Reformismo Borbónico: Carlos III y Política Exterior en España (Siglo XVIII)

Carlos III y el Despotismo Ilustrado

Carlos III (1759-1788) practicó el **despotismo ilustrado**: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Su política reformista chocó con la oposición de la nobleza y de la Iglesia, sobre todo los jesuitas, que fueron expulsados por promover el denominado *Motín de Esquilache* de 1766.

Principales Reformas de Carlos III

  • Fomento de la agricultura: Se liberalizó el precio del grano y aumentaron las tierras cultivadas. Pero la Ley Agraria de Campomanes, que buscaba una reforma de las estructuras de la propiedad, no llegó a desarrollarse.
  • Fomento de las manufacturas: Se crearon las Reales Fábricas (Tapices, Cristales, Porcelanas) y se favorecieron talleres privados libres de las restricciones gremiales.
  • Fomento del comercio: Se suprimió la tasa de granos, se eliminaron las aduanas interiores, se liberalizó el comercio con América y mejoraron las infraestructuras.
  • Revalorización del trabajo: Se promulgaron decretos que perseguían la mendicidad y establecían la dignidad de cualquier actividad productiva, incluso para la nobleza.
  • Reforma de la Hacienda: Se creó el Banco de San Carlos en 1782, precedente del Banco de España.
  • Reforma educativa: Se extendió la enseñanza primaria y se promovieron las ciencias útiles: química, matemáticas, ciencias naturales.

Evolución de la Política Exterior en Europa

El objetivo de la política exterior de los Borbones fue revisar el Tratado de Utrecht y recuperar el sur de Italia, Menorca y Gibraltar.

Política Exterior por Reinado

  • Felipe V (1701-1746): Intentó recuperar por la fuerza los territorios italianos perdidos por el Tratado de Utrecht, pero no lo consiguió. Firmó los Tratados de Familia con Francia en 1733 y 1743, y por el Tratado de Viena de 1738 obtuvo Nápoles y Sicilia para el infante don Carlos, futuro Carlos III, con la condición de que no pudiera reinar a la vez en Italia y España. Conseguida la recuperación de los territorios italianos, la política exterior buscó la recuperación de Gibraltar y Menorca.
  • Fernando VI (1746-1759): Llevó a cabo una política de neutralidad frente a las dos grandes potencias, Francia e Inglaterra. Además, en 1753 firmó el Concordato con la Santa Sede que reforzaba el *regalismo*.
  • Carlos III (1759-1788): Volvió a la política de alianzas con Francia por el Tercer Pacto de Familia de 1761. España intervino en la Guerra de Independencia de las Colonias británicas en Norteamérica a favor de los independentistas. Por el Tratado de Versalles de 1783 España recuperó Menorca.
  • Carlos IV (1788-1808): Luchó contra la Francia revolucionaria, siendo derrotada España en 1795 (Paz de Basilea). Poco después volvió al sistema de alianzas con Francia: firmó el tratado de San Ildefonso (1796) contra Inglaterra y el tratado de Fontainebleau (1807) que autorizaba el tránsito por España de tropas francesas en dirección a Portugal y que Napoleón aprovechó para ocupar España.

La Proyección Exterior: Política Italiana y Norteafricana

Política Italiana

El creciente poder de la monarquía hispánica provocó la reacción de Francia. Los Reyes Católicos respondieron con acciones militares y con una política de alianzas matrimoniales con el Sacro Imperio, Inglaterra y Portugal.

  • Francia y la monarquía hispánica se enfrentan en Italia y por Italia. Objetivo: El Reino de Nápoles.
  • Francia y la monarquía hispánica firman el Tratado de Barcelona en 1493 por el cual Francia restituye a Aragón el Rosellón y la Cerdanya.
  • Francia invade Nápoles en 1494 y Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, obliga al ejército francés a retirarse.
  • En 1499 Luis XII de Francia se anexiona el Milanesado e invade Nápoles y nuevamente, en 1503, el Gran Capitán derrota al ejército francés. El enfrentamiento entre Francia y la monarquía hispánica termina con la anexión del Milanesado por Francia y la integración de Nápoles y la reincorporación del Rosellón y Cerdanya a la Corona de Aragón.

Política Norteafricana

Los Reyes Católicos entendían que la mejor solución para evitar el ataque de los turcos y de los *berberiscos* a las costas españolas era la ocupación de las plazas del norte de África. Así, entre 1497 y 1510, fueron ocupadas las ciudades de Melilla, Orán, Bugía y Trípoli.

Economía y Sociedad en la España del Siglo XVI

Economía

Durante el siglo XVI aumentó la población, siendo más numerosa en Castilla que en Aragón. A finales de siglo la población era de 8.000.000 de personas. El reinado de Carlos I fue de crecimiento económico:

  • Sevilla se enriqueció con el comercio indiano y los puertos del norte de España con la exportación de lana a Europa.
  • Durante el siglo XVI tuvo lugar la revolución de los precios por el aumento de la demanda y la llegada de metales preciosos de América.
  • Los salarios no subieron al mismo ritmo que las mercancías. Es así como los propietarios se enriquecieron mientras que las clases populares se empobrecieron.
  • Todas las regiones aumentaron su riqueza, pero no Cataluña, en decadencia como resultado de la crisis económica de la Baja Edad Media.

Con Felipe II se evidenciaron los primeros síntomas de crisis. Los motivos fueron:

  • El coste de las guerras.
  • El endeudamiento de la Corona –que se declaró en bancarrota en varias ocasiones.
  • La crisis del *vellón*.
  • El escaso desarrollo de la agricultura y de la industria.
  • El ambiente de lujo y ocio de los más ricos.

Sociedad

En la sociedad se distinguían los siguientes grupos:

  • Nobleza: La alta nobleza era propietaria de latifundios y estaba asentada en la Corte; la pequeña nobleza se arruinó por culpa de la inflación. Como consideraban una deshonra trabajar, ingresaban en el ejército, en la Iglesia o emigraban a América.
  • Clero: Los altos cargos de la Iglesia eran ocupados por los *segundones* de la nobleza y disponían de buenas rentas. El bajo clero era pobre y carecía de cultura.
  • Burguesía: Era escasa porque la artesanía y el comercio estuvieron controlados por extranjeros. Los burgueses optaron por inversiones seguras y la compra de tierras, vinculándose al comercio y la banca.
  • Campesinos y trabajadores urbanos: Fueron los más perjudicados por la política fiscal y económica de la Monarquía. Los campesinos eran la inmensa mayoría de la población y podían estar sometidos a la jurisdicción del rey, de la nobleza o de la Iglesia.