Historia de España: Del Desastre del 98 a la Dictadura

La Época del Imperialismo y la Crisis del 98

La época del imperialismo, comprendida entre 1870 y 1920, fue un periodo marcado por la expansión de potencias como Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Estados Unidos y Japón, quienes se disputaban el control de los denominados ‘espacios vacíos de poder’ en Asia y África. Este expansionismo fue una de las causas subyacentes del estallido de la Primera Guerra Mundial.

La Política Exterior Española (1875-1898)

La política exterior española entre 1875 y 1898 se caracterizó por una estrategia de no involucramiento en compromisos internacionales y el respeto al equilibrio entre las potencias, con el objetivo de evitar conflictos. Esta postura, sin embargo, condujo al aislamiento de España y a la falta de apoyo internacional.

Su política colonial se limitó a mantener la soberanía en los territorios de ultramar, con intervenciones limitadas en el norte de África. En ese momento, España mantenía posesiones en Cuba, Puerto Rico, Filipinas y algunas islas del Pacífico.

Cuba y Puerto Rico: Economía y Tensiones

Cuba y Puerto Rico, ubicadas cerca de Estados Unidos, tenían una economía basada en la agricultura de exportación, fuertemente controlada desde Madrid mediante leyes arancelarias. La economía cubana se sustentaba en tres productos principales: azúcar, café y tabaco.

España mantenía fuertes lazos con Cuba, tanto por la descendencia española de muchos cubanos como por los importantes intereses económicos que representaba la isla. España obligaba a Cuba a comprar productos españoles y le impedía vender sus productos a Europa, además de negarles el autogobierno.

Sublevaciones Cubanas y el Camino a la Independencia

Tras la primera sublevación cubana, la Paz de Zanjón de 1878 prometió nuevas condiciones políticas y administrativas para Cuba, incluyendo el fin de la esclavitud y una amnistía general. Se concedieron mayores libertades, lo que permitió la formación de partidos políticos.

Sin embargo, en 1895 estalló una nueva sublevación que condujo a la independencia de la isla. Las causas fueron:

  • Políticas: Retraso en la concesión del autogobierno. Existían tres posturas entre las fuerzas políticas:
    • Unionistas: Consideraban a Cuba parte de España.
    • Autonomistas: Favorecían la concesión de autogobierno.
    • Independentistas: Republicanos y socialistas.
  • Económicas: La política comercial española impedía el desarrollo de la isla y beneficiaba a los españoles.
  • Sociales: Gran descontento entre los criollos, campesinos, trabajadores de las plantaciones y las clases populares urbanas.

A la frustración cubana se sumó el apoyo de Estados Unidos, cuyos políticos veían en la independencia la posibilidad de explotar la riqueza de la isla.

El Papel de José Martí y la Insurrección

El movimiento independentista cubano tuvo como base social a los sectores mencionados y fue liderado por José Martí, nacido en La Habana de padres españoles. En 1892, Martí fundó el Partido de la Revolución Cubana, que impulsó el movimiento independentista entre obreros y campesinos.

Estos grupos iniciaron una insurrección en febrero de 1895 con el ‘grito de Baire’, donde José Martí murió en una emboscada.

La Intervención Española y la Guerra Hispanoamericana

Cánovas, de vuelta al poder en 1895, envió al general Martínez Campos a Cuba para sofocar la rebelión. Éste implementó un ‘cordón sanitario’ para evitar el suministro desde Estados Unidos. El fracaso de Martínez Campos llevó a su reemplazo por el general Weyler, quien aplicó una política dura, dividiendo la isla con fortificaciones, lo que dificultó el suministro de alimentos y atención médica, aumentando la mortalidad y el apoyo a los rebeldes.

Tras el asesinato de Cánovas en 1897, un nuevo gobierno liberal concedió la autonomía a Cuba en noviembre de 1897, implementando reformas como el sufragio universal, la igualdad de derechos y la autonomía arancelaria. A pesar de estar cerca de la paz, la intervención de Estados Unidos y la negativa de los independentistas a cesar las hostilidades, declaradas unilateralmente por España, precipitaron la guerra.

Paralelamente, se produjo una insurrección en Filipinas, donde la presencia española se limitaba a las órdenes religiosas, la explotación de recursos y el comercio con China. El levantamiento filipino también fue reprimido, con José Rizal como líder, quien fue ejecutado.

La intervención de Estados Unidos, motivada por sus intereses en las colonias españolas y el hundimiento del acorazado ‘Maine’, que atribuyeron a España, desencadenó la guerra hispano-norteamericana.

La guerra finalizó rápidamente debido al desequilibrio de fuerzas y la modernización del ejército estadounidense, con bases cercanas al conflicto. Los escenarios fueron Filipinas y el Caribe.

