De la Dictablanda al Frente Popular: El Fin de la Restauración y la Segunda República Española

El Fin de la Restauración y el Advenimiento de la Segunda República (1930-1936)

Tras la dimisión de Primo de Rivera el 30 de enero de 1930, se puso fin al período de la Restauración (1874-1930). La solución propuesta para la crisis política y social no obtuvo los resultados esperados. El gobierno del general Berenguer, conocido como la “Dictablanda”, fue un fracaso. Berenguer fue sustituido por Aznar en febrero de 1931, quien convocó elecciones para el 12 de abril de ese año. El gobierno de Aznar sería el último de la monarquía de Alfonso XIII.

Previamente, en agosto de 1930, se había firmado el Pacto de San Sebastián, un acuerdo entre las fuerzas de oposición a la monarquía y su sistema político. Este fue el contexto del final de la Restauración, que culminó el 14 de abril de 1931.

Las Elecciones de Abril de 1931 y la Proclamación de la República

La convocatoria de elecciones del 12 de abril resultó en un triunfo electoral de los republicanos. Aunque el almirante Aznar pretendía reforzar las bases del sistema de la Restauración con la esperanza de una victoria de las opciones más conservadoras, el carácter plebiscitario de estas elecciones hizo imposible la consolidación del viejo sistema.

Tras la proclamación de la Segunda República, se instauró un gobierno provisional que estaría en vigor hasta el comienzo del bienio progresista en diciembre de 1931. Alcalá Zamora, representante de la derecha liberal republicana, fue elegido presidente de la República, acompañado por Maura. El gobierno estaba formado por las fuerzas políticas firmantes del Pacto de San Sebastián.

El Gobierno Provisional y las Primeras Reformas

El gobierno provisional impulsó una serie de reformas: agraria, militar, territorial y la separación de Iglesia y Estado. Estas reformas aumentaron la tensión con sectores clave como la Iglesia, el ejército, las oligarquías rurales y las clases populares. La reforma de separación Iglesia-Estado provocó un episodio de violencia anticlerical entre el 10 y el 11 de abril de 1931. El gobierno provisional sufrió divisiones internas y culminó con la dimisión de Alcalá Zamora.

La Constitución de 1931 y el Bienio Progresista

El 9 de diciembre de 1931 se aprobó una nueva Constitución para el Estado republicano, firmada por el presidente de las Cortes Constituyentes. Sus características fundamentales eran:

  • La República se constituía como un Estado integral.
  • La bandera era roja, amarilla y morada.
  • Los poderes emanaban del pueblo.

El 10 de diciembre de 1931, Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y el 15 de diciembre, Manuel Azaña, presidente del Gobierno.

Se introdujeron nuevos conceptos políticos:

  • Separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial).
  • Reducción de la edad de voto a 23 años.
  • Derecho de voto a la mujer.
  • Separación entre la Iglesia y el Estado.
  • Matrimonio civil y divorcio.

Las nuevas reformas incluyeron:

  • Reforma militar: Ley de Retiro.
  • Reforma religiosa: La Iglesia dejó de controlar la educación, se la consideró enemiga de la República y dejó de recibir ayuda económica.
  • Reforma del Estado: Estatuto de Autonomía para Cataluña (1931) y País Vasco.
  • Reformas sociales y económicas: Mejora de las condiciones laborales y una enseñanza liberal y laica.
  • Reforma agraria: Ley de Bases de Reforma Agraria (favorecía a campesinos y arrendatarios, establecía un salario mínimo y una jornada de 8 horas). Esta reforma provocó la unión de los propietarios a los antirrepublicanos.

Estas reformas generaron una reorganización de la derecha (creación de las JONS en 1931, intento de golpe de Estado en Sevilla por Sanjurjo, creación de la Falange en 1933, creación de la CEDA en 1933 y una unión militar). En la izquierda, crecieron las demandas de mejora social y laboral, así como las protestas en el campo y las ciudades.

El Bienio Conservador (1933-1936)

La victoria de las opciones de derecha llevó a un pacto entre el Partido Radical (Lerroux, presidente del Gobierno) y la CEDA (Gil Robles). Este nuevo período se basó en:

  • Paralización de las reformas anteriores, como la agraria, lo que aumentó la conflictividad en el campo.
  • Represión armada, con numerosas muertes y detenciones.

La política tuvo consecuencias como la radicalización del PSOE y la UGT, la salida de Lerroux del gobierno y la entrada de miembros de la CEDA favorecida por Alcalá Zamora. Asturias fue sometida a fuego militar, con 1051 muertos y 2051 heridos, lo que causó revueltas. Se devolvieron propiedades a los jesuitas y se derogó la autonomía de Cataluña. Gil Robles fue elegido ministro de Guerra el 6 de mayo y Franco ascendió a jefe de Estado Mayor.

El 1 de agosto se aprobó la Ley de Contrarreforma Agraria y se intentó reformar la Constitución. En 1935, el gobierno sufrió una profunda crisis interna y Lerroux salió del gobierno por un desacuerdo con Alcalá Zamora, quien convocó elecciones generales para el 16 de febrero de 1936. Lerroux fue sustituido por Chapaprieta.

El Frente Popular (1936)

El Frente Popular, una coalición de izquierdas, ganó las elecciones convocadas por Alcalá Zamora. Estas serían las últimas elecciones en España hasta la muerte del dictador Franco. De un total de 453 votos, 278 fueron para el Frente Popular.

Características fundamentales de esta etapa:

  • Aplicación de las reformas del bienio progresista.
  • Manuel Azaña fue nombrado presidente del Gobierno el 19 de febrero.
  • Se aplicó la reforma agraria, lo que aumentó la conflictividad.
  • Crecimiento del anticlericalismo y aumento del odio hacia las oligarquías sociales.

En marzo de 1936, se preparó un golpe de Estado encabezado por la UME, que no se llevó a cabo. La Falange fue declarada ilegal y José Antonio Primo de Rivera, su líder, fue detenido. Martínez Barrio fue elegido presidente de las Cortes y Alcalá Zamora fue destituido el 7 de abril de 1936, siendo sustituido por Manuel Azaña el 3 de abril.