El Sexenio Revolucionario (1868-1874)
Periodo de seis años en la historia de España durante el cual no gobernaron los Borbones, caracterizado por una gran inestabilidad política y la búsqueda de un nuevo sistema de gobierno.
La Revolución de 1868: La Gloriosa
La oposición al reinado de Isabel II, compuesta principalmente por progresistas y demócratas, firmó el Pacto de Ostende (1866), ratificado en Bruselas al año siguiente. Tras la muerte de O’Donnell en 1867, muchos de sus seguidores de la Unión Liberal, incluyendo altos mandos militares, se unieron a la conspiración antiborbónica liderada por los generales Francisco Serrano y Juan Prim.
La muerte de O’Donnell marcó una nueva fase en la conspiración, caracterizada por la división dentro del ejército y el aumento de los contactos entre los conspiradores. Se otorgó la dirección del movimiento revolucionario al general *Prim*, mientras se creaba en Madrid un comité secreto compuesto por unionistas y progresistas, excluyendo inicialmente a los demócratas, a quienes se asignó un papel secundario.
Proceso Revolucionario
En septiembre de 1868, la sublevación se inició con el pronunciamiento del almirante Topete en Cádiz. Las tropas rebeldes, al mando del general *Serrano*, derrotaron a las fuerzas leales a la reina en la batalla del Puente de Alcolea (Córdoba). En el sur, norte y este de España, las autoridades locales fueron reemplazadas por Juntas revolucionarias. La revolución sorprendió a Isabel II veraneando en San Sebastián; la Junta local se pronunció una vez que la reina cruzó la frontera hacia Francia. Triunfó así la revolución conocida como «La Gloriosa».
Durante los primeros meses, ante la ausencia de un gobierno central, el poder político recayó en las Juntas revolucionarias hasta la formación de un Gobierno Provisional. Estas Juntas encargaron a *Serrano* la formación de dicho gobierno. Pronto surgieron tensiones entre el Gobierno Provisional y las Juntas, lo que llevó a *Prim* a decretar su disolución.
Este Gobierno provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes en enero de 1869, mediante sufragio universal masculino (varones mayores de 25 años), para que la nación eligiera su forma de gobierno. La coalición monárquico-democrática (progresistas, unionistas y demócratas cimbrios) obtuvo la mayoría, estableciéndose como régimen la monarquía democrática. Las Cortes se comprometieron a redactar una nueva Constitución.
La Constitución de 1869
Considerada la constitución más liberal de España hasta esa fecha, consagró principios democráticos fundamentales:
- Soberanía Nacional: Reside esencialmente en la Nación, de la cual emanan todos los poderes.
- Declaración de Derechos: Incluyó una amplia gama de derechos individuales, como el habeas corpus, la inviolabilidad del domicilio, la libertad de enseñanza, reunión y asociación. Por primera vez, se reconoció explícitamente la libertad de cultos, aunque el Estado se comprometía a mantener el culto y el clero católicos.
Estructura del Estado
Se establecía un sistema parlamentario bicameral con iniciativa legislativa compartida:
- Congreso de los Diputados: Elegido por sufragio universal masculino directo (varones mayores de 25 años).
- Senado: Cámara con una composición mixta, en parte electiva por sufragio universal indirecto y en parte por designación o derecho propio (altos cargos, etc.), requiriendo ser mayor de 40 años y cumplir ciertos requisitos.
El Rey ejercía el poder ejecutivo a través de sus ministros, tenía iniciativa legislativa compartida con las Cortes, sancionaba y promulgaba las leyes, y podía convocar, suspender o disolver las Cortes, aunque con limitaciones constitucionales. Gozaba de irresponsabilidad política (sus actos debían ser refrendados por un ministro).
Principales Medidas Legislativas del Gobierno Provisional
Tras la aprobación de la Constitución, el general *Serrano* asumió la Regencia mientras se buscaba un nuevo monarca. El Gobierno provisional impulsó importantes reformas:
- Ley Electoral (1870): Desarrolló los principios del sufragio universal masculino establecidos en la Constitución.
- Ley Orgánica del Poder Judicial (1870): Unificó los fueros (excepto el militar y eclesiástico en sus ámbitos), instauró el juicio por jurado para ciertos delitos y reorganizó la estructura judicial, creando el Tribunal Supremo.
