Las Lenguas de España y el Fenómeno del Bilingüismo
1. Introducción
España se caracteriza por su diversidad lingüística, albergando cuatro lenguas principales: tres romances (castellano, catalán y gallego) y una no románica (el vasco o euskera). Además de estas lenguas, existen diversos dialectos en el territorio español.
El castellano, consolidado como lengua nacional, se extendió más allá de España, llegando a zonas de América del Norte, Hispanoamérica, el Sáhara y Guinea Ecuatorial.
Durante el siglo XX, el régimen de Franco suprimió el uso público de las lenguas autonómicas, priorizando el español. Sin embargo, con la Constitución de 1978, se reconoció la pluralidad cultural y lingüística de España. El modelo autonómico español, con 17 comunidades, establece una lengua oficial (el castellano) y tres cooficiales en sus respectivos territorios.
2. Lenguas Constitucionales
2.1. El Gallego
El gallego es una lengua romance con raíces en la comunidad galaico-portuguesa.
Se habla principalmente en Galicia (Pontevedra, La Coruña, Lugo y Orense), así como en zonas del oeste de Asturias y en El Bierzo (León).
Alcanzó su apogeo en la Edad Media con las Cantigas en galaico-portugués y las Cantigas de Santa María. Posteriormente, el portugués se consolidó como lengua estatal, mientras que el gallego quedó relegado a un segundo plano. En el siglo XIX, con figuras como Rosalía de Castro (Cantares Gallegos), surgió el Rexurdimento, un movimiento de reivindicación del gallego como lengua literaria. En 1906 se fundó la Real Academia de la Lengua Gallega. Hasta hace poco, el gallego ha experimentado una situación de diglosia, donde el castellano era percibido como la lengua de prestigio en ámbitos formales y públicos, mientras que el gallego se limitaba a entornos rurales y familiares. Actualmente, se ha implementado una política de normalización lingüística para promover el uso del gallego en todos los ámbitos. La Real Academia Gallega y el Instituto de la Lengua Gallega son los organismos encargados de esta tarea, enfrentando desafíos como:
- Normalizar la escritura de una lengua predominantemente oral.
- Crear tecnicismos y neologismos para modernizar una lengua con tendencias arcaizantes.
Actualmente, el 91% de la población gallega comprende el gallego y el 84% lo habla. Se observa un proceso de “galleguización”, donde sectores influyentes en lo económico y cultural utilizan cada vez más el gallego como medio de comunicación.
Rasgos del gallego:
- No diptongación de las vocales tónicas latinas ‘o’ y ‘e’ en ‘ue’ e ‘ie’ (porte – puerta, terra – tierra).
- Conservación de la ‘f’ inicial latina (farina – harina).
- Desaparición de la ‘l’ y la ‘n’ intervocálicas (lua – luna).
- Transformación de los grupos consonánticos ‘pl’, ‘fl’, ‘cl’ en ‘ch’ (plover – llover).
- Uso de los artículos o (el), a (la), os (los) y as (las).
2.2. El Catalán
El catalán tiene sus orígenes en el latín vulgar, aunque algunos estudiosos lo relacionan con la región francesa de Provenza.
Se habla en Cataluña (Barcelona, Tarragona, Gerona y Lérida), las Islas Baleares y Andorra.
El contacto histórico con el castellano ha generado interferencias entre ambas lenguas.
Desde el siglo XVIII y XIX, se produjo un proceso de castellanización. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIX, surgió la Renaixença, un movimiento de reivindicación de la lengua y cultura catalanas. Pompeu Fabra destacó por su labor en la fijación de la norma ortográfica. A principios del siglo XX, se fundó el Institut d’Estudis Catalans. Durante la Segunda República Española, Cataluña obtuvo su Estatuto de Autonomía, pero el régimen franquista supuso un retroceso.
