La lírica tradicional y la poesía cortesana en la España medieval
La lírica tradicional
La lírica tradicional, poesía de transmisión oral y ámbito popular, conserva sus primeros testimonios escritos en castellano a finales del siglo XV. En este cancionero popular y tradicional, cuya forma más difundida es la del villancico (canción propia de villanos), se manifiestan emociones e ideas de modo finamente estilizado y expresivo. No es fácil muchas veces descubrir las auténticas poesías tradicionales y populares de sus imitaciones cultas de los siglos XV al XVII, pues la imitación culta de la lírica popular se practicó y son muy frecuentes las interferencias y aproximaciones entre la lírica tradicional y la lírica culta.
La lírica popular se caracteriza por tener una serie de procedimientos expresivos:
- Variedad estilística.
- Imágenes tomadas de la naturaleza con un gran valor simbólico.
- Intensidad.
- Tensión.
- Énfasis.
- Repetición.
- Juego de palabras.
- Contrastes.
- Verso corto.
- Voz femenina.
Es decir, sencillez absoluta, ternura, intimidad, gracia. Sin embargo, la lírica tradicional se trata de una lírica de carácter simbólico. Símbolos como el mar, las aguas dulces, el mundo vegetal, el ancho campo, los animales, el viento, el alba, etc., apuntan a un concepto vitalista del mundo, a una llamada acuciante al disfrute amoroso.
La poesía cortesana
En el siglo XII surge en Provenza un tipo de poesía que tendrá gran influencia en toda Europa. Sus creadores son los trovadores y su tema el amor. Considera a la mujer como un ser superior al que el enamorado rinde culto y vasallaje. Este tipo de amor recibirá el nombre de amor cortés. El poeta se declara siervo de la dama, a la que llama “mi señor”, y que aparece caracterizada como un cúmulo de perfecciones (belleza, honestidad…). Este amor a la dama ennoblece el espíritu del enamorado, su propósito es alcanzar el galardón (en principio una prenda o un gesto de la amada, pero en último término la consumación sexual) que se merecerá en virtud de su fidelidad. Pero la honestidad de la dama impide que pueda acceder a sus deseos (por ello es acusada de cruel por el poeta). La frustración de este provoca que el sentimiento amoroso se convierta en sufrimiento y dolor, un dolor inevitable, que pone en peligro su vida ya que le hace desear su muerte.
Esta poesía influirá en la lírica gallega de los siglos XIII y XIV y muy especialmente en la poesía catalana medieval, en la que el provenzal llegó a imponerse como lengua poética. Su importancia será también grande en la poesía italiana de autores como Petrarca, cuya lírica tendrá gran influencia en la poesía europea de final de la Edad Media y dará lugar a toda una corriente literaria: el petrarquismo.
La poesía de los cancioneros castellanos y aragoneses del siglo XV son colecciones de poesía, guardada bajo la protección de reyes o nobles, y que corresponden a los nuevos gustos y costumbres de los cortesanos. En un momento en el que la imprenta no existe todavía, pero en el que se siente la necesidad de la lectura en cortes y palacios. Los cancioneros proliferan durante la segunda mitad del siglo XV. Los diversos tipos de manuscritos, algunos de ellos muy lujosos, indican también las diferentes capas sociales a que van destinados, desde reyes a lectores burgueses. Cancioneros muy importantes son el Cancionero de Baena, el de Estúñiga, etc. Aunque no faltan composiciones políticas, satíricas, de entretenimiento, etc., la temática de la poesía es predominantemente amorosa, dentro del amor cortés. No se trata de la poetización de un amor idealizado, sino que tras esta poesía se esconden conceptos que rebosan erotismo y pasión sexual.
Los poetas más conocidos de los líricos de cancionero
Marqués de Santillana
Íñigo López de Mendoza, fue uno de los aristócratas más poderosos de su tiempo. Es un representante típico de la nobleza influida por el humanismo prerrenacentista. Tuvo una gran biblioteca, supo rodearse de sabios y compuso una abundante obra literaria. En su producción poética destacan poemas como la Divina Comedia de Dante, el Infierno de los Enamorados o la Comedia de Ponza y también poesías de inspiración popular como las serranillas. Fue una persona muy notable en la política de su tiempo y su dedicación literaria no puede considerarse aislada de su actividad política.
Juan de Mena
Fue secretario del rey Juan II y es un buen ejemplo de humanista puro, dedicado en exclusiva al cultivo de las letras. Viajó a Roma donde estuvo en contacto con el humanismo. Su poesía está lejos del ideal renacentista de la claridad y sencillez expresiva. Sus obras son todo lo contrario, entre las que destacan El laberinto de la fortuna o Las trescientas, extenso poema compuesto en estrofas de arte mayor.
Jorge Manrique
Era miembro de una de las familias más poderosas de la sociedad castellana. Tanto su vida como su actividad literaria están profundamente marcadas por su pertenencia al clan en el que destacan las figuras de su padre, Rodrigo Manrique (maestre de la Orden de Santiago) y de su tío paterno, el famoso poeta Gómez Manrique. En su vida, se dedicó a la política y a la guerra, disfrutando de los privilegios de la alta nobleza y participando activamente en las luchas que asolaban las tierras castellanas. En una de estas guerras murió en un pueblo de la Mancha.
En la formación literaria son importantes las relaciones con su tío Gómez Manrique, así como sus vivencias en los ambientes cortesanos, principalmente en la corte de Toledo. En estos círculos cortesanos se escribe una poesía amorosa que sigue las pautas de la escuela galaico-portuguesa, dentro de lo que es el amor cortés. De las obras que se conservan de Jorge (no llegan a más de 50) la mayoría son poesías amorosas, junto a las que hay 3 poemas burlescos y de carácter moral, las Coplas a la muerte de su padre, y dos estrofas de un poema inacabado, hallado cuando murió.
La poesía amorosa de Jorge es todavía continuadora de la lírica cortesana. Pero se observa en ella un distanciamiento respecto de las formas de composición y el estilo típico de los poetas anteriores. Deja atrás el rebuscamiento expresivo. Manrique recurre a sus propias vivencias: el mundo jurídico medieval y la vida en la milicia. Como otros poetas de su tiempo se advierten ciertas innovaciones que enlazan con la poesía de Petrarca y con la estética renacentista italiana, por ejemplo el uso de antítesis y paradojas para describir el amor.
La poesía de Manrique contribuye a abrir el camino a una renovación poética cuyos ecos se prolongan durante siglos. La situación de Castilla en el siglo XV y las continuas disputas de la monarquía y la nobleza hicieron que apareciera una poesía de protesta en la que se ataca directamente de forma a veces muy agresiva a la aristocracia y a los propios reyes. Destacan tres poemas satíricos: Coplas de la Panadera, Coplas de Mingo Repulgo y Coplas del Provincial. Utilizan el verso más popular, el octosílabo, y la expresión es directa, lejos de los procedimientos de la poesía cortesana.