Utopía de Tomás Moro: Organización, Costumbres y Sociedad

¿Cómo es Utopía?

La isla de Utopía tiene aproximadamente 200 millas en su parte más ancha, con un perímetro de 500 millas, lo que le da una forma de luna en cuarto creciente. Dos astas, separadas por 11 millas, forman un plácido lago de aguas tranquilas. La costa está llena de puertos estratégicamente ubicados y bien utilizados por sus habitantes. Se dice que Utopía no siempre estuvo rodeada de agua; un istmo fue destruido para lograr una independencia total de cualquier continente cercano.

Ciudades y Organización Territorial

La isla cuenta con 54 ciudades, todas similares y separadas de tal manera que nunca se tarda más de un día en llegar a la más cercana. Amauroto, la capital, se sitúa en el centro de la isla. Aunque todas las ciudades son iguales, Amauroto se distingue por albergar el Senado.

Las ciudades comparten lengua, costumbres, instituciones y leyes. La distribución del terreno es prácticamente idéntica, y ninguna busca expandir sus confines, ya que sus habitantes se consideran cultivadores de las tierras, no sus dueños.

Agricultura y Trabajo

Todos los habitantes participan en el cultivo de las tierras. Lo hacen por turnos y por familias, ocupando casas estatales equipadas con los instrumentos necesarios. El período en el campo es de dos años, tras lo cual regresan a la ciudad. Así, todos conocen las tareas agrícolas. Los agricultores también crían animales y transportan sus productos a la ciudad. Cada familia tiene 40 miembros y cada 30 familias tiene asignado un Filarca.

“En Utopía, conociendo una ciudad, se conocen todas” (1). Por ello, describiré brevemente su capital, Amauroto.

Descripción de Amauroto

Amauroto se extiende en la ribera de un gran río navegable que desemboca en el mar. Un puente alto permite el paso seguro de los barcos. Otro pequeño río nace en el mismo monte donde se asienta la ciudad.

La ciudad está rodeada por una magnífica e invulnerable muralla maciza y un foso seco y profundo. Lo más llamativo para cualquier visitante son las casas, cuyas puertas nunca se cierran, permitiendo la entrada a cualquiera, ya que no existe la propiedad privada. Las casas se cambian por sorteo cada diez años y cada una posee su huerto.

Gobierno y Magistrados

Cada 30 familias elige un magistrado, llamado Filarca o Sifogrante. Cada diez Filarcas eligen un Jefe entre cuatro candidatos elegidos por el pueblo. Este cargo es vitalicio, a menos que sea depuesto por intento de tiranía.

Quien solicite un cargo público jamás lo conseguirá. Ningún magistrado se muestra terrible ni orgulloso. Se le rinden honores, aunque nadie está obligado a hacerlo.

El Senado se reúne cada tres días para tratar asuntos de Estado. Nada se decreta sin haber sido discutido en el Senado con tres días de antelación. “Primero se medita, después se habla” (2).

Profesiones y Vestimenta

La ocupación común es la agricultura. Además, cada ciudadano se instruye en una profesión propia: cultivo y tratamiento de la lana, arte de trabajar el lino, oficios de cantero, herrero o carpintero.

Generalmente, cada uno aprende la profesión de su familia, pero si alguien tiene otros intereses, es adoptado por la familia que tenga ese oficio.

Los vestidos son comunes en toda la isla, diferenciándose solo según el sexo y la condición de soltero o casado. Cada familia fabrica sus propios trajes.

Jornada Laboral y Ocio

Se dedican seis horas al trabajo: tres por la mañana, antes de comer, y tres por la tarde, antes de cenar. Se acuestan a las ocho y duermen ocho horas.

“Las horas de ocio tienen que ser ocupadas por otras aficiones (…) Los juegos de azar están prohibidos” (3).

Estructura Familiar y Matrimonio

La ciudad se compone de familias formadas por parentesco. Las mujeres, al casarse, viven en la casa del marido, donde permanecen los hijos varones y los nietos bajo la obediencia del más anciano.

Cada ciudad se divide en cuatro zonas. En el centro de cada una hay un mercado provisto de todo. Los cabezas de familia piden lo que necesitan y se lo llevan sin entregar dinero ni compensación.

Cada barrio tiene grandes edificios donde viven los Sifograntes. A cada uno hay adscritas 30 familias, que comen allí. Las comidas son cortas, para continuar trabajando. Las cenas son más largas, con música y postres.

Existen cuatro hospitales amplios, donde los enfermos no sufren estrecheces ni riesgo de contagio.

Las mujeres no se casan antes de los 18 años y los hombres hasta los 22. En la elección de cónyuge, la prometida, virgen o viuda, es expuesta desnuda a los ojos del pretendiente. A su vez, el novio es presentado ante la muchacha igualmente desnudo.

Viajes y Movilidad

Para ir de una ciudad a otra se requiere permiso de los Sifograntes. Estos organizan el viaje de un grupo, con una carta del príncipe que certifica el permiso y la fecha de regreso. “Se les facilita un vehículo y un esclavo público que conduce y cuida los bueyes (…) a menos de llevar consigo mujeres, los viajeros renuncian a él, como impedimento y molestia” (4). No llevan nada para el viaje, pero nada les falta. Si se detienen más de un día en un lugar, practican su oficio para obtener comida.

Economía y Metales Preciosos

Los utópicos no conocen la moneda. Aunque parezca increíble, conservan el oro y la plata en forma de palanganas y otros recipientes de uso íntimo, tanto en edificios públicos como particulares.