El Siglo de las Luces: Ilustración y sus Fundamentos
El siglo XVIII se conoce como la Ilustración o el Siglo de las Luces. La luz de la razón buscaba terminar con las supersticiones, la ignorancia y el oscurantismo de los siglos anteriores. Este periodo abarcó desde el Racionalismo y el Empirismo del siglo XVII hasta la Revolución Francesa y el Liberalismo.
La razón se aplicó a la investigación, lo que resultó en un gran progreso científico. Los avances técnicos prepararon el camino hacia la era industrial. Sin embargo, lo más importante fueron las creencias e ideas, que fueron revisadas y cuestionadas.
Ideas Clave de la Ilustración
Los ilustrados tenían una nueva perspectiva. El filósofo del siglo XVIII se caracterizaba por:
- Razón y Conocimiento: Era el hombre de las luces y de la razón. La razón tenía una función crítica y, junto con el conocimiento, era un elemento transformador de la sociedad. De ahí la gran importancia que los ilustrados concedían a la educación.
- Experiencia y Observación: Era un hombre de la experiencia. Por ello, ponía énfasis en la observación y la experimentación propias del empirismo. El filósofo necesitaba ver y observar. Los ilustrados practicaron la experimentación activa y la concibieron como una actividad de descubrimiento y análisis.
- Pasiones y Felicidad: Era el hombre que cultivaba sus pasiones, reivindicando el placer de una vida feliz. Pero el placer que proporcionaba la felicidad residía en la armonía, no en el gozo como desequilibrio.
- Sociabilidad: Creía que los hombres tenían necesidad unos de otros: sociabilidad.
- Hombre de Acción: Era considerado un hombre de acción, que participaba en los problemas de la sociedad de su tiempo. Los ilustrados creían que debían conquistar la opinión del público y sufrieron la censura y persecución de los poderosos. Por ejemplo, Rousseau y Voltaire se exiliaron de Francia.
Política y Economía en la Ilustración
Se pasó del despotismo ilustrado (“Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”) al parlamentarismo (“El Rey reina, pero no gobierna”, la soberanía reside en el pueblo).
Pensadores como Rousseau proclamaron que todos los hombres nacen con los mismos derechos y que es el pueblo quien debe delegar el poder en sus gobernantes. John Locke (1632-1704) analizó en su Ensayo sobre el gobierno civil (1690) las ideas en que se basó la revolución inglesa de finales del siglo XVII, que introdujo en Gran Bretaña la monarquía parlamentaria.
Montesquieu, en El espíritu de las leyes (1748), defendió la necesidad de la separación de los tres poderes básicos del Estado: el legislativo (hacer las leyes), el ejecutivo (hacerlas cumplir) y el judicial (juzgar de acuerdo con las leyes vigentes).
Rousseau, en El contrato social (1762), expuso la teoría de que la soberanía reside en el pueblo. Para Rousseau, tener soberanía es, ante todo, tener la facultad de hacer las leyes. Es preciso que los ciudadanos elijan, por sufragio universal, a sus representantes. Si no existe una voluntad general unánime, debe ser la voluntad de la mayoría la que se convierta en ley.
Adam Smith, en La riqueza de las naciones (1776), argumentó que la riqueza de un país se basa en el trabajo de sus habitantes. Para él, lo que da valor a un objeto es la cantidad de trabajo necesario para producirlo. Smith defendió la libertad económica frente a la intervención del Estado.
Géneros Literarios en el Siglo XVIII
La Poesía
A los ilustrados no les gustaba la poesía, que expresaba sentimientos no sujetos a la razón. Preferían el poema épico o el poema didáctico, que estaban mejor considerados en las poéticas clásicas y eran más apropiados para la expresión de ideas útiles. A finales del siglo XVIII, encontramos verdaderos poetas líricos modernos, como el británico William Blake, precursor de la lírica romántica.
Entre los poetas del siglo XVIII destacan:
- En Francia: Voltaire (La Enríada), Chénier (Bucólicas y Yambos).
- En Gran Bretaña: Alexander Pope, James Thomson, Edward Young, James Macpherson (autor de Cantos de Ossian), y William Blake (precursor del Prerromanticismo).
La Novela
El siglo XVIII fue un siglo de abundancia novelística y de experimentación en torno al género. Algunos escritores de novela seguían el modelo de Cervantes, principalmente en Gran Bretaña. Otros escritores buscaron otros modelos, con dos elementos fundamentales: la forma epistolar, para profundizar en la psicología de los personajes, y el tema sentimental, muy propio de la época.
Destacan:
- En Gran Bretaña: Daniel Defoe (Robinson Crusoe), Jonathan Swift (Los viajes de Gulliver) y Samuel Richardson (Pamela y Clarissa).
- En Francia: Montesquieu (Cartas persas), Rousseau (Emilio y La nueva Eloísa), Voltaire (Zadig, Cándido y El iluso), Lesage (Gil Blas de Santillana), Laclos (Las relaciones peligrosas) y Saint-Pierre (Pablo y Virginia).
