España en el Siglo XIX: De Carlos IV a Fernando VII – Crisis, Guerra y Liberalismo

Carlos IV fue nombrado monarca en 1788, por lo que su subida al trono se vio marcada por la influencia de la Revolución Francesa y de las ideas liberales que llevó consigo. Esto produjo el rechazo de la corte y de los privilegiados. Para evitar dicha influencia, nombró a Manuel Godoy secretario de Estado, eliminó la influencia ilustrada de su gobierno y cerró la frontera. Tras la ejecución de Luis XVI, España se unió a la coalición militar europea contra Francia en 1793, aunque las tropas españolas no tardaron en ser derrotadas. En 1795, con la Paz de Basilea, sometió a España a los intereses franceses.

Con Napoleón en el poder y España como aliada de Francia, se produce la guerra contra Gran Bretaña, donde la flota franco-española es derrotada en Trafalgar frente al general Nelson, lo cual supuso una crisis española debido a la pérdida de casi toda la flota y a que no era posible acceder a los recursos de la hacienda española en América. Godoy intentó poner solución a esta crisis con el endeudamiento, con el aumento de contribuciones y con la desamortización, lo cual contó con el descontento de la nobleza, el clero, el pueblo y también de Fernando VII.

En 1807, con el Tratado de Fontainebleau, la situación empeora para España al permitir el paso de los franceses hacia Portugal. La entrada se produce en febrero de 1808 y fueron ocupando plazas estratégicas en España. En marzo, la familia Real huyó a Aranjuez y con ello, el 18 de marzo de 1808, tiene lugar el Motín de Aranjuez, donde se exige la destitución de Godoy y la renuncia de Carlos IV. Al día siguiente, Fernando VII es nombrado rey y, debido a esto, Carlos IV pide ayuda a Napoleón, que convoca a ambos en Bayona y los hace abdicar, creando a su vez el Estatuto de Bayona, de carácter reformista, el cual suprime los privilegios y establece la igualdad ante la ley, impuestos y cargos públicos para todos los ciudadanos españoles, y nombra a su hermano José I rey de España.

Tras los hechos sucedidos, quedó claro que nos encontramos ante una invasión y corrió el rumor de que los reyes españoles estaban secuestrados en Bayona a manos de Napoleón, lo cual dio lugar al levantamiento del 2 de mayo en Madrid. Las instituciones perdieron el control y, ante el vacío de poder, se crearon las juntas que más tarde dieron lugar a la Junta Central Suprema que reconoció a Fernando VII como rey. Voluntarios y el ejército consiguieron victorias como Bruc y Bailén que obligaron a José I a replegarse al norte del Ebro. Debido a esto, Napoleón entró a España y se hizo con Aragón, Cataluña y Madrid. También se produce el regreso de José I. Adquirió su máximo nivel de expansión en España en 1812 con el dominio de Valencia y fue decayendo debido a la invasión de Rusia, lo cual facilitó el ataque de las tropas británicas y españolas comandadas por Wellington, las cuales vencieron a las tropas francesas en Arapiles. También entra en juego un nuevo tipo de guerra: las guerrillas, las cuales consistían en guerra total jugando con el factor sorpresa y conociendo muy bien el terreno.

En 1813, Napoleón firmó el Tratado de Valençay tras la huida de José I y restableció la monarquía de Fernando VII. En esta guerra encontramos las posiciones del clero y la nobleza que esperaban la vuelta del absolutismo con Fernando, los moderados que querían reformas dentro del antiguo régimen, los liberales que desean un nuevo régimen basado en soberanía nacional, separación de poderes y libertades individuales y, por otra parte, encontramos a los afrancesados que fueron españoles a favor del régimen de José I ya que lo veían como una oportunidad de modernización para el país.

Consecuencias de la Guerra

Como consecuencias de la guerra encontramos que el índice de mortalidad era mayor entre la población civil que en las tropas regulares, la natalidad disminuyó, la producción agrícola quedó destruida, la industria colapsada, el comercio paralizado y el transporte afectado también. Tuvo un coste enorme y provocó una deuda inasumible donde los gastos eran superiores a los ingresos.

El obispo de Orense sustituyó a la junta y terminó de organizar las cortes con 300 diputados, de carácter no estamental, unicameral y quedaron inauguradas en 1810. Los liberales consiguieron que en esta se aprobara la soberanía nacional, acordaron división de poderes y reconocieron como legítimo rey a Fernando VII. Esto fue algo revolucionario ya que los poderes antes eran del rey, eliminaba privilegios al hacer a los ciudadanos iguales ante la ley y con los mismos derechos. Las cortes elaboraron leyes y aprobaron decretos con lo cual acabar con el antiguo régimen.

