El Gobierno Provisional
Las nuevas autoridades desarrollaron una intensa labor que incluyó la convocatoria a Cortes Constituyentes para junio. Sus primeras actuaciones se centraron en:
- La reforma militar, que obligaba a todos los militares a prestar juramento de fidelidad a las instituciones republicanas, y en caso de no hacerlo, se establecía el pase a la reserva con el sueldo íntegro.
- En el medio rural se aprobaron decretos sobre la obligatoriedad de tener labradas las tierras y de emplear trabajadores del término municipal correspondiente, así como la jornada de 8 horas.
- La instrucción pública, con la creación de miles de escuelas y de puestos de maestros, la subida de sus sueldos, la supresión de la enseñanza religiosa en las escuelas y la fundación de las Misiones Pedagógicas.
En Cataluña, Macià proclamó unilateralmente el Estado Catalán. Tras negociaciones con el Gobierno Provisional, este estado fue sustituido por una Generalitat encargada de preparar un Estatuto para Cataluña. La Iglesia mantuvo, en principio, una actitud prudente aunque el Cardenal Segura, Primado de España, publicó una carta pastoral en que atacaba a la República y fue expulsado del país. En este ambiente enrarecido y, ante la pasividad del gobierno, más de 100 edificios de la Iglesia fueron incendiados.
La Constitución de 1931
Las elecciones se celebraron en junio de 1931. La participación fue elevada y triunfaron las candidaturas de centro y de izquierda. Las Cortes, presididas por el socialista Julián Besteiro, refrendaron al Gobierno Provisional y se creó una comisión para elaborar una nueva Constitución. Los debates más intensos se produjeron sobre la cuestión religiosa. Se estableció la separación entre la Iglesia y el Estado y se prohibió a las órdenes religiosas el comercio, la industria y la enseñanza. Los diputados de derechas votaron en bloque contra artículos, el Presidente del Gobierno Alcalá Zamora dimitió y fue sustituido por Azaña. Se aprobó el sufragio femenino y la Constitución fue aprobada en diciembre de 1931 con los votos del centro y la izquierda y la oposición de los diputados de derechas.
Según la Constitución, España era un Estado republicano, progresista, descentralizado y laico. La Constitución reconocía un extenso conjunto de libertades políticas y derechos sociales como la preeminencia de los intereses colectivos sobre los individuales, la protección de los trabajadores, la igualdad laboral de los dos sexos y la reforma agraria. Se daba cauce a la existencia de Estatutos Regionales y se renunciaba al uso de la guerra. La Constitución consagraba el unicameralismo y un modelo parlamentario basado en el predominio de las Cortes sobre el poder ejecutivo. El Presidente de la República era designado por 6 años y sus poderes quedaron muy limitados, a pesar de que podía disolver las Cortes 2 veces y nombrar al Presidente del Gobierno, que debía contar con la confianza de la Cámara.
El Gobierno Reformista
Manuel Azaña constituyó un gobierno de republicanos de izquierda, independientes y socialistas que llevó adelante las siguientes reformas:
Ejército
Pretendía modernizarlo, subordinarlo al poder civil, asegurar su lealtad a la República y adecuar sus efectivos a las necesidades reales del país. Se clausuró la Academia General de Zaragoza, la justicia civil se amplió a costa de la militar y se prohibieron los Tribunales de Honor. Se creó la Guardia de Asalto que era una policía afecta a la República y se mantuvo la Guardia Civil.
La Cuestión Religiosa
Las leyes sobre la materia religiosa fueron percibidas desde el catolicismo como muestra del laicismo intransigente. En enero de 1932 se aprobaron leyes que autorizaban el divorcio, la secularización de los cementerios y la disolución de la Compañía de Jesús. También se limitó el ejercicio del culto católico en 1933 y se prohibió la docencia a las órdenes religiosas.
Reformas Educativas
Los afanes reformistas de la República se volcaron sobre la educación como instrumento de redención de las clases humildes y de modernización del país. El esfuerzo del gobierno se dirigió a:
- La creación de 5000 escuelas públicas al año, la formación y dignificación del profesorado con un aumento del salario y un mayor reconocimiento social.
