El Final del Absolutismo en España y la Emancipación Americana (1823-1833)

La Década Absolutista (1823-1833): Un Reinado de Tensiones y Transición

El restablecimiento del absolutismo por Fernando VII tras el Trienio Liberal se inició con la ejecución de Rafael del Riego y una feroz represión contra los liberales, muchos de los cuales se vieron obligados a exiliarse. En el manifiesto regio de octubre de 1823, el rey anuló “todos los actos del llamado gobierno constitucional” del Trienio. Así comenzaron los diez últimos años del reinado de Fernando VII, conocidos por los liberales como la “Década Ominosa”. Sin embargo, esta etapa no fue una mera restauración absolutista como la de 1814.

El rey y sus gobiernos más “ilustrados” eran conscientes de la imposibilidad de restaurar plenamente el Antiguo Régimen y reconocían la necesidad de modernizar el país. En este sentido, se implementaron reformas como la de López Ballesteros, ministro de Hacienda, que promovió un nuevo sistema fiscal, aunque fue rechazado por los sectores más perjudicados. También se creó el Banco de San Fernando (antecedente del Banco de España). En materia de orden público, se estableció el Cuerpo de Voluntarios Realistas, una milicia de ideología absolutista.

La inestabilidad política de la década pronto dividió a los absolutistas:

  • Un sector moderado abogaba por reformas para la supervivencia del régimen absolutista.
  • Los ultras consideraban cualquier cambio como peligroso.

La inclinación del rey hacia los moderados, aunque con reservas, exasperó a los intransigentes. La revuelta de los absolutistas ultras alcanzó su punto álgido en 1827 en Cataluña, conocida como la revuelta de los Agraviados o Malcontents. Exigían la disolución del ejército liberal, su sustitución por el de los voluntarios realistas, la restauración de la Inquisición y la expulsión de los liberales del gobierno y la administración. También hubo conspiraciones liberales en 1826 y 1831, que fracasaron con la huida de Mina y el fusilamiento de Torrijos.

La Cuestión Sucesoria y la Transición al Liberalismo

Los años 1830-1832 marcaron la transición hacia el liberalismo y los orígenes del levantamiento carlista. En marzo de 1830, se promulgó la Pragmática Sanción, que anulaba la Ley Sálica (que impedía reinar a las mujeres) decretada por Felipe V. En octubre nació Isabel, frustrando las esperanzas de sucesión de Carlos María Isidro. En septiembre de 1832, los partidarios de Don Carlos, aprovechando la enfermedad del rey, presionaron a la reina María Cristina para revocar la Pragmática, amenazando con una guerra civil. Sin embargo, Fernando VII la restauró tras recuperarse.

El último año del reinado fernandino, con Cea Bermúdez al frente del gobierno, fue decisivo para asegurar la sucesión de la infanta Isabel. Cea adoptó medidas aperturistas: reabrió las universidades (cerradas desde 1830), depuró el ejército de elementos carlistas, disolvió a los voluntarios realistas y otorgó una amplia amnistía a los liberales. A la muerte del rey en 1833, el trono quedó ligado a los partidarios de la infanta Isabel, los “cristinos” (por apoyar la regencia de María Cristina). Los partidarios de Don Carlos, por su parte, comenzaron a alentar abiertamente la guerra civil.

La Pérdida del Imperio Colonial: Emancipación de la América Española

Entre 1810 y 1826, se produjo la emancipación de la mayor parte de las colonias españolas en América. Tras la pérdida de los últimos territorios europeos en el Tratado de Utrecht (1713), España se había centrado en reforzar la integración económica y administrativa de sus territorios americanos, reactivando el comercio y estableciendo plantaciones de café, azúcar y tabaco.

Esta política coincidió con un aumento significativo de la población criolla (blancos americanos descendientes de españoles), que llegó a constituir una quinta parte de los aproximadamente 15 millones de habitantes americanos censados en 1797. Este grupo social, próspero y educado en el pensamiento ilustrado, lideró el movimiento independentista, impulsado por las siguientes causas:

  • Económicas: El monopolio comercial español prohibía el comercio libre con el extranjero, un gran inconveniente para los criollos enriquecidos, que adoptaron ideas liberales asociadas a la emancipación.
  • Sociales: Los criollos estaban excluidos de los principales cargos oficiales de la administración, reservados para los españoles peninsulares.
  • Ideológicas: Las ideas de la Ilustración y las teorías liberales, junto con el ejemplo de la independencia de las colonias norteamericanas (1775-83) y la Revolución Francesa, proporcionaron el sustento ideológico a las aspiraciones emancipadoras.
  • Internacionales: Los conflictos entre España e Inglaterra habían aislado a las colonias españolas, lo que fue aprovechado por Inglaterra y Estados Unidos para apoyar a los independentistas.

El Proceso de Independencia (1808-1826)

El proceso de independencia se divide en dos periodos:

  • De 1808 a 1814: El movimiento se inició en México, Venezuela y Argentina. Los criollos formaron Juntas revolucionarias (Buenos Aires, Caracas, Santiago de Chile) que tomaron el poder en nombre del rey prisionero de Napoleón, sin reconocer la autoridad de la Junta Suprema Central. Se formaron Juntas Supremas que destituyeron a las autoridades peninsulares, y se produjeron las primeras proclamaciones de independencia: Argentina (1810, liderada por José de San Martín), Venezuela (con Simón Bolívar) y México (con Miguel Hidalgo). Las rebeliones venezolana y mexicana fueron sofocadas en 1814, pero Argentina y Paraguay consolidaron su independencia en 1816.
  • De 1815 a 1826: Se produjo una intensificación de los movimientos independentistas, con figuras clave como Simón Bolívar y José de San Martín, que lideraron campañas militares exitosas. Se independizaron la Gran Colombia (actuales Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá), Chile, Perú y Bolivia. México también logró su independencia en 1821, seguido por las Provincias Unidas de Centroamérica. Para 1826, España había perdido casi todo su imperio colonial en América, conservando solo Cuba y Puerto Rico en el Caribe, y Filipinas en Asia.