Teatro de Valle-Inclán: Una Evolución Constante
La evolución interna del teatro de Valle-Inclán muestra una constante voluntad de renovación y ruptura tanto en los aspectos formales como temáticos. Se trata de un proceso que no es ni lineal ni unívoco: el autor ensaya diversas vías de invención teatral. El sistema dramático valleinclanesco se basa en una visión del mundo, cuyos elementos pueden rastrearse en sus piezas teatrales anteriores.
Valle comenzó escribiendo un teatro de carácter más convencional, pero rompió con él mediante una vuelta a las fuentes del drama. Esta vuelta adoptará dos direcciones: la del mito y la de la farsa. La primera lo llevará a la adopción de un espacio galaico, y la segunda a la de un espacio dieciochesco. En 1920, con el comienzo del esperpento, aparecerá un nuevo espacio: el de la España contemporánea, pero el procedimiento dramático será el inverso: la desmitificación.
El Esperpento: Más que un Género, una Estética
Las obras que Valle denominó esperpénticas son Luces de bohemia, Los cuernos de don Friolera…
El esperpento de Valle no es solo un género literario, sino una estética y una visión del mundo. Pretende reflejar críticamente una realidad específica, provocando así una toma de conciencia directa del carácter absurdo de esa realidad. La creación del esperpento no surge como algo individual. La tradición de lo grotesco es tan antigua como el arte. En Europa, desde finales del XIX, se puede hablar de la “corriente del esperpento”. El esperpento presenta lo grotesco a través de una serie de procedimientos: distorsión de la apariencia externa, fusión de lo animal con lo humano y mezcla de la realidad con el ensueño. La técnica del esperpento es la captación, distorsión y ridiculización de las imágenes como si se tratase de un espejo cóncavo. Valle recurre a la apariencia deforme y los rasgos ridículos de la figura humana.
La visión grotesca depende de la manera en que el autor manipula al personaje convertido en muñeco. El propio Valle explica la relación entre esperpento y extrañamiento al hablar de las tres formas de ver la realidad:
- De rodillas: es la forma en que Homero vela a sus personajes, dioses y héroes frente a los que se sentía inferior.
- En pie: es el método de Shakespeare, quien retrata protagonistas literarios con una naturaleza semejante a la nuestra.
- En el aire: que es la forma de ver a los personajes “desde arriba” a los que se puede manejar como muñecos.
Estos aspectos ya aparecen en las tres piezas que forman Martes de carnaval, pero es Luces de bohemia, la obra que se considera esencial. Sus dos redacciones lograron retratar la miseria generalizada, a la que se le une la caricatura cruel del regeneracionismo y de la estética y la moral del arte por el arte. La peregrinación nocturna de Max Estrella con Don Latino cobra valor de una bajada a los infiernos y unifica la obra al presentar de forma panorámica la pobreza material y espiritual de la España contemporánea.
‘Luces de Bohemia’: Análisis Profundo
Aparece publicada por entregas en el semanario España en el año 1920. En 1924 se publica el libro, con tres escenas añadidas. La obra cuenta la última noche de la vida de Max Estrella, poeta miserable y ciego. La obra es una parábola trágica y grotesca de la imposibilidad de vivir en una España deforme, injusta, opresiva y absurda.
Valle-Inclán prescinde de la división en actos, con presentación, nudo y desenlace. La obra se compone de 15 escenas que se agrupan en dos partes.
La primera parte abarca las 12 escenas con una duración de 12 horas: del anochecer a la madrugada. Se cuenta el viaje a los “infiernos”, parodia de la Divina Comedia de Dante. La segunda parte, lo que ha llamado “epílogo” abarca las escenas XIII, XIV, XV. Se establece un nuevo paralelismo entre la última escena y la primera: se lleva a cabo aquel suicidio anunciado al principio de la obra.
La unidad de la acción, a pesar de lo dispersa que aparece, del desfile de personajes, de la cantidad y diversidad de escenarios, se logra a través de diversos elementos, algunos de los cuales constituyen además temas y motivos de la obra, que es la aparición de los mismos personajes, presencia de la muerte a través de la figura del obrero catalán y del suicidio, el décimo de la lotería y la capa empeñada, y el estilo esperpéntico, que se manifiesta durante toda la obra.
Luces de bohemia presenta un triple hilo argumental. El argumento superficial, el más evidente, es el que desarrolla la historia de las últimas horas de vida de Máximo Estrella. Estas horas trascurren por la noche madrileña al final del cual el poeta acabará muriendo miserablemente, en la calle, en la puerta de casa.
Desaparecido Max, la acción se prolonga a través de su velatorio, de una conversación entre el Marqués de Bradomín y Rubén Darío en el cementerio. Y una escena en la taberna de Pica Lagartos en la que se informa de que el premio de lotería ha recaído en el décimo de Max y de que Madama Collet y Claudinita se han suicidado. Paralelamente, en las calles de Madrid se desarrolla una huelga de proletarios que funciona como argumento secundario. Sobre la huelga de proletarios se superpone la historia del anarquista catalán, su encarcelamiento y su muerte por tiroteo fuera de la escena, en aplicación de la Ley de Fugas. Esta muerte se interpreta como una represalia por los disturbios originados en la huelga de proletarios.