso y el teatro de farsa y calamidad (*Pelo de tormenta*), mientras **Fernando Arrabal**, con obras como *El cementerio de automóviles*, propone un teatro surrealista, con humor, terror y lenguaje infantil. Grupos independientes como **Tábano** y **Los Goliardos** representan obras fuera del circuito comercial. **Dagoll Dagom** y **Els Comediants** combinan vanguardia, elementos audiovisuales y espectáculos masivos, conectando con un público amplio.

El Teatro en Democracia y el Siglo XXI

Ya en democracia, **José Luis Alonso de Santos** escribe *La estanquera de Vallecas*, una obra costumbrista, comprometida, con lenguaje familiar, sentido del humor y desenlace trágico. **José Sanchis Sinisterra** (*¡Ay, Carmela!*) sigue las adaptaciones de clásicos, obras experimentales y dramas históricos.

Ya en el siglo XXI triunfa un grupo de dramaturgos vinculados al premio Bradomín. En *El chico de la fila de atrás*, **Juan Mayorga** mezcla distintos puntos de vista de conflictos humanos ocultos. **Angélica Liddell** escribe un teatro vanguardista, de obras provocativas y violentas, como *Perro muerto en tintorería*.