La Segunda República Española: Reformas, Oposición y Conflictos (1931-1936)
La República de Izquierdas (1931-1933)
Reformas y Oposición
En dos años, el gobierno de Manuel Azaña efectuó múltiples reformas: secularización de los cementerios, leyes de divorcio y matrimonio civil, entre otras. Sin embargo, las leyes más discutidas fueron la Ley de Bases de la Reforma Agraria y el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
La oposición política en 1932 estaba desorganizada y quedó restringida a los monárquicos y a las Asociaciones Patronales, aunque en las Cortes, el Partido Radical de Lerroux inició sus críticas al gobierno junto a otros diputados. Simultáneamente, algunos militares, intelectuales y periódicos criticaron el Estatuto Catalán por considerarlo separatista.
Muchos jornaleros creían que la llegada de la República era sinónimo de reparto de tierras, pero no fue así y se sublevaron. Hubo manifestaciones en Castilblanco y Arnedo donde murió mucha gente.
En enero de 1932, la situación fue muy conflictiva en toda España. En pueblos de Barcelona, obreros de la CNT ocuparon su ciudad, se declararon independientes y afirmaron abolir la propiedad privada y el dinero. El ministerio envió fuerzas de orden y deportó a Guinea a 104 anarquistas.
El Ejército se dividió, ya que algunos generales se negaron a concluir con el reglamentario: ¡Viva la República! El descontento de la derecha y de parte del ejército se plasmaría en el intento de sublevación antidemocrática protagonizado por el general Sanjurjo. Al fracasar la sublevación, Sanjurjo huyó y triunfó el gobierno de Azaña, que aprobó el Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria.
Reforma Agraria y Estatuto de Autonomía de Cataluña
Ambos proyectos habían sido debatidos en el Parlamento en medio de un ambiente social hostil.
La desamortización del siglo XIX en España aumentó el latifundismo capitalista. Muchas tierras estaban mal explotadas. Entre 1900 y 1931, la población y la economía crecieron y se inició un tímido proceso de modernización en el norte y este peninsular, pero en el resto, los bajos salarios originaron muchas revueltas. La Reforma Agraria pretendía solucionar este problema mediante la expropiación de latifundios y el reparto de tierras entre el campesinado.
El proyecto de Reforma Agraria tenía tres objetivos:
- Remediar el paro. Se expropiarían, sin indemnización, tierras de los grandes de España que habían apoyado a Sanjurjo y se expropiarían, con indemnización, a latifundistas.
- Redistribuir la tierra.
La discusión y ejecución de esta ley fue el mayor problema del gobierno de Azaña. Se presentaron varios proyectos. El que se aprobó fue un texto complejo que apenas se aplicó.
La Reforma Agraria fue un experimento fallido debido a:
- La complejidad de la ley y la incompetencia de los encargados en aplicarla.
- La falta de medios económicos, cuya consecuencia fue la desilusión y descontento de jornaleros y arrendatarios.
- La fuerte oposición de la derecha agraria en el Parlamento y de los grandes propietarios amenazados con la expropiación de sus tierras.
Según el estatuto aprobado por las Cortes, Cataluña se convirtió en una región autónoma dentro de España con gobierno autónomo (la Generalitat), con presidente (Macià), parlamento legislativo y Consell ejecutivo. Sus lenguas oficiales serían el castellano y el catalán.
Gallegos y vascos también intentaron lograr un estatuto parecido.
Fin del Bienio de Izquierdas
Azaña perdió prestigio y apoyos. Aunque inicialmente los anuncios del reparto de tierras lograron el apoyo al gobierno de muchos jornaleros, la lentitud en la aplicación hizo que la agitación creciese en el campo y hubo frecuentes levantamientos campesinos. Estas sublevaciones acababan violentamente, y especial fue el caso de Casas Viejas, donde tras unas sublevaciones de campesinos de la CNT, los guardias quemaron la casa de Francisco Cruz, donde se encontraba con sus hijos.
La prensa, el Parlamento y los sindicatos se enfrentaron con el gobierno y originaron que el gobierno perdiera las elecciones municipales de abril.
En septiembre, Alcalá Zamora decidió cesar a Azaña.
Desde junio se manifestó una clara división entre los sectores de Prieto y los seguidores de Largo Caballero y UGT. El 1 de octubre, Alcalá Zamora ordenó la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales en las que concurrieron cinco importantes novedades:
- La izquierda se dividió.
- La abstención tras los sucesos de Casas Viejas.
- Por primera vez votaron las mujeres.
- La derecha se había fortalecido y tres nuevos grupos se presentaron a comicios:
- La CEDA, con el apoyo de la Iglesia católica.
- Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo.
- Falange Española.
- El partido radical de Alejandro Lerroux se transformó en un partido de centro.
