Rasgos políticos y socioeconómicos de la URSS desde la época de Brezhnev hasta la de Gorbachov
La llegada al poder de Gorbachov en la URSS en 1985 marcó el inicio de la Perestroika, un conjunto de reformas que buscaban cambios profundos en todos los aspectos del sistema soviético, manteniendo los principios socialistas fundacionales. El nuevo líder buscaba que el pueblo conociera las reformas y participara en ellas, impulsando una política de transparencia.
Los principales ejes de la nueva política fueron:
- En política interior, el objetivo era conseguir formas de gobierno parlamentarias y democráticas. Se tendió a suavizar el monopolio del PCUS, se promovió la participación política de la población, se propuso la elaboración de una nueva constitución y de una ley electoral. Se permitió, además, que los medios de comunicación difundieran noticias que antes se censuraban.
- En política exterior, se manifestó el deseo de abandonar el uso de la fuerza y de abrir relaciones amistosas con el resto de países, así como promover el desarme.
- En economía, se intentó aumentar la producción y la productividad y estimular la descentralización y autonomía de las empresas. También se quiso introducir incentivos salariales y promover formas de propiedad individual.
El último gran problema a abordar era el de la cohesión en un Estado federal de las repúblicas de la URSS, que representaban a muy diversas nacionalidades. Se intentó establecer una relación más equilibrada entre las diversas repúblicas.
Las dificultades para estos cambios fueron muchas en un país tan centralizado y sin tradición democrática. Además, pasar de una economía planificada a una de libre mercado dio lugar a problemas que disgustaron a algunos sectores de la población.
La Desaparición de las Democracias Populares
La democratización del sistema comunista impulsada por Gorbachov tuvo un impacto directo en los países del Este. Estimuló la voluntad de cambio político y las aspiraciones nacionalistas y de separación de la URSS, que ya existían en estas sociedades. La decisión de Gorbachov de no intervenir y de respetar la soberanía de los países fue determinante para el triunfo de estos:
- El arranque de este proceso se dio en Polonia. Las huelgas y protestas impulsadas por Solidarnosc, con el apoyo de la Iglesia y del papa Juan Pablo II, consiguieron que el gobierno polaco accediese a negociar con Walesa la convocatoria de elecciones libres para junio de 1989. En ellas, el triunfo de Solidarnosc fue aplastante, y se formó un nuevo gobierno.
- También en Hungría el Partido Comunista y los sectores reformistas aceptaron la convocatoria de elecciones libres.
- La caída del Muro de Berlín por la presión ciudadana precipitó los acontecimientos en Alemania y abrió el paso a la reunificación del país. Este hecho se convirtió en el símbolo del fin de la Guerra Fría, y la necesidad de cambio político se expandió rápidamente por el conjunto de países del Este.
- En Checoslovaquia, la movilización popular también fue decisiva para el triunfo pacífico de la revolución.
- Solo en Rumania se produjo una insurrección violenta que acabó con el asesinato de Ceaucescu tras la represión con la que este dirigente comunista respondió a las demandas sociales.
La Desintegración de la URSS
Las reformas de Gorbachov habían provocado el desmoronamiento del poder soviético en la Europa del Este, y en el interior de la URSS desencadenaron un imparable proceso de desintegración. Las reformas económicas, aunque necesarias, provocaron una caída de la productividad, subida de precios y desabastecimiento. Además, la cuestión nacional también estalló y se hizo patente la desafección al sistema vigente y la voluntad independentista.
Gorbachov había planteado un nuevo Tratado de la Unión para constituir “repúblicas soberanas e iguales en derechos”. Se votó, pero fue boicoteado por las repúblicas bálticas y por Armenia, Georgia y Moldavia, que deseaban acceder inmediatamente a la independencia. En las otras nueve repúblicas las votaciones tuvieron una elevada participación y los resultados fueron favorables a continuar formando parte de la Unión Soviética.
En julio de 1990 ya se habían realizado elecciones libres en la Federación Rusa, la más grande e importante de la URSS, y había resultado elegido presidente Borís Yeltsin. El nuevo dirigente propuso cambios en el sistema soviético que en la práctica significaban su desaparición.
La vieja guardia del Partido Comunista intentó, en agosto de 1991, un golpe de Estado para acabar con el proceso reformista. El golpe fracasó, pero reforzó las posiciones radicales de los partidarios de desmantelar el sistema político soviético, con Borís Yeltsin a la cabeza. Gorbachov, muy aislado, procedió a la disolución del PCUS por su implicación en el golpe.
La desintegración de la URSS se precipitó. A lo largo de 1991 se independizaron todas las repúblicas y se formó la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en sustitución de la URSS. En diciembre, Gorbachov dimitió como presidente de un Estado que había dejado de existir.