El proyecto de los Almacenes Carson es un proyecto geométrico que se basa en la planta libre, un concepto que utiliza un esqueleto de metal, eliminando la necesidad de muros para aguantar y esto permite una mayor flexibilidad en la distribución interior. La construcción comienza con el esqueleto de hormigón armado y luego se decide cómo dividir los espacios, usando columnas decorativas para diferenciar los ambientes sin depender de muros. El edificio se destaca por el uso de grandes ventanas y cristaleras, lo que facilita la entrada de luz natural, mejorando la calidad de los espacios interiores. El arquitecto concibe el edificio de dentro hacia fuera, priorizando la estructura y luego adaptando los espacios interiores. La planta baja está destinada a tiendas y negocios, con una entrada de hierro forjado que sigue el estilo modernista pero con un diseño más depurado. Los pisos superiores están divididos por ventanas grandes, favoreciendo la luz en todo el edificio. En las últimas plantas se encuentran las viviendas de los propietarios, y se incorporan ascensores eléctricos para facilitar el acceso a los niveles superiores. El diseño exterior del edificio se aleja de la ornamentación del siglo XIX, eliminando elementos decorativos y apostando por superficies lisas y acristaladas, con predominancia de líneas horizontales y verticales, creando una estética más simple y funcional.
Mondrian y la Abstracción Geométrica
La belleza de este cuadro está en la representación de la realidad a través de la simplicidad de las formas y los colores. Para el arte, simplificar al máximo permite encontrar la esencia de la belleza y Mondrian llega a alcanzar esta esencia mediante la abstracción. La experiencia estética surge cuando se comprende que la belleza del entorno se basa en la reducción de formas y colores. Busca la belleza a través de una gran capacidad técnica y su objetivo es llegar al origen más simple para descubrir la belleza. En este proceso, se alejan de su entorno y encuentran su esencia en lo abstracto, evitando el naturalismo. Observa la naturaleza y extrae de ella sus colores primarios. Su tradición artística lo lleva a buscar soportes donde el blanco simboliza la pureza y el negro, la oscuridad. Estos dos colores planos y opuestos generan un juego estético. La composición de la obra se organiza mediante líneas negras horizontales y verticales en ángulo recto. Las superficies rectangulares definidas por estas líneas se rellenan con colores primarios planos (azul, amarillo y rojo), además del negro y el blanco. La contraposición entre lo vertical y lo horizontal posee un valor simbólico. Lo vertical representa al hombre, el espacio, la estática y la armonía; mientras que lo horizontal simboliza a la mujer, el tiempo, la dinámica y la melodía.
La Bauhaus: Unión de Arte e Industria
El edificio de la Bauhaus, diseñado por Walter Gropius, surge con la intención de unir el mundo del arte y la producción. Gropius asumió la dirección de la Escuela de Arte y Oficios y la Academia de Bellas Artes, buscando fusionar ambos ámbitos para convertir la industria en un elemento estético. El objetivo era encontrar la belleza artística en la industria, incluso en elementos funcionales como las cañerías, algo novedoso en su tiempo. La libertad artística dentro de la Bauhaus permitió la innovación, con la idea de modificar elementos industriales y convertirlos en arte. Sin embargo, con la llegada de Hitler al poder, la escuela fue cerrada. El edificio se compone de cinco cuerpos de volumen prismático, es decir, con lados rectos, comunicados entre sí. Cada uno de estos cuerpos presenta una estructura diferente según su función, lo que genera una distribución flexible y adaptada a las necesidades del espacio. Las fachadas son diferentes en cada cuerpo y, al ser independientes de la estructura portante, los muros tradicionales se sustituyen por amplios acristalamientos, permitiendo una mayor entrada de luz y transparencia en el edificio. La estética del edificio se basa en mostrar el esqueleto de la construcción, lo que define su concepto de belleza arquitectónica. En lugar de ocultar los materiales, se dejan a la vista, sin pintar el metal, resaltando su carácter industrial. El diseño sigue una cuadrícula irregular, con el uso de plataformas, reforzando la idea de una arquitectura funcional, estética y adaptada a las nuevas necesidades de la época.
