Las Guerras Carlistas y la Cuestión Dinástica (1833-1840)
En 1830, tras el matrimonio de Fernando VII y María Cristina, nació Isabel II. Para asegurar su reinado, se derogó la Ley Sálica (que impedía reinar a las mujeres) mediante la Pragmática Sanción. Sin embargo, los partidarios de Carlos María Isidro no la reconocieron. A la muerte de Fernando VII, estalló una guerra civil entre los isabelinos (liberales) y los carlistas (absolutistas). Carlos María Isidro exigió sus derechos dinásticos desde Portugal mediante el Manifiesto de Abrantes, y el 3 de octubre fue nombrado rey en algunas ciudades españolas.
El enfrentamiento se dividió en dos bandos:
- Bando Isabelino: Apoyado por el ejército, la nobleza, la burguesía, las clases populares, Inglaterra, Francia y Portugal. Formaron una alianza con los liberales.
- Bando Carlista: Apoyado por el clero, la aristocracia, campesinos, artesanos, Austria, Prusia y Rusia. Defendían el catolicismo, el absolutismo y los privilegios forales.
La Primera Guerra Carlista (1833-1839) se desarrolló principalmente en el norte y se dividió en cuatro fases:
- 1833-1835: Los carlistas dominaron el norte, pero fracasaron en el sitio de Bilbao tras la muerte de su general Zumalacárregui.
- 1835-1837: Expediciones militares carlistas se acercaron a Madrid, pero fracasaron.
- 1837-1839: División carlista entre transaccionistas e intransigentes. El Convenio de Vergara (1839) reconoció a Isabel como reina.
- 1840: Espartero tomó Morella, último reducto carlista.
La Segunda Guerra Carlista (Guerra dels Matiners, 1846-1849) se produjo tras el fracaso del enlace entre Isabel II y Carlos VI.
Las Regencias y el Ascenso del Liberalismo (1833-1843)
Durante la minoría de edad de Isabel II, se sucedieron dos regencias:
- Regencia de María Cristina (1833-1840):
- Gobierno de Cea Bermúdez: Reformas administrativas inspiradas en el Despotismo Ilustrado.
- Gobierno de Martínez de la Rosa: Reformas políticas y Estatuto Real de 1834 (Carta Otorgada).
- Surgimiento de dos partidos: Moderado (Narváez) y Progresista (Espartero).
- Sublevaciones urbanas (1835) y revuelta contra María Cristina (1836).
- Constitución de 1837: Soberanía nacional, división de poderes, libertad de prensa, poder a los ayuntamientos y Milicia Nacional.
- Regencia de Espartero (1840-1843):
- Gobierno autoritario.
- Represión de una insurrección en Barcelona (1842).
- Pronunciamiento de Narváez (1843).
La Década Moderada (1844-1854)
Isabel II fue coronada a los trece años. Durante su reinado, se alternaron los partidos dinásticos (Moderado y Progresista). Otros partidos relevantes fueron la Unión Liberal y el Partido Demócrata.
La Década Moderada (1844-1854) se caracterizó por el gobierno de Narváez, quien estableció un sistema político estable basado en:
- Orden sobre libertad.
- Marginación de los progresistas.
- Apoyo del Ejército y las élites sociales.
- Constitución de 1845: Negación de la soberanía nacional, más poderes a la Corona, Cortes bicamerales, sufragio censitario, derechos individuales limitados y Estado confesional.
- Centralismo político-administrativo: Firma del Concordato (1851) y creación de la Guardia Civil (1844).
Las Desamortizaciones y la Transformación Económica y Social
La Desamortización como Motor de Cambio
La propiedad de la tierra en el Antiguo Régimen estaba amortizada, es decir, vinculada a la nobleza (mayorazgos), la Iglesia, los ayuntamientos (bienes propios y comunes) y el Estado. Los ilustrados consideraban este sistema irracional e improductivo, denominando a sus beneficios “manos muertas”.
La desamortización fue clave para la revolución industrial y el paso al Nuevo Régimen, buscando instaurar la propiedad libre e individual para maximizar rendimientos y desarrollar el capitalismo en el campo.
Fases de la Desamortización
- Gobierno de Godoy (1795): Desamortización de bienes de institutos eclesiásticos.
- Guerra de la Independencia: Legislación de supresión de conventos y órdenes religiosas, y venta de sus propiedades.