- Código Penal (1870): Supuso una importante reforma y modernización de la legislación penal.
- Ley de Matrimonio Civil (1870): Introdujo el matrimonio civil obligatorio.
- Reforma Arancelaria (Arancel Figuerola, 1869): Adoptó una política librecambista, reduciendo las tarifas aduaneras.
El Reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873)
El general *Prim* fue el encargado de buscar un candidato adecuado para el trono español. Tras evaluar y descartar diversas opciones:
- Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen: Vetado por Napoleón III de Francia, su candidatura fue un detonante de la Guerra Franco-Prusiana.
- Antonio de Orleans, Duque de Montpensier: Cuñado de Isabel II, generaba rechazo por su posible implicación en la muerte del infante Enrique de Borbón y por las maniobras de Prim.
- Fernando de Coburgo: Ex-rey consorte de Portugal, opción que no prosperó.
- Baldomero Espartero: El viejo general progresista rechazó la oferta.
- Amadeo de Saboya: Hijo de Víctor Manuel II, rey de la Italia unificada, representaba una monarquía liberal y fue finalmente el elegido por las Cortes en noviembre de 1870.
*Amadeo* llegó a España a finales de diciembre de 1870 para jurar la Constitución. Sin embargo, días antes de su llegada a Madrid, su principal valedor, el general *Prim*, murió víctima de un atentado, dejando al nuevo rey sin su apoyo fundamental y sumiendo al país en una mayor incertidumbre.
La breve monarquía de Amadeo I se enfrentó a múltiples y graves problemas:
- Inestabilidad política crónica: Fragmentación de la coalición gubernamental (los progresistas se dividieron en el Partido Constitucional de *Sagasta* y el Partido Radical de *Ruiz Zorrilla*), lo que provocó continuos cambios de gobierno y crisis parlamentarias.
- Oposición múltiple y activa: Los carlistas iniciaron la Tercera Guerra Carlista en 1872; los alfonsinos, partidarios de la restauración borbónica en la figura de *Alfonso* (hijo de Isabel II) y liderados por *Cánovas del Castillo*, conspiraban activamente; los republicanos federales y unitarios aumentaban su influencia.
- Conflictividad social: Creciente agitación del movimiento obrero (influencia de la Primera Internacional) e insurrecciones de carácter federalista y campesino.
- Guerra de los Diez Años en Cuba: El conflicto independentista iniciado en 1868 continuaba sin resolverse.
- Falta de apoyos sólidos: El asesinato de Prim, la frialdad de la aristocracia (que lo apodaba ‘el rey extranjero’ o ‘Macarroni I’), la hostilidad del clero y la indiferencia de gran parte del pueblo minaron su posición.
Aislado, sin apoyos firmes y superado por la ingobernabilidad del país, *Amadeo I* abdicó el 11 de febrero de 1873.
La Primera República Española (1873-1874)
Tras la abdicación de Amadeo I, el Congreso y el Senado, constituidos ilegalmente en Asamblea Nacional (la Constitución de 1869 no preveía esta transformación), proclamaron la República el mismo 11 de febrero de 1873. Esta proclamación fue más una salida de emergencia ante el vacío de poder que el resultado de un amplio consenso republicano. La República nació en un contexto extremadamente difícil:
- Crisis económica y hacendística: Una deuda pública elevada y una economía debilitada.
- Conflictos bélicos abiertos: La Tercera Guerra Carlista se intensificaba, controlando amplias zonas del norte de España, y la Guerra de los Diez Años continuaba en Cuba.
- Profunda división interna del republicanismo: Principalmente entre los federalistas (partidarios de una estructura federal del Estado, a su vez divididos entre moderados e intransigentes) y los unitarios (partidarios de un estado centralizado).
- Hostilidad internacional: Las principales potencias europeas, mayoritariamente monárquicas, miraban con recelo y desconfianza al nuevo régimen español.
- Oposición monárquica activa: Carlistas y alfonsinos continuaban su lucha y conspiraciones.
- Aguda conflictividad social: Auge del movimiento obrero (anarquista y socialista) y revueltas campesinas.