- La implantación del laicismo, con la regulación de la enseñanza de la religión católica.
La Reforma Agraria
El injusto reparto de la propiedad de la tierra constituía uno de los problemas históricos de España. Su redistribución pretendía crear una clase media agraria defensora de la República, lograr un aumento de la producción y un mercado estructurado. En septiembre de 1932 se aprobó la Ley de Bases para la Reforma Agraria que permitía la expropiación de determinados tipos de tierras con indemnización y su redistribución entre los campesinos que podían explotarlas de forma individual o colectiva.
La aplicación de la ley fue lenta por su complejidad, la lentitud burocrática, los altos costes de las expropiaciones, los conflictos en el medio rural y la resistencia de los propietarios.
Los Estatutos Regionales
En septiembre de 1932 fue aprobado el Estatuto de Autonomía de Cataluña que dotaba a esta comunidad de un Parlamento y un Gobierno propios con amplias competencias sobre los gobiernos municipales, las obras públicas, el orden público y la universidad. La enseñanza era competencia compartida y el castellano y el catalán eran lenguas oficiales.
La Cuestión Social
Uno de los objetivos del gobierno era mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora pero las reformas eran lentas y las bases de los partidos obreros desbordaron con frecuencia a sus dirigentes y participaron en actos revolucionarios en demanda de mejoras que no llegaban. Los conflictos sociales y los brotes de violencia se sucedieron por todo el país. La represión policial alejó a la clase obrera y parte de la izquierda de Azaña. La onda expansiva de la crisis del 29 se hizo sentir en España y el paro llegó a las 650.000 personas. Por ello aumentaron el malestar social y los conflictos ante los cuales el gobierno se mostró impotente. La izquierda dejó de respaldar a Azaña y la derecha se reorganizó. Alcalá Zamora retiró su confianza a Azaña y se convocaron elecciones para noviembre de 1933.
Alzamiento Militar y Comienzo de la Guerra
El 17 de julio de 1936 las guarniciones de Melilla, Ceuta y Tetuán se sublevaron contra la República. Durante la siguiente madrugada, el comandante militar de Canarias, Franco, se adhirió al golpe de estado. El día 18 el alzamiento se extendió por toda la península. Algunas guarniciones se sublevaron, otras permanecieron fieles al gobierno y en algunos lugares la resistencia de los grupos obreros derrotó a los golpistas. En Castilla y León, Canarias, Galicia, Navarra, el norte de Extremadura, el oeste de Aragón y Andalucía, Granada, Álava y Oviedo, así como el Protectorado, se impusieron los rebeldes.
El Presidente del Gobierno Casares Quiroga, desbordado por la situación, y contrario al reparto de armas exigido por las organizaciones obreras para combatir, dimitió. Le sustituyó Martínez Barrio para negociar con el General Mola, pero las conversaciones fracasaron. Martínez Barrio abandonó y fue sustituido por José Giral que cedió a las peticiones de los partidos y sindicatos obreros y repartió armas al pueblo. El día 21 la situación se estabilizó y España quedó dividida entre una zona fiel a la República y otra a la sublevación.
- La España Republicana, constituida por 21 capitales de provincia y 14 millones de habitantes. Conservaba toda la industria pesada y textil, la minería, la producción de frutas de exportación y las reservas de oro del Banco de España.
- La España Nacional, formada por 29 capitales de 11 millones de habitantes. Poseía la producción de cereales de Castilla y la cabaña ganadera gallega.
El ejército quedó dividido, al igual que la Guardia de Asalto y la Civil, aunque la proporción de mandos profesionales fue mayor entre los sublevados. La aviación estaba en poder de la República, así como la mayor parte de la flota. El Ejército de África desnivelaba la correlación de fuerzas a favor de los sublevados. Al principio, en el bando republicano se formaron las milicias obreras, que posteriormente fueron sustituidas por el Ejército Popular de la República. En el lado nacional, la Falange organizó sus unidades armadas, así como los carlistas, denominados requetés, que se integraron más tarde en el Ejército Nacional.