- Trienio Liberal: Desamortización de bienes de propios y baldíos.
- Regencia de María Cristina: Ley de desamortización de Mendizábal (1836-1837):
- Supresión de órdenes religiosas y nacionalización de sus bienes.
- Venta en pública subasta, pagable en efectivo o Deuda Pública.
- Objetivos: económicos (pagar deudas y afrontar la Guerra Carlista), políticos (ampliar el liberalismo) y sociales (crear una clase media agraria).
- Bienio Progresista: Ley Madoz (1855):
- Venta en subasta pública de todos los bienes amortizados.
- Dinero recaudado destinado a la industrialización del país.
Consecuencias de la Desamortización
- Alivio del déficit público estatal.
- Aumento de enemigos de los liberales.
- Beneficio para latifundistas y ricos hombres de negocio.
- Fraudes en las operaciones de compraventa.
- Aparición de un proletariado agrícola (jornaleros).
- Burguesía terrateniente que emulaba a la vieja aristocracia.
- Latifundismo en el centro y sur, minifundio en el norte y noroeste.
- Ruptura de relaciones con Roma (1851) y posterior firma del Concordato.
- Ruina de los ayuntamientos (Ley Madoz).
- Empeoramiento de las condiciones de vida del campesinado y emigración a las ciudades.
Transición Demográfica y Social
El siglo XIX supuso la transición del Antiguo Régimen a la Edad Contemporánea, con un crecimiento demográfico moderado debido a guerras, epidemias y movimientos migratorios. Se produjo el paso de una sociedad estamental a una de clases, con el fin de los privilegios y la igualdad ante la ley. La nobleza perdió influencia, pero siguió presente en altos cargos. El clero perdió ingresos, el monopolio de la enseñanza y parte de sus bienes.
El Sexenio Democrático (1868-1874)
La Revolución Gloriosa y el Gobierno Provisional (1868)
El Pacto de Ostende (1866) buscaba destronar a Isabel II. El 19 de septiembre de 1868, el almirante Topete, junto a Prim y Serrano, se sublevó en Cádiz. Se formaron juntas revolucionarias por todo el país. La Gloriosa Revolución triunfó, e Isabel II partió hacia Francia tras la derrota en la batalla de Alcolea.
Se formó un Gobierno Provisional (Serrano presidente, Prim ministro de Guerra) que disolvió la Milicia Nacional y las Juntas Revolucionarias.
La Constitución de 1869 y la Regencia de Serrano
En 1869 se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino, que elaboraron la Constitución de 1869:
- Amplia declaración de derechos (libertad de imprenta, de culto, de reunión).
- Soberanía nacional.
- División de poderes.
- Monarquía con poder del rey limitado.
Serrano asumió la regencia mientras se buscaba un nuevo rey. Durante su regencia, se aprobaron reformas como el matrimonio civil y la peseta (1868). Resurgió la Guerra Larga de Cuba (1868-1878) y la Tercera Guerra Carlista (1872-1876).
El Reinado de Amadeo I (1871-1873)
Amadeo de Saboya, Duque de Aosta, fue elegido rey. Su principal apoyo, el general Prim, fue asesinado antes de su llegada. Su reinado fracasó por:
- Falta de apoyos políticos.
- Oposición de alfonsinos, carlistas y republicanos.
- Conflictos armados (Guerra de Cuba y carlistas).
- Frialdad de las clases dirigentes y populares.
Amadeo I abdicó el 11 de febrero de 1873.
La Primera República (1873-1874)
Congreso y Senado proclamaron la República como solución de urgencia. Enfrentó dificultades como:
- División de los republicanos (federalistas y unitarios).
- Oposición de carlistas, alfonsinos y progresistas.
- Conflictos armados (Tercera Guerra Carlista, Guerra de Cuba y cantonalismo).
- Expectativas de las clases populares.
- Falta de apoyo internacional.
Se sucedieron cuatro gobiernos:
- Figueras: Convocó Cortes Constituyentes.
- Pi y Margall: Redactó la Constitución de 1873 (federal) y enfrentó la insurrección cantonal.
- Salmerón: Giro conservador, sofocó el cantonalismo.
- Castelar: Aplicó penas de muerte, reforzó el poder del Estado y suprimió el principio federal.
El golpe de Estado del general Pavía (3 de enero de 1874) puso fin a la Primera República.