Explorando el Novecentismo y las Vanguardias en la Literatura Española del Siglo XX

Novecentismo y Vanguardias: Renovación Artística en la España del Siglo XX

Después del desastre de la Primera Guerra Mundial, en un ambiente de conflictos sociales, con el golpe de Estado de Primo de Rivera, la proclamación de la Segunda República, el surgimiento de movimientos fascistas, el golpe de Estado que dará lugar a la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, las generaciones de jóvenes europeos defendieron la creación de un nuevo mundo y de nuevas expresiones artísticas. En España, ese afán por la modernización dio lugar a dos grandes movimientos: el Novecentismo y las Vanguardias.

El Novecentismo

Los autores del Novecentismo, nacidos alrededor de 1880, configuraron la segunda generación del siglo XX. Ortega y Gasset, en su conferencia “Vieja y nueva política”, planteó los ideales que asumiría el grupo. Este grupo está formado por jóvenes de sólida formación universitaria, que rechazan actitudes decimonónicas y se declaran europeístas. En el estilo, desprecian lo que recuerda a los excesos románticos, y defienden el “arte puro”, que Ortega llamó “deshumanizado”, desprovisto de sensorialidad autónoma, válida por sí misma.

Se considera a José Ortega y Gasset “guía” indiscutible de este grupo, y también el principal representante de la filosofía española en el siglo XX. Destaca por su estilo culto y elegante, con el uso de metáforas y símiles, para hacer más plástica la idea. En el mundo ensayístico, Ortega y Gasset destaca con Meditaciones del Quijote, La rebelión de las masas y La España invertebrada, pero es La deshumanización del arte su obra más estética.

Junto a Ortega y Gasset, destaca Eugenio D’Ors, cuya principal creación son las “glosas”, pequeños ensayos que tratan de diferentes asuntos; Manuel Azaña, Gregorio Marañón y Salvador de Madariaga.

Los novelistas del 14 tienen en común el deseo de renovar el género aportando una concepción distinta de la novela, que según Ortega, era un género muerto. Miró cultiva en sus obras Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso, la novela descriptiva donde la trama cede terreno a la descripción de ambientes; y Ramón Pérez de Ayala cultiva la novela intelectual, donde la acción no es lo más importante, sino los diálogos y la acción que se defienden en ellos. Sus principales obras son Tinieblas en las cumbres, A.M.D.G y Troteras y danzaderas.

En poesía, es Juan Ramón Jiménez la figura indiscutible. Para él, la poesía es belleza, un modo de conocimiento, de inteligencia, de penetración en la esencia de las cosas y, finalmente, es expresión de un ansia de eternidad. Su trayectoria poética se divide en tres partes:

  • La poesía modernista, en la que escribe Arias tristes y Melancolía, donde el poeta lleva a cabo una depuración y evolución a una poesía más contenida.
  • La segunda parte es poesía pura, con Diario de un poeta recién casado, donde abandona lo propio del modernismo para dejar paso a una expresión más escueta, caracterizada por la concentración conceptual y el uso del verso libre final.
  • Finalmente, el proceso de abstracción se intensifica en el poema en prosa “Espacio” y Dios deseado y deseante.

Las Vanguardias

En este momento, Europa ya vive inmersa en las vanguardias, que pronto llegarán a España. Con el nombre de vanguardias se designan una serie de movimientos artísticos que se desarrollan en Europa durante el primer tercio del siglo XX.

Las principales vanguardias europeas son: el futurismo, el cubismo, el expresionismo, el dadaísmo y el surrealismo (a los que hay que añadir el ultraísmo y el creacionismo).

Principales Vanguardias

  • Futurismo: El primer movimiento futurista viene de la mano del italiano Marinetti. El futurismo defiende que el arte se debe al futuro y rechaza radicalmente el pasado. En consecuencia, con esta pasión por el dinamismo, propone usar verbos en infinitivo, abolir los adjetivos y adverbios, eliminar las conjunciones y suprimir la puntuación.
  • Cubismo: El cubismo comienza como consecuencia del cubismo pictórico. Los escritores cubistas juegan con el tipo de letra y con la disposición tipográfica de los versos. Destacan los caligramas de Apollinaire.
  • Dadaísmo: El dadaísmo surge a manos de Tristan Tzara. El dadaísmo rechaza el estado de las cosas que habían dado lugar a la Primera Guerra Mundial. Muchos escritores se alejaron de Dadá, porque comprenden que no solo hay que destruir sino que hay que construir algo distinto, y de esa ruptura nacerá el surrealismo.
  • Surrealismo: El surrealismo es el que aporta mayor riqueza al lenguaje poético de los escritores españoles. Se desarrolla en Francia durante la década de 1920 alrededor de André Bretón.
  • Ultraísmo: Aparece en España hacia 1918 el primer manifiesto ultraísta. Sus rasgos característicos son: integración de diferentes artes, sustitución de signos de puntuación por signos matemáticos, exaltación de las máquinas y del mundo moderno, uso del caligrama y renovación de la metáfora. Aquí destaca Guillermo de Torre con Hélices.
  • Creacionismo: El creacionismo fue introducido en España por el poeta chileno Vicente Huidobro, quien propugna la creación de una nueva realidad que no sea imitación del mundo exterior.

Conclusión

En suma, estos dos movimientos de principio de siglo XX proponen dos posturas rebeldes contra las circunstancias socio-políticas y estéticas de final de siglo XIX, que dejarán huella en sus generaciones posteriores.