Etapas de la Guerra
Ofensiva sobre Madrid
Durante los primeros meses del conflicto se impuso la guerra de columnas. La estrategia militar de los sublevados se centró en la toma de Madrid. En el sur, el Ejército de África logró atravesar el Estrecho de Gibraltar gracias a un puente aéreo con Sevilla, y a los convoyes de barcos protegidos por la aviación alemana e italiana. En agosto el General Yagüe tomó Mérida y puso en contacto los dos sectores de la España Nacional. Con el objetivo de tomar Madrid, la columna del norte dirigida por Mola tomó los puertos de Somosierra y de los Leones en el Sistema Central, pero las milicias populares les impidieron continuar el avance. En el País Vasco los nacionales ocuparon Irún y San Sebastián y el General Varela conectó Córdoba con Sevilla y Granada.
La ofensiva sobre Madrid, dirigida por Franco, se desvió para rescatar en Toledo al Coronel Moscardó quien resistía sitiado en el Alcázar. En noviembre, las columnas de vanguardia de los sublevados llegaron a la Ciudad Universitaria y el gobierno republicano se trasladó a Valencia. La ayuda extranjera comenzó a llegar en otoño de 1936. Los golpistas recibieron de la Legión Cóndor alemana y de la CTV, con piezas de artillería, carros blindados y aviones de combate modernos. Los republicanos recibieron armas soviéticas, a las que se sumaron los primeros contingentes de las Brigadas Internacionales. Madrid resistió y Franco modificó su estrategia e intentó el aislamiento de la capital pero la batalla del Jarama que trató de impedir las comunicaciones con Valencia, apenas movió el frente. Asimismo los sublevados fracasaron en la batalla de Guadalajara, último intento de cercar Madrid.
La Campaña del Norte
El objetivo era conseguir el dominio de la franja cantábrica donde la República permanecía aislada, con un mando disperso y un ejército mal equipado. En marzo de 1937 las tropas de Mola rompieron el frente vasco. La Legión Cóndor bombardeó Guernica y Bilbao cayó en junio, quedando la industria siderúrgica en manos de los sublevados. Los republicanos lanzaron contraofensivas en Brunete y Belchite pero fracasaron. En octubre de 1937 la campaña había terminado y los sublevados incorporaron la siderurgia vasca, el carbón asturiano y las fábricas de armas, además de puertos importantes como el de Bilbao.
La Batalla de Teruel y el Camino hacia el Mediterráneo
En enero de 1938 los republicanos tomaron Teruel que fue recuperada por los sublevados tras una feroz batalla. Tomando la iniciativa, las tropas golpistas dispusieron un gran avance sobre el frente de Aragón y el norte de Castellón para alcanzar el Mediterráneo, lo que consiguieron en Vinaroz en abril de 1938. La República se encontraba en una situación muy precaria, con el territorio dividido, escasez de alimentos y graves enfrentamientos internos, pero Franco no se precipitó en acabar la guerra.
La Batalla del Ebro y el Final de la Guerra
Las unidades más selectas del Ejército Republicano atravesaron el frente del Ebro en julio de 1938. Tras un rápido avance, favorecido por la sorpresa, el frente se estabilizó en Gandesa. La Batalla del Ebro fue larga, con escasos movimientos y alta concentración de fuego. En noviembre el ejército franquista reconquistó todas las posiciones y la República se vio perdida. En diciembre del 38 se inició la ofensiva sobre Cataluña y en enero de 1939 las tropas nacionales ocuparon Barcelona y alcanzaron la frontera francesa. La República seguía controlando Madrid, la submeseta sur y parte de Levante, pero sus fuerzas estaban exhaustas. En Madrid el Coronel Casado se hizo dueño e intentó una última negociación con Franco. Pero este únicamente aceptaba una rendición incondicional. En marzo el ejército golpista entró en Madrid sin resistencia y otro avance, en varias columnas, convergió sobre la zona sureste, en plena desbandada republicana. El 1 de abril de 1939 el Cuartel General de Franco emitió el último parte de guerra.