El Novecentismo o Generación del 14: Un Movimiento de Renovación
El Novecentismo, también conocido como la Generación del 14, representa un movimiento renovador en la literatura española. Se caracteriza por una estética intelectual y racional, que busca distanciarse del sentimentalismo romántico y de los excesos sensoriales y formales del Modernismo.
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, se abren nuevos caminos estéticos que pretenden renovar la expresión artística. Escritores como Ortega y Gasset, Ramón Gómez de la Serna, y algunos de la Generación del 27, junto a poetas como Juan Ramón Jiménez, impulsaron esta renovación en la literatura española.
Rasgos Característicos del Novecentismo
- Formación Intelectual: La sólida formación intelectual de sus integrantes es un rasgo distintivo.
- Intelectualismo y Ensayo: La importancia del intelectualismo se manifiesta en la tendencia hacia el ensayo.
El Ensayo Novecentista
El principal ensayista del Novecentismo es Ortega y Gasset, quien aborda temas como España y su vertebración. Su ensayo “La deshumanización del arte” valora y define el arte nuevo del Novecentismo y las vanguardias, donde el arte se aleja de los problemas sociales y existenciales para enfocarse en la estética pura, lo individual, lo formal y lo lúdico.
La Novela en el Novecentismo
En la novela, coexisten dos tendencias:
- Narradores Tradicionales: Como Ricardo León con “Casta de hidalgos”.
- Narradores Renovados: Como Gabriel Miró con “El obispo leproso”.
Estas novelas fusionan lo narrativo y lo ensayístico.
La Poesía Novecentista
La poesía novecentista se identifica con la poesía pura, una poesía intelectual que busca la perfección formal y se libera de las influencias modernistas.
Juan Ramón Jiménez es el gran representante, concibiendo la poesía como una búsqueda constante de la belleza y el absoluto. Su obra evoluciona desde una etapa sensitiva, con obras como “La soledad sonora” y “Platero y yo”, hasta una etapa intelectual con “Diario de un poeta recién casado”, y finalmente, una etapa suficiente o verdadera, con poemas de gran profundidad filosófica.
El Teatro en el Novecentismo
El teatro del Novecentismo se percibe en crisis desde un punto de vista estético, debido a la repetición de formas anteriores. Autores como Jacinto Benavente y Arniches triunfan, mientras que los autores innovadores fracasan.
Destaca Jacinto Grau, quien propone una tragedia intelectual con conceptos filosóficos, como en “El conde Alarcos”.
Conclusión del Novecentismo
En este periodo, existe una voluntad de renovación artística que genera una nueva sensibilidad, preparando el terreno para el surgimiento de las vanguardias.
Las Vanguardias: Un Nuevo Arte
La palabra “vanguardia” destaca el carácter beligerante del nuevo arte. Aunque la vida de los ismos fue breve, su aportación enriqueció la estética occidental.
Movimientos Vanguardistas Destacados
- Futurismo: Movimiento italiano liderado por Marinetti, que proclamó la belleza de las nuevas realidades y la velocidad.
- Cubismo: Manifestación de las artes plásticas, con “Las señoritas de Avignon” de Pablo Picasso como referente. Apollinaire destaca con “Caligramas”.
- Dadaísmo: Nació del desencanto de la Primera Guerra Mundial, con Tristán Tzara como representante. Propuso negar el arte anterior y el arte en absoluto, con un humor que rompía la coherencia.
- Surrealismo: Dictado del pensamiento sin la intervención de la razón, según Breton. Se basa en las teorías de Freud sobre el psicoanálisis y el inconsciente. Se caracteriza por la escritura automática. Autores como José María Hinojosa y Juan Larrea impulsaron este movimiento, que introdujo aspectos humanos como el miedo y lo irracional.
Ultraísmo y Creacionismo
Dos movimientos vanguardistas importantes son el Ultraísmo y el Creacionismo, que buscan la imagen múltiple, suprimen la puntuación y cultivan el caligrama. Gerardo Diego con “Manual de espumas” representa el Ultraísmo, y Vicente Huidobro con “Altazor” impulsa el Creacionismo.
Las Vanguardias en España
En España, las vanguardias se manifiestan a través de revistas y tertulias literarias. Ramón Gómez de la Serna (RGS) fue un impulsor de estas vanguardias con la “greguería”. Su fuerte personalidad le impidió adscribirse a un movimiento específico, creando el “Ramonismo”. En sus novelas, la visión humorística de las situaciones predomina, como en “El secreto del acueducto”.