El Tratado de Utrecht y el Nuevo Orden Europeo
La Guerra de Sucesión Española (1701-1713) concluyó con la firma del Tratado de Utrecht en 1713. Este tratado reconfiguró el mapa político europeo y tuvo importantes consecuencias para España:
- Felipe V fue reconocido como Rey de España, pero renunció a cualquier derecho a la corona francesa, evitando así la unión de ambos reinos.
- Los Países Bajos españoles y los territorios italianos (Nápoles, Cerdeña y Milán) pasaron a Austria.
- El reino de Saboya se anexionó la isla de Sicilia y parte del Milanesado.
- Inglaterra se consolidó como la principal potencia europea, obteniendo Gibraltar, Menorca, el “navío de permiso” (derecho limitado a comerciar con las Indias españolas) y el “asiento de negros” (monopolio del comercio de esclavos con las Indias).
El Tratado de Utrecht marcó el inicio de la hegemonía británica y el declive del poderío español en Europa.
Los Decretos de Nueva Planta y la Centralización Borbónica
Una de las reformas más trascendentales de Felipe V fue la promulgación de los Decretos de Nueva Planta. Estos decretos, aplicados de forma sucesiva a los territorios de la Corona de Aragón (Valencia y Aragón en 1707, Cataluña en 1716) que no habían apoyado a Felipe V durante la Guerra de Sucesión, tuvieron como objetivo principal:
- Suprimir los fueros e instituciones propias de estos territorios.
- Imponer las leyes e instituciones de Castilla.
- Centralizar el poder político y administrativo en manos del rey.
Esta medida, aunque en consonancia con el proyecto centralizador de los Borbones, también se interpreta como un castigo a los territorios que habían apoyado al Archiduque Carlos. Como consecuencia, se produjo una uniformización política y administrativa, aunque el País Vasco y Navarra mantuvieron sus fueros por su apoyo a Felipe V durante la guerra.
Además de la supresión de los fueros, Felipe V eliminó las Cortes de la Corona de Aragón, dejando únicamente las de Castilla, que quedaron vacías de contenido político. En 1713, se aprobó la Ley Sálica, que impedía el acceso al trono a las mujeres, una costumbre francesa que tendría importantes consecuencias en el futuro.
Objetivos de las Reformas Borbónicas
El ascenso de Felipe V al trono implicó profundas reformas con dos objetivos fundamentales:
- Reforzamiento del poder real: Consolidar el absolutismo monárquico siguiendo el modelo francés de Luis XIV.
- Centralización y uniformidad administrativa: Todas las decisiones de gobierno debían emanar del rey y sus ministros, y aplicarse a todos los súbditos por igual.
Reformas Administrativas y Territoriales
Para lograr estos objetivos, se implementaron diversas reformas:
- División de España en regiones militares y demarcaciones provinciales, encabezadas por un Capitán General con amplios poderes.
- El Capitán General también presidía las Reales Audiencias, con competencias judiciales.
- En las colonias americanas se mantuvieron los virreinatos.
- La Real Audiencia de Canarias se encontraba en Las Palmas de Gran Canaria.
La Ilustración y el Despotismo Ilustrado en España
El reinado de Carlos III (1759-1788) se caracterizó por la implementación de numerosas reformas inspiradas en la Ilustración y el Despotismo Ilustrado. La Ilustración fue un movimiento intelectual que promovía la razón, la ciencia y el progreso. El Despotismo Ilustrado, por su parte, fue una forma de gobierno que buscaba combinar el absolutismo monárquico con las ideas ilustradas para modernizar el país.
Principales Reformas de Carlos III
- Fortalecimiento del Estado: Se buscó aumentar el poder del rey, mejorar la administración, reformar los ayuntamientos y crear más tribunales de justicia. Se estableció una bandera para la monarquía.
- Agricultura: Se limitaron los privilegios de la Mesta, se impulsó la colonización de nuevas tierras, se construyeron infraestructuras de regadío y se promovieron programas de Reforma Agraria (Campomanes, Olavide, Jovellanos).
- Comercio: Se fomentó la creación de mercados de bienes y capitales, se liberalizó el comercio (libre circulación de grano en 1765, fin del monopolio de Cádiz con América) y se creó el Banco de San Carlos en 1782. Se promovieron compañías comerciales privilegiadas.
- Industria: Se liberalizó el proceso de fabricación (atacando a los gremios), se establecieron aranceles para proteger la industria nacional y se apoyaron las Sociedades Económicas de Amigos del País. Se fomentó la industria del campesino a tiempo parcial y se defendió el valor del trabajo artesanal.
- Reformas educativas: Se promovió una enseñanza útil y práctica, se crearon las Reales Academias, se reformaron las universidades (apoyo a los “manteístas”) y se fundaron nuevas instituciones culturales y científicas (Jardín Botánico).
- Política regalista con la Iglesia: Se buscó el control y sometimiento de la Iglesia al Estado, restringiendo los derechos temporales del clero, frenando a la Inquisición y expulsando a los Jesuitas en 1767.
- Reforma del ejército y la armada: Se introdujeron cambios en el sistema de reclutamiento (leva obligatoria), se reorganizó la estructura militar (sustitución del tercio por el regimiento) y se potenció la marina con la construcción de nuevos astilleros y arsenales (Ferrol).