El Arte Románico: Características Generales
El estilo románico tiene su origen en el monasterio benedictino de Cluny y se extiende por toda Europa a través de las rutas de peregrinación y de las cruzadas. Es un arte al servicio de la iglesia, refleja los gustos del clero y de la nobleza, es un arte fundamentalmente monástico y también aristocrático. En él se refleja la solidaridad espiritual entre el clero y la nobleza. La arquitectura es la actividad artística más importante del románico y, sobre todo, la religiosa. A esta arquitectura se subordinan las artes figurativas: escultura y pintura. De carácter simbólico: la iglesia se considera la casa de Dios, pero además realiza una función de asilo. El arte tendrá también una función didáctica, aparecen verdaderas escuelas de albañiles, escultores, canteros… El artista es un artesano.
La Arquitectura Románica: Elementos Formales y Soluciones Constructivas
Los elementos que se emplean existen ya en el arte romano, bizantino, islámico y bárbaro; la novedad está en que todos los elementos se fusionan para permitir la aparición de un nuevo estilo. El románico va a depender en muchas formas de la región (por la riqueza). Dos características van a definir el estilo: la monumentalidad, para demostrar fuerza y el poder de la iglesia, y el afán de perdurar, por eso utilizan piedras, gruesos muros y las dimensiones macizas y pesadas. Otras características son: el predominio del macizo sobre el vano, el horizontalismo (sensación de pesadez) y los volúmenes son precisos y de perfiles claros.
Elementos Arquitectónicos
- Las plantas tienen forma de cruz latina de tres o cinco naves con crucero.
- La cabecera es muy variada, puede tener uno a tres ábsides. A veces aparecen pequeñas capillas que reciben la denominación de absidiolos y que servían para que se desarrollasen otras liturgias sin interrumpir el culto que tenía lugar en la nave central.
- En el punto en que se cruza la nave central con el crucero estaría el cimborrio con forma de torre, la función de remarcar en altura este espacio que antecede al altar.
- En los edificios de peregrinación aparece un elemento: la girola o deambulatorio. Se forma al unirse naves laterales por detrás de la central, creando tras la cabecera un espacio transitable, tenía la finalidad de permitir el movimiento de los peregrinos sin interrumpir el culto que se desarrollaba en la nave central.
- También en las iglesias de peregrinación aparece una tribuna denominada triforio, es un piso superior situado sobre las naves centrales laterales.
El material es la piedra. Los muros son muy gruesos. Todo el edificio se asienta en robustos cimientos que permiten la construcción de criptas. Los espacios se cubren con bóvedas de cañón reforzadas con arcos fajones. En el exterior, los arcos fajones se corresponden con los contrafuertes, además se recurre a los arcos formeros, paralelos al eje longitudinal de la nave. Para los espacios cuadrados se empleaba la bóveda de arista, la zona del ábside se cubre con bóveda de cuarto de esfera o de horno. En el crucero se emplea la cúpula. El arco es de medio punto. En ventanas y puertas el grosor de los muros hace posible la creación de las arquivoltas. El elemento sustentante es el pilar románico o cruciforme. También se emplea la columna, son bajitas y gruesas. Los hay de diversos tipos: simples o dobles, con decoración vegetal, capitel figurado, capitel historiado: se narra una escena del antiguo o nuevo testamento.
El edificio románico presenta grandes problemas de iluminación; la dificultad en abrir vanos a través de unos muros gruesos haciendo la nave central más ancha y elevada que las laterales, que se aprovecha para ubicar las ventanas. La poca luz que tienen estas iglesias entra por escasos vanos fuertemente abocinados y se concentra en puntos concretos. Junto a la iglesia aparecen frecuentemente los claustros, con arcos de medio punto. En la fachada se concentra toda la decoración. Puede haber una o varias puertas. Cada una de ellas consta de: el arco, con arquivoltas y jambas decoradas con esculturas, el tímpano: se decora con una escena evangélica, el parteluz: columna que parte la puerta en dos. La torre es también un elemento importante, sus formas pueden ser cuadradas, octogonales o circulares. La decoración se concentra en las portadas y en los capiteles.
Sistema Constructivo
El mayor problema que tuvo que enfrentar el arquitecto románico fue del sistema de equilibrio del edificio. Si el templo es de una sola nave, los empujes de la bóveda inciden directamente sobre los muros y el problema del equilibrio se soluciona con los contrafuertes. La multiplicidad de naves crea problemas y las soluciones son varias: se contrarresta la bóveda central con otras laterales, apoyándose mutuamente. La nave central permanece ciega, mientras que son las laterales las que permiten la iluminación del templo. Otra situación es el uso de la tribuna, sirve de apoyo a la nave central y traspasa el empuje de esta a los contrafuertes exteriores. La nave central queda en una especie de penumbra pues las ventanas de las laterales y de las tribunas dan una luz moderada.