Teatro Español Post-1936: Tendencias, Autores Clave y Obras Destacadas

El teatro español posterior a 1936: tendencias, rasgos principales, autores y obras más significativas

La posguerra

Años cuarenta

En esta década predomina lo que el crítico Francisco Ruiz Ramón denomina teatro de la continuidad sin ruptura. Se trata de un conjunto de tendencias que continúan con las concepciones tradicionales del teatro anterior a la guerra civil, en la línea sobre todo de Jacinto Benavente. Se representaban durante estos años obras que no manifestaban actitud crítica alguna hacia la situación que vivía España en aquel periodo. Daban la espalda a la realidad inmediata, remontándose al pasado a través de dramas históricos que ensalzaban valores patrióticos, o planteando historias cómicas e intrascendentes muy del gusto del público burgués. De todo este periodo, lo único que merece la pena ser destacado son las aportaciones de Enrique Jardiel Poncela y de Miguel Mihura, que procedieron a una renovación del humor en el teatro cómico, en una línea muy semejante a la que se estaba desarrollando en Europa a través del llamado teatro del absurdo, que contaba con autores como Eugène Ionesco o Samuel Beckett.

Años cincuenta

Al final de esta misma década, aparece un nuevo público, constituido fundamentalmente por jóvenes universitarios de talante crítico, que demanda un nuevo teatro, más coherente con la realidad del momento y que se enfrentara a los problemas planteados por dicha realidad. La aparición de este nuevo público, junto con una cierta relajación de la censura del régimen franquista, son hechos que explican que en 1949 le fuera concedido el Premio “Lope de Vega” a la obra de Antonio Buero Vallejo, Historia de una escalera, que alcanzó un éxito más que notable en todos los escenarios donde fue representada, y que abría una nueva perspectiva para el teatro español que se perpetúa durante toda la década de los años 50: el teatro realista y social. Se trata de una tendencia dramática que triunfa durante todos los años 50, que se caracteriza por reflejar fielmente los problemas de la sociedad contemporánea desde una perspectiva crítica. En una línea muy semejante, aunque más crítica y más comprometida socialmente se inscribe la obra del dramaturgo Alfonso Sastre, a quien se considera iniciador del teatro de protesta y denuncia, con obras como Escuadra hacia la muerte. Estas tendencias dramáticas representativas de la realidad de su tiempo contaron con otros autores como Lauro Olmo o José Martín Recuerda, o con Max Aub desde el exilio.

Años sesenta

A partir de los años 60, el teatro español se abre a nuevas propuestas, sin que las iniciadas en la década precedente dejen de tener continuidad. Aparecen nuevas opciones como el teatro independiente, conjunto de propuestas alternativas al teatro producido en las salas comerciales, caracterizadas por buscar espacios diferentes, como jardines, calles o plazas públicas, y por ser espectáculos en los que lo menos importante es el texto puesto que incorporan elementos diferentes de los tradicionales. Estas nuevas propuestas surgen en Estados Unidos y en España tienen proyección sobre todo gracias a grupos catalanes como Els Joglars o Els Comediants. A la par del teatro independiente, se desarrolla el teatro experimental, caracterizado por la explotación de todas las posibilidades que son posibles en una representación, y por buscar la participación activa del público que acude a las salas de teatro (Fernando Arrabal).

Factores que favorecen al teatro, a partir de 1975

  1. La desaparición de la censura: Lejos de abandonar su línea de teatro histórico, durante la democracia se sigue cultivando este teatro, lo que evidencia, también en su caso, que su interés por el pasado histórico no era un mero recurso para evitar la censura. Aún en 1992, algunos autores denunciaban la dificultad de llevar temas políticos al escenario, incluso después de la dictadura.
  2. Las subvenciones crecientes de la Administración Central y de los Gobiernos de las Comunidades Autónomas promueven la puesta en escena de muchos montajes que, de otro modo, no dispondrían de suficiente financiación.
  3. La creación de ciertas instituciones, como el Centro de Documentación Teatral (1983) y el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas (1984), que permiten conservar y ampliar el patrimonio cultural teatral.
  4. Por último, se han revitalizado las Escuelas de Arte Dramático y han proliferado los festivales, las editoriales y las revistas especializadas, -a la veterana Primer acto se ha unido El Público-, que han dado a conocer y promocionado nuevos textos dramáticos.

Tendencias actuales

Actualmente conviven:

  1. El teatro de compañías institucionales, como el Centro Dramático Nacional o la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que realizan espectaculares montajes de obras consagradas.
  2. El teatro comercial, que continúa las tendencias de la comedia burguesa o del teatro del humor, y sigue cosechando beneficios (musicales, comedias, obras sensacionalistas). La base del teatro comercial es el entretenimiento, mientras que su impacto social, así como los valores artísticos y literarios son consideraciones de segundo orden.
  3. El éxito de autores con una trayectoria individual, como Antonio Gala, Fernando Fernán Gómez, José Luis Alonso de Santos o José Sanchos Sinisterra, que escriben obras realistas y accesibles al gran público.
  4. Y otros grupos teatrales independientes (micro teatro) que sobreviven en difíciles condiciones representando en salas pequeñas las obras de autores desconocidos y marginados.

Autores más representativos

Autores más representativos son Fernando Arrabal: autor trasgresor y polémico, aborda temas trascendentes, como el pacifismo y la crítica contra los convencionalismos sociales, con un rabioso tono de humor tildado de profundo simbolismo. Un ejemplo importante es “Pic nic”, Francisco Nieva: escribe teatro de alto contenido intelectual en el que se da gran importancia a la puesta en escena. Sus obras están concebidas como grandes espectáculos. Destacan algunos títulos como Pelo de tormenta o La carroza de plomo candente; José Sanchis Sinesterra (¡Ay, Carmela!); José Luis Alonso de Santos: es autor de comedias costumbristas, entre las que destacan Bajarse al moro y La estanquera de Vallecas, Luis Matilla; Jesús Campos García…

Conclusión general

Como ya se ha dicho, el panorama literario actual se caracteriza por su diversidad. Con la muerte de Franco se advierten cambios. A pesar de la dificultad para establecer tendencias predominantes, la novela se convierte en el género preferido de los lectores, la poesía se vuelve más personal e intimista, y en teatro predomina el comercial y el apoyado por las instituciones a través de subvenciones, en una lucha descompensada contra el cine y la televisión.