La Constitución de Cádiz

En 1812, el 19 de marzo, se promulgó la Constitución de Cádiz en la que se establecía el sufragio universal masculino a mayores de 25 años, se garantizaba la seguridad individual mediante la inviolabilidad del domicilio, los derechos penales y la abolición de la tortura. Se basaba en la división de poderes donde las cortes poseían el legislativo, el rey el ejecutivo y el derecho a veto dos años y los tribunales el judicial.

Para acabar con el antiguo régimen se abolió el régimen señorial por lo que los señores pasaron a ser propietarios y dejaron de tener todos los poderes sobre sus tierras. Se intentaron llevar a cabo una serie de reformas como por ejemplo la agraria pero esto se vio imposibilitado o dificultado por la guerra. Se decretó el libre comercio, industria y trabajo suprimiendo los gremios y aduanas.

En las Cortes hay división, la cual podemos observar con la proposición de la libertad de imprenta donde veremos quienes pretendían reformar la sociedad y quienes optan por el antiguo régimen. Esta propuesta fue aprobada aunque con limitaciones ya que se estableció una junta de censura para evitar los excesos. Como la libertad de imprenta es incompatible con la inquisición, esta fue abolida el 22 de febrero de 1813, aunque volvió en 1814 con Fernando VII, suprimida en el 1820 y con fuertes presiones desde el 1823 para que volviera a ser instaurada y finalmente abolida de forma definitiva en 1834.

Independencia de las Colonias Americanas

Por otra parte, la independencia de las colonias americanas comienza en el 1808 cuando las autoridades americanas no acataron la monarquía de José I y formaron juntas que al principio se encontraban vinculadas con la suprema, pero que poco a poco se fueron desvinculando. En 1809 se funda la junta de Buenos Aires y Caracas, en 1811 se independiza Paraguay, en el congreso de Tucumán lo hace Argentina, el General San Martín logró la independencia de Chile, Simón Bolívar fundó Colombia, Fernando VII vendió Florida a Estados Unidos, México también se independizó en 1821 y finalmente Sucre derrotó a los españoles en Ayacucho en 1824 independizando Perú y Bolivia. España perdió todas las colonias excepto Cuba, Filipinas y Puerto Rico.

El Regreso de Fernando VII y el Absolutismo

En España, en 1814, se produce la vuelta de Fernando VII y con ello la vuelta al absolutismo, declarando nula la Constitución y restableciendo el Antiguo Régimen a través del Manifiesto de los Persas, persiguió a liberales y afrancesados y se negó a las reformas por lo cual fue imposible solucionar los problemas que había dejado la guerra consigo. El pueblo ya acostumbrado al nuevo régimen se negaba a pagar determinadas rentas, pedían libertad de comercio e industria entre otros.

El Trienio Liberal

Hasta que el 1 de enero de 1820 se produjo un pronunciamiento a favor de la Constitución encabezado por Rafael del Riego en las cabezas de San Juan debido a que el ejército no quería combatir en América. El rey tuvo que aceptar la Constitución y el nuevo gobierno permitió la vuelta de afrancesados y liberales. Durante el Trienio se llevó a cabo una importante obra reformista y que tenía como fin la abolición definitiva del antiguo régimen tomando las siguientes medidas:

  • Supresión de los señoríos
  • Desamortización de las tierras del clero
  • Disminución del diezmo
  • Reforma fiscal
  • Eliminación de los gremios y libertad de industria y comercio

Se crea una milicia nacional para mantener el orden, división del territorio en provincias, primer código penal (1822), reforma del ejército e impulsó la educación. Estas reformas dieron lugar a conflictos ya que la monarquía y los absolutistas no se hallaban conformes ni tampoco los campesinos que al acabar con los señoríos podían ser expulsados de la tierra si no pagaban.

Tales fueron las tensiones que los liberales se dividieron en moderados, los cuales no crean conflictos con el rey y estaban abiertos a la negociación con realistas, y en exaltados que querían libertad, reformas y acabar con los realistas. El trienio llegó a su fin en 1823 debido a que sus ideas habían contagiado otros territorios y para ponerle freno a esto se crearon los 100.000 hijos de San Luis los cuales derrotaron fácilmente a los liberales y tras hacerse con Madrid se restableció la monarquía absoluta de Fernando VII.

Con el regreso del absolutismo se creó un cuerpo militar encargado de la persecución del liberalismo y pese a la necesidad de ciertas reformas el rey se negaba por miedo a este. A partir de 1825 buscó la colaboración con la burguesía moderada y propuso un nuevo ministro de hacienda que impulsase una reforma fiscal para recaudar los impuestos haciendo pagar a los privilegiados. Incrementó la desconfianza al no restablecer la inquisición.

En 1829 se casó con su sobrina María Cristina de Borbón y en 1830 tuvo una hija. Para poder nombrarla sucesora promulgó la Pragmática Sanción que autorizaba a la sucesión femenina al trono la cual estaba anteriormente prohibida por la Ley Sálica.