El Teatro
Las poéticas defendían los nuevos ideales clásicos en el teatro: la separación de la tragedia y la comedia, la obediencia a las reglas del decoro y la verosimilitud. Pocas obras clásicas conseguían gustar al público, especialmente al público burgués.
Desde la teoría y la práctica, algunos escritores ilustrados buscaron la creación de un nuevo tipo de teatro, el drama burgués o comedia lacrimógena.
Destacan:
- En la comedia: Alain René Lesage, Pierre de Marivaux, Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, Richard Sheridan y Carlo Goldoni.
- En el melodrama o melólogo: Pietro Metastasio.
- En la comedia lacrimógena: Nivelle de la Chausée.
- En la tragedia: Alfieri, Voltaire y Gotthold Ephraim Lessing.
El Ensayo
El ensayo fue el género dieciochesco por excelencia. Sus formas didácticas, su lenguaje medio y sus formas breves lo convirtieron en el género ideal para divulgar los nuevos conocimientos. Los ensayistas criticaban la sociedad del momento.
Destacan:
- Diderot (1714-1784) y D’Alembert (1717-1783), que dirigieron la Enciclopedia.
- Voltaire (Diccionario filosófico).
- Rousseau (Emilio y El contrato social).
- Montesquieu (Cartas persas y El espíritu de las leyes).
Víctor Hugo y el Romanticismo
Víctor Hugo (1802-1885) nació el 26 de febrero de 1802 en Besançon. Tuvo una exitosa carrera en el siglo XIX y cultivó tanto el Romanticismo como el Realismo. Es la figura clave del Romanticismo francés, con obras en todos los géneros: poesía, teatro y novela.
Poesía
Fue uno de los poetas más importantes de Francia. Su poesía se caracteriza por su colorido, tono grandilocuente, imaginación y variedad de temas. Es un poeta íntimo (amor, muerte, naturaleza), social (patria, humildes) y visionario (metafísico).
Teatro
Obtuvo grandes éxitos, aunque sus obras resultan artificiosas hoy en día. El estreno de Hernani (ambientada en España) generó una batalla entre clásicos y románticos, que ganaron estos últimos.
Novela
Las más famosas son Nuestra Señora de París y Los miserables. La primera ofrece un retrato del París del siglo XV. La segunda, una novela total que anticipa las preocupaciones sociales de la literatura contemporánea.
Además de Víctor Hugo, destaca en el romanticismo francés Lamartine (1780-1869), con sus Meditaciones poéticas.
El Teatro Romántico Francés
El Romanticismo se afirmó contra la tradición clásica. En el teatro, contra la tragedia. En 1829 se estrenó Enrique III y su corte, de Dumas, y Otelo, de Vigny. En 1830, la batalla por Hernani, de Víctor Hugo, supuso un triunfo del teatro romántico.
Este estilo se basa en el melodrama, que moviliza al público y conoce una gran aceptación. Para Nodier, el melodrama es la tragedia moderna.
Lord Byron y la Poesía Romántica Inglesa
Los Laguistas y los Satánicos
Se distinguen dos grupos:
- Los laguistas: Vivieron en la región de los lagos. Destacan William Worsdworth y Samuel Taylor Coleridge.
- Los satánicos: Rebeldes contra la sociedad y la moral de la época, también llamados poetas malditos.
Lord Byron, nacido en Londres el 22 de enero de 1788, es el poeta inglés que mejor representa el ideal romántico. Heredó el título de Lord y luchó contra la política y moral de la sociedad. Defendió a los obreros y participó en revoluciones en Italia y Grecia, donde murió.
Don Juan
Don Juan, su obra maestra, es un poema largo (16 cantos) que presenta, desde la perspectiva romántica, el mito de Don Juan. El Don Juan byroniano busca el placer físico, sin remordimientos, y refleja los temas románticos de la libertad, la evasión y la rebeldía.
El Espacio en Werther
Goethe es parco en topónimos. La historia comienza en la residencia del Conde de M…, en plena naturaleza, que agrada a Werther. Luego, se menciona Wahlheim, lugar de residencia de Carlota, donde Werther se enamora y donde finalmente se suicida.
Otro lugar relevante es la casa de Charlotte. La naturaleza es importante, ya que Werther detesta la ciudad. Hay una dualidad en los espacios: abiertos y cerrados, predominando los abiertos y naturales.
Visión del Suicidio en Werther
Werther ve el suicidio como una liberación. Piensa que quitándose la vida encontrará la felicidad. Lo considera un acto de valentía, mientras que Albert lo ve como un acto cobarde. Al final de la novela, Werther se suicida, motivado por la imposibilidad de estar con Lotte.
El Espacio en William Wilson
La ambientación de la historia es oscura y misteriosa. La mayoría de los espacios son interiores y cerrados, como la casa de la escuela, que representa la mente del protagonista. La escuela, con su ambientación gótica, es un lugar de castigo donde William Wilson descubre a su doble.