Actualmente, el proceso de normalización lingüística del catalán presenta desafíos, a pesar de su rica tradición literaria. Problemas como la inmigración (que implica el aprendizaje del catalán en edad adulta y de forma asistemática) y las interferencias con el castellano (especialmente en la ortografía) dificultan este proceso.
Después del castellano, el catalán es la lengua con mayor número de hablantes en España, alrededor de 7 millones.
Se habla en Cataluña, Andorra, el Rosellón (Francia), parte de Aragón y Alguer (Cerdeña). Además del catalán, se consideran el valenciano (con 2 millones de hablantes), que muchos consideran una variante del catalán aunque con diferencias significativas, y el balear (con medio millón de hablantes).
Aproximadamente el 90% de la población entiende el catalán, el 70% lo habla y más del 30% lo escribe. En Barcelona, el porcentaje de comprensión y uso oral del catalán es menor debido a la inmigración y la presencia de los “charnegos”, inmigrantes con una actitud lingüística contraria al catalán.
Rasgos del catalán:
- Abundancia de palabras terminadas en consonante (nit – noche).
- Conservación de la ‘f’ inicial latina (fil – hijo).
- Conservación de los grupos consonánticos ‘pl’, ‘fl’, ‘cl’ (flama – llama, plora – llora).
- Conservación de la ‘g’ ante ‘e’, ‘i’ que no evoluciona a ‘h’ (germans – hermanos).
2.3. El Vasco o Euskera
Se habla en el País Vasco (Guipúzcoa, Vizcaya, Álava), el norte de Navarra e Iparralde (País Vasco francés).
Es la única lengua de España no derivada del latín. Su origen es antiguo e incierto.
El conocimiento del euskera ha sido históricamente limitado debido a su complejidad, la oficialidad del castellano, la presión política y su carácter predominantemente oral hasta épocas recientes.
Su cultivo literario es tardío; el primer libro en euskera data del siglo XVI. Existe una modalidad estándar, el euskera batúa, que facilita su uso en medios de comunicación, enseñanza y ámbitos oficiales. La normalización lingüística se impulsa a través de la Real Academia de la Lengua Vasca, los medios de comunicación, la enseñanza, los partidos nacionalistas y las editoriales.
Actualmente, el euskera se encuentra en pleno desarrollo.
En Navarra, el castellano es la lengua general, pero el vasco se habla en algunos territorios del norte.
Rasgos del vasco:
- Lengua aglutinante: se forma mediante prefijos y sufijos.
- Ausencia de distinción de género gramatical.
- Compleja conjugación verbal.
3. El Bilingüismo
El bilingüismo es una realidad en algunas comunidades autónomas de España.
Se considera bilingüe a un individuo que, además de su lengua materna, posee un dominio similar de otra lengua y puede utilizarlas indistintamente en cualquier situación. Implica competencia lingüística (hablar, escribir, entender y expresarse) en ambas lenguas.
La diglosia, por otro lado, se refiere a una situación de desequilibrio entre dos lenguas en un mismo territorio, donde una tiene mayor prestigio social que la otra.
Se distinguen dos tipos de bilingüismo: individual (referido a una persona) y social (referido a una comunidad).
El español hablado en comunidades bilingües presenta variaciones en entonación, pronunciación, gramática y léxico. Algunas diferencias notables son:
- Hablantes de vasco: Pronunciación marcada de la ‘s’, leísmo, uso particular del condicional.
- Hablantes de catalán: Tendencia a pronunciar la ‘d’ final como ‘t’, uso del verbo ‘haber’ en plural en oraciones impersonales.
- Hablantes de gallego: Uso del pretérito perfecto simple en lugar del compuesto.
Las interferencias lingüísticas y los vulgarismos son comunes debido a la similitud entre palabras del castellano y de las lenguas cooficiales. Por ejemplo, en Cataluña se puede encontrar “questión” en lugar de “cuestión”, y en Galicia, “exagerar” en lugar de “exagerar”.