La Pedrera: Un Organismo Arquitectónico de Gaudí
La Casa Milà, conocida como La Pedrera, es una de las obras maestras de Antoni Gaudí. Surge en el contexto de una próspera y culta burguesía del siglo XIX, que, gracias a grandes fortunas provenientes del comercio textil y la inversión de capital de los indianos de Cuba, impulsó el deseo de modernidad a través de nuevas formas arquitectónicas. El siglo XIX marca la derrota de las murallas y la expansión de las ciudades. Con el Plan Cerdà, se diseña el Eixample, caracterizado por un urbanismo basado en edificios bonitos y un diseño moderno. Gaudí concibe la arquitectura como un organismo vivo con referencias directas a la naturaleza. En el caso de La Pedrera, el edificio se asemeja a un grupo de montañas excavadas, lo que le otorga su nombre popular. Los arbustos metálicos en los balcones y las chimeneas antropomórficas, que recuerdan a cumbres nevadas, refuerzan esta idea. El diseño del edificio es orgánico, imitando un cuerpo vivo. Los pilares del piso inferior se inspiran en patas de elefante, evocando una estructura natural y dinámica. La fachada presenta un ritmo ondulante, en sintonía con el ritmo espacial interior, generando un juego inquietante de formas y sombras. Adopta una planta libre, lo que sugiere una estructura similar a una célula, reforzando su carácter innovador y su inspiración en la naturaleza.
El Pabellón de Barcelona: Simplicidad y Elegancia Geométrica
El pabellón representa la naturaleza desde su esencia, tomando como referencia las formas geométricas más simples, como el rectángulo, mientras que otras obras, como La Pedrera, se inspiran en la naturaleza en cuanto a sus formas orgánicas. El jardín es sencillo pero cálido, sin una gran decoración. La composición se caracteriza por la simplicidad y claridad en las formas, siguiendo un riguroso sistema de proporciones. Se prioriza la utilidad sobre la forma, dando mayor importancia al color y la textura para generar belleza. Fue construido para la Expo Internacional de Barcelona con el objetivo de representar a Alemania. La estructura se dispone sobre un pedestal y está formada por dos estanques y dos construcciones cubiertas, todas ellas rectangulares y con relaciones proporcionales entre sí. La estructura portante está compuesta por ocho pilares cruciformes de acero, sobre los cuales descansa una losa de hormigón armado voladizo, es decir, un techo que sobresale con una parte sin apoyo aparente. La estructura es baja y la estructura de metal sirve como columnas de cerramiento del cristal y sostiene el peso de la cubierta. Las paredes exteriores son acristaladas. En el interior, el concepto de “fluido” define el espacio con una planta libre, sin puertas ni ventanas. Solo las paredes divisorias crean espacios abiertos e intercomunicados, utilizando biombos separadores atractivos en materiales. Los materiales de revestimiento eran caros y selectos, con paredes de mármol, ónice y zócalo. La intención era que la simplicidad en las formas permitiera que la belleza surgiera a través del color y la textura. A través de líneas geométricas, se crean formas que destacan por su color y textura, generando brillo y tonalidad. Es decir, a partir de formas geométricas sencillas, al decorarlas con materiales nobles y sofisticados, se consigue belleza. Los colores ocres y verdosos se utilizan para unificar la estructura con el jardín, logrando su integración con la naturaleza. Aunque es minimalista, resulta cálido, ya que, a pesar de no contar con una gran decoración, la presencia de verdes lo hace acogedor. Se emplea una simplificación del color, utilizando colores primarios: azul, que representa la inmaterialidad o espiritualidad; amarillo, que simboliza la luz en contraposición a la oscuridad; y rojo, que expresa la consistencia. El granito verde de los estanques crea un juego de colores con la naturaleza y los muros y cubiertas están diseñados con formas geométricas, siguiendo un sistema de proporción.
La Silla Barcelona: Diseño y Sofisticación
La silla Barcelona se compone de armazones de patas como soporte, con un respaldo de metal cómodo, resistente y pulido. El asiento está hecho de piel de ternera original, lo que le da un carácter de sofisticación. El respaldo no es liso, sino que incorpora medallones, combinando diseño tradicional y sofisticación. Además, el acolchado crea entrantes y salientes. El uso de materiales acogedores y una estructura esbelta refuerzan la idea de belleza en la simplicidad.