El Bienio Radical-Cedista (1933-1935)
Partidos Políticos Enfrentados
En los dos años de gobierno radical-cedista, hubo constantes crisis de gobierno y el movimiento obrero se radicalizó, produciéndose graves enfrentamientos. Las dos figuras más sobresalientes en este periodo fueron Lerroux y Gil Robles. Zamora encargó a los radicales formar gobierno y no a la CEDA de Gil Robles porque se le acusaba de simpatizar con el fascismo y el nazismo, aunque fue el más votado. Los radicales solo podían gobernar con el apoyo de la CEDA y su líder, Gil Robles, dejó clara su postura.
La izquierda seguía dividida: tras su derrota, se mostró totalmente insolidaria con el nuevo gobierno y no respetó los resultados electorales. Largo Caballero se negaba a participar con una República burguesa y buscaba una revolución social.
Política Contrarreformista
- El presupuesto para el IRA se redujo muchísimo. El número de campesinos a asentar se redujo y se rebajaron los jornales. La Ley de Reforma Agraria desalojó a los arrendatarios que no pagaban a tiempo la renta al propietario; expulsó a los yunteros de Extremadura ya asentados y se permitió la libre contratación de braceros y se devolvía a los latifundistas parte de las tierras expropiadas en 1932. La izquierda consideró anticonstitucional la nueva legislación y los sindicatos agrarios convocaron en junio una huelga general. El gobierno actuó con desmesurada energía.
- El PNV, católico y conservador, colaboró con el gobierno radical, esperando que este les apoyaría en las Cortes y tramitaría el proyecto de Estatuto. No fue así y el PNV decidió apoyar a la oposición cuando se discutía en las Cortes la ley sobre la rabassa en Cataluña. El gobierno central entró en conflicto con la Generalitat de Cataluña, que había aprobado la Ley de Contratos de Cultivo. Tras la revolución, se suspendió el Estatuto, se encarceló a Companys y se anuló la autonomía de Cataluña.
- Respecto a las reformas militares, se publicó la Ley de Amnistía, por la que se excarcelaba a militares sublevados con Sanjurjo. Gil Robles se rodeó de importantes generales que más tarde iniciarían la Guerra Civil.
La Revolución de Octubre de 1934
El 5 de octubre, la Segunda República sufrió la crisis más grave acaecida hasta entonces. El día anterior, el gobierno nombró tres ministros de la CEDA y dio comienzo al movimiento revolucionario y antidemocrático que acusaba de fascistas a dichos ministros. Los socialistas llamaron a huelga general y a la insurrección armada. El gobierno declaró el “estado de guerra” en toda España y el movimiento fracasó.
En Cataluña, el conseller Dencás, confiando en el triunfo de la huelga general, presionó a Companys para que proclamara el “Estat Català”, pero el gobierno mandó a las fuerzas del Estado y mucha gente fue encarcelada. En Asturias, la huelga se convirtió en una auténtica revolución social para “abolir el régimen burgués”.
Consecuencias de la Revolución de Asturias
La principal consecuencia de la revolución de Asturias fue el enfrentamiento en las Cortes, en la calle y en la prensa entre los dos modelos de sociedad: los que aprobaban las medidas represivas y los que pedían cambios revolucionarios.
En los 15 días hubo muchísimos muertos y heridos, gran cantidad de ejecuciones sin juicios, saqueos, torturas… Esto produjo el desprestigio del gobierno.
Tras sofocar la revolución vino la represión. Muchos políticos fueron encarcelados e incluso algunos con penas de muerte. La opinión pública y el propio gobierno se dividieron sobre la aplicación de la pena de muerte. Alcalá Zamora se negó a firmar algunas condenas a muerte.
Tras la revolución, la CEDA se fortaleció. Lerroux aceptó las condiciones de Gil Robles.
El nuevo gobierno adoptó medidas contrarreformistas en agricultura, frenó las aspiraciones nacionalistas de catalanes, redujo los presupuestos para gastos y se devolvió a la Iglesia sus propiedades y su protagonismo en la educación.
La derrota obrera envalentonó a la patronal y se produjo la represión económica: bajadas de salarios, aumento de horas de trabajo…
Una parte de la derecha católica se declaró antirrepublicana. Calvo Sotelo fundó el Bloque Nacional, respaldado por monárquicos y tradicionalistas. Su programa consistía en la implantación de un Estado autoritario, corporativo y regido por una monarquía nacional tradicional con el apoyo de los carlistas y de los falangistas.
Caída del Gobierno
En los últimos meses de 1935, el partido radical quedó totalmente desprestigiado al estallar el escándalo del “estraperlo” y Alcalá Zamora obligó a Lerroux a dimitir. Gil Robles pidió a Alcalá Zamora que lo nombrase presidente del nuevo gobierno. Este se negó al considerarlo monárquico y antidemocrático y eligió a Joaquín Chapaprieta. Ante la negativa, Gil Robles pensó en la posibilidad de dar un golpe de Estado con el apoyo militar. Franco señaló que no era un buen momento. En diciembre, el presidente de la República sustituyó a Chapaprieta por Portela Valladares, disolvió las Cortes y convocó elecciones el 7 de enero de 1936.