Renovación Teatral en la Posguerra y los Años 70
Durante la posguerra, la prohibición de toda lengua que no fuera el castellano afectó profundamente al teatro catalán y valenciano, que no pudo continuar debido a la falta de fondos y público. En los años 60, se produjo un resurgimiento del teatro catalán con la creación de la Agrupación Dramática de Barcelona y la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual. Manuel de Pedrolo y Joan Brossa introdujeron el teatro absurdo y la vanguardia, influidos por el existencialismo, el neorrealismo y las técnicas de distanciamiento épico de Bertolt Brecht, donde el actor no debe transmitir emociones y el público no debe identificarse. Entre los años 60 y 70, nació el teatro independiente, apartado de los circuitos comerciales y basado en la crítica social y política, así como en la renovación de las técnicas escénicas. Se buscaba un nuevo público que entendiera las obras y se revalorizaron las figuras del director, escenógrafo e intérprete. En esta línea, aparecieron compañías como “Els Joglars”, “Comediants”, “Lluvia Teatro” y “Tricicle”.
La Obra Teatral de Manuel de Pedrolo
La etapa más importante de su teatro se sitúa en los años 50, donde realiza una reflexión rigurosa sobre la existencia humana, preguntándose por aspectos como la solidaridad, el conformismo, la revuelta, la muerte, etc., en obras como “Els hereus de la cadira” (Los herederos de la silla). Sus personajes habitan un mundo cerrado, separados del exterior, encarcelados; algunos luchan, otros se acostumbran por miedo al exterior. En la escena se observan situaciones cerradas y angustiosas, encontrándose sometidos a acciones rutinarias e inútiles. Posteriormente, preocupado por la condición humana en un sentido trascendente y comprometido con un país y un momento concretos, hereda la temática existencial y se sirve de las formas del absurdo. Su teatro es pesimista, los personajes viven abocados a su mundo interior tratando de explicarse, pero sin olvidarse del mundo de los otros, tratando además de descubrir su origen. En relación con sus obras anteriores a los años 60, escribió un teatro más explícito.
Características Básicas de la Escritura Teatral Actual
A principios de los 70, aparecieron grupos de teatro independiente, creando montajes colectivos y distanciándose de las estructuras formales de la tradición occidental. El concepto de texto dramático había cambiado; ahora, el conjunto del grupo es el que se involucra en la creación del espectáculo y en su producción. Se liberan de antiguas convenciones y se cuestionan procedimientos, diálogos, espacio, tiempo, el conflicto… Asimismo, ocurre la simbiosis entre autor, director y actor. En el ámbito valenciano de finales del siglo XX, se consolidan nuevos autores con obras inspiradas en personajes y hechos históricos valencianos. Rodolf Sirera es una pieza clave en la renovación del teatro valenciano contemporáneo, con una abundante producción dramática (“El verí del teatre” – El veneno del teatro), diversas adaptaciones y series televisivas. En Cataluña, aparecen varias tendencias: una dramaturgia analítica de la realidad, irónica y humorística, poco interesada en los problemas de la actualidad y centrada en los conflictos individuales, así como autores que reflexionan sobre los problemas de la actualidad.
Teatro de Josep Maria Benet i Jornet y su Relación con el Mundo Audiovisual
Es el único autor de su generación que ha conseguido estrenar con regularidad, evolucionando y manteniendo cierta complicidad estética e ideológica con un público que lo entiende. Su teatro se encuentra en relación con los planteamientos escénicos de los jóvenes directores, como Sergi Belbel, para quien ha sido un referente. La evolución de su teatro es la siguiente: del realismo social inicial en busca de un territorio mítico (“Cançons perdudes” – Canciones perdidas), las obras del ciclo de Drudània, el retorno al realismo intimando con los personajes (“Sopant a les fosques” – Merendábamos a oscuras), el acercamiento al teatro de Harold Pinter y el regreso al intimismo donde la comunicación se vuelve imposible. Su teatro condiciona, configura y deforma los personajes y su entorno. Finalmente, ha adaptado guiones cinematográficos, varios textos teatrales y es uno de los referentes fundamentales en el guion televisivo de ficción, donde comenzó haciendo guiones de TVE y TV3.
Repercusión del Ensayo de Joan Fuster en el Contexto de la Época
Los ensayos son textos de intención literaria en forma de reflexión personal sobre diversos temas relacionados con la condición humana. Dentro de este género, Joan Fuster nos conduce, partiendo de la cotidianeidad hasta la reflexión profunda desde una perspectiva escéptica e irónica, con una gran claridad expositiva, un registro estándar y un tono provocador y satírico. Sus ensayos se clasifican en humanísticos (“Sagitari” – Sagitario), estudios de historia literaria dedicados a los clásicos medievales valencianos y, por último, sociopolíticos, donde destaca la obra “Nosaltres, els valencians” (Nosotros, los valencianos), donde cuestiona de forma integral el colectivo valenciano y trata de manifestar la necesidad de conexión entre los pueblos catalanohablantes y la búsqueda de la normalización lingüística. Esta obra se convirtió en un catalizador de universitarios decididos a acabar con el provincialismo para construir una cultura nacional moderna en el País Valenciano. Su concepción nacionalista le causó varios problemas e incluso un atentado.
Joan Francesc Mira: Reflexión en Ensayos en la Realidad Contemporánea
Aparte de traductor y novelista, es un ensayista abundante que parte de anécdotas dirigidas al lector común mediante un lenguaje no especializado pero literario. En sus artículos se aprecia la ironía y el tono divertido o indignado que conforman la reflexión final, como una conversación con el lector al que quiere implicar en esta operación. Abundan temas como el nacionalismo, la cultura y el poder, la creación y evolución de identidades y símbolos, la importancia de la lengua en la conciencia colectiva y la capacidad de manipular estos elementos en beneficios concretos. El eje que los conforma es la cuestión de la identidad en su uso político. Se puede decir que es un autor comprometido con su país y cultura. Muchos autores consideran sus reflexiones sobre el nacionalismo de carácter universal, ya que todos los elementos de los conflictos son similares entre culturas, demostrando así que la problemática de la cultura y la condición nacional no es diferente a la de los demás pueblos del mundo.