El conflicto culminó con el Tratado de París el 10 de diciembre de 1898, donde España reconoció la independencia de Cuba y cedió a Estados Unidos Puerto Rico, Filipinas y Guam a cambio de veinte millones de dólares.

Desanimada por el fracaso, España vendió el resto de sus colonias a Alemania.

Consecuencias de la Crisis del 98

Las consecuencias de la crisis del 98 fueron:

  • Sociales: Pérdidas humanas (aproximadamente 120.000 personas), perjuicios psicológicos y morales para los soldados.
  • Económicas: Pérdidas materiales (más de 2.000 millones de pesetas), pérdida de ingresos coloniales, parón de la industria catalana y subida de precios.
  • Políticas: Pérdida de apoyo popular a los partidos del régimen, auge de republicanos, socialistas y nacionalistas, desprestigio militar.
  • Ideológicas: Surgimiento del Regeneracionismo y la Generación del 98, con figuras como Azorín, Pío Baroja, Unamuno y Antonio Machado.

En los últimos años de la Regencia de María Cristina y tras el desastre del 98, el gobierno de Silvela Polavieja intentó reformas militares y territoriales, pero sus esfuerzos se pospusieron hasta la llegada de Alfonso XIII al trono.

La Dictadura de Primo de Rivera

El 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera se pronunció contra el régimen establecido, declarando el estado de guerra y exigiendo que el poder pasara a manos de los militares.

Alfonso XIII, para mantener la apariencia de legalidad, lo nombró jefe de gobierno y el 15 de septiembre, Primo de Rivera estableció un Directorio Militar, marcando el inicio de la dictadura, caracterizada por el protagonismo del ejército, una ideología reaccionaria y antidemocrática, y el deseo de permanencia e institucionalización.

Causas del Golpe Militar

Las causas del golpe militar fueron:

  • Deterioro de la situación política.
  • Miedo a la revolución obrera.
  • Consecuencias del desastre de Annual.
  • Deterioro del caciquismo.

El ejército, el rey, la Iglesia, las clases medias y populares colaboraron con la dictadura. Inicialmente, solo los anarquistas se opusieron.

Objetivos de la Dictadura

Los objetivos de la dictadura eran resolver los problemas:

  • Político: Caciquismo.
  • Social: Orden público.
  • Militar: Marruecos.
  • Económico: Crisis.

La dictadura tuvo un carácter regeneracionista, populista y antidemocrático.

Se ha considerado la dictadura de Primo de Rivera como un régimen protofascista y un intento de mantener la monarquía.

Etapas de la Dictadura

Tuvo dos etapas:

  • Directorio Militar (1923-1925):
    • Política: Erradicación del caciquismo. Reforma electoral con un Estatuto Municipal. Sustitución de alcaldes por vocales asociados y gobernadores civiles por militares. Creación de la Unión Patriótica. Rechazo al separatismo.
    • Orden Público: Suspensión de la Constitución, disolución de las Cortes, censura de prensa y fin del pistolerismo. Represión de la CNT, anarquistas y el PDE. Colaboración inicial del PSOE y la UGT.
    • Marruecos: Inicialmente, se consideró abandonar el Protectorado. Finalmente, se optó por una actuación conjunta con Francia, que culminó con la rendición de Abd-el-Krim.
  • Directorio Civil (1925-1930):

En 1925, Primo de Rivera sustituyó el gobierno militar por uno civil, confirmando su intención de permanecer en el poder.

  • Economía: Política hidráulica (embalses, canales de riego), modernización de transportes, carreteras y ferrocarriles, construcción de alcantarillados, mejora de la educación y la sanidad. Proteccionismo y creación de monopolios (CAMPSA, Telefónica).
  • Eventos: Exposición Iberoamericana en Sevilla y Exposición Universal en Barcelona (1929).
  • Política Social: Creación del Consejo Nacional del Trabajo, protección de familias numerosas, seguro de maternidad, Organización Corporativa Nacional (fijación de salarios y condiciones de trabajo).

A partir de 1927, la oposición al régimen creció, con la Alianza Republicana, los socialistas, los catalanistas, intelectuales, el FUE y los anarquistas de la FAI.

Finalmente, ante la incertidumbre política y las consecuencias económicas del Crac del 29, la dictadura se debilitó. Alfonso XIII retiró su confianza a Primo de Rivera, quien dimitió en enero de 1930 y se exilió en Francia.

Tras esto, Alfonso XIII nombró a Dámaso Berenguer, cuyo gobierno fue conocido como la ‘Dictablanda’. En 1930 se firmó el Pacto de San Sebastián para luchar por la República.

Se produjeron la sublevación de Jaca y la del aeródromo de Cuatro Vientos.

Finalmente, el rey cesó a Berenguer y nombró al almirante Aznar en 1931. Se convocaron elecciones municipales, que resultaron en el triunfo de los republicanos. Aznar dimitió y Alfonso XIII se exilió en Francia, dando paso a la Segunda República.