La Inestabilidad Política: Cuatro Presidentes en Once Meses
La República se caracterizó por una profunda inestabilidad política, sucediéndose cuatro presidentes del Poder Ejecutivo en apenas once meses:
1. Estanislao Figueras (Febrero – Junio 1873)
Republicano federal, intentó mantener la unidad de las distintas facciones republicanas y convocar Cortes Constituyentes para definir la estructura del nuevo Estado. Se enfrentó a intentos de proclamar el Estado catalán dentro de la República Federal y a la creciente tensión entre unitarios y federales. Dimitió ante la imposibilidad de controlar la situación y se exilió a Francia.
2. Francisco Pi y Margall (Junio – Julio 1873)
Principal teórico del federalismo español, asumió la presidencia tras la elección de las Cortes Constituyentes (de mayoría federal). Durante su breve mandato se elaboró un Proyecto de Constitución Federal de 1873, que nunca llegó a aprobarse.
Proyecto de Constitución Federal (1873)
- Definía España como una República Federal compuesta por 17 Estados (incluyendo Cuba y Puerto Rico).
- Establecía una amplia autonomía para municipios y regiones (Estados federados).
- Proclamaba una radical separación entre la Iglesia y el Estado.
- Abolía los títulos nobiliarios.
- Ratificaba y ampliaba los derechos y libertades de la Constitución de 1869.
El gobierno de Pi y Margall se vio completamente desbordado por la Revolución Cantonal: una serie de insurrecciones que estallaron en diversas ciudades (especialmente en Levante y Andalucía, con epicentro en Cartagena), proclamando cantones (estados) independientes y llevando el federalismo a su extremo más radical y localista. Contrario a usar la fuerza militar para reprimir un movimiento que consideraba una desviación del federalismo, *Pi y Margall* dimitió.
3. Nicolás Salmerón (Julio – Septiembre 1873)
Republicano federal moderado, sucedió a Pi y Margall. Su principal objetivo fue restablecer el orden y la autoridad del gobierno central. Utilizó al ejército, con generales como *Pavía* y *Martínez Campos*, para sofocar militarmente la rebelión cantonal (logrando reducir todos los cantones excepto el de Cartagena, que resistiría hasta enero de 1874). Dimitió al negarse a firmar las sentencias de muerte impuestas por tribunales militares a algunos líderes cantonales, alegando motivos de conciencia.
4. Emilio Castelar (Septiembre 1873 – Enero 1874)
Representante del republicanismo unitario y de tendencia más conservadora. Ante la gravedad de la situación (guerra carlista, cantonalismo, indisciplina militar), las Cortes le otorgaron poderes extraordinarios. Suspendió las sesiones parlamentarias y las garantías constitucionales, gobernando de forma autoritaria para restablecer el orden. Reforzó el ejército, reorganizó el mando militar y continuó la lucha contra los carlistas y el cantón de Cartagena. Su giro conservador le granjeó la oposición de la mayoría federal de las Cortes. Cuando estas se reabrieron el 2 de enero de 1874, le retiraron la confianza.
El Fin de la República: El Golpe de Pavía y la Dictadura de Serrano
Ante la inminente formación de un nuevo gobierno republicano federal de centro-izquierda, considerado débil por los altos mandos militares, en la madrugada del 3 de enero de 1874, el General *Manuel Pavía*, Capitán General de Madrid, dio un golpe de Estado. Entró con tropas de la Guardia Civil y el ejército en el Congreso de los Diputados y disolvió por la fuerza las Cortes Constituyentes republicanas.
El golpe de Pavía puso fin a la República federal y abrió paso a un régimen transitorio y sin definición constitucional clara. Se formó un gobierno de concentración con unionistas y progresistas, presidido por el General *Serrano*, quien asumió la jefatura del Poder Ejecutivo con poderes dictatoriales. Se suspendió la Constitución de 1869 (aunque no se derogó formalmente) y se restableció el orden público de forma autoritaria. El objetivo principal de este régimen, a veces denominado ‘República Unitaria’ o ‘Dictadura de Serrano’, era liquidar los últimos focos del cantonalismo (Cartagena cayó finalmente) y concentrar los esfuerzos militares en derrotar al carlismo.
Mientras tanto, *Antonio Cánovas del Castillo* continuaba preparando meticulosamente la restauración de la monarquía borbónica en la figura de *Alfonso XII*, hijo de Isabel II, presentándolo como un monarca liberal y católico capaz de traer estabilidad. Aunque Cánovas prefería una restauración por vías políticas y civiles (plasmada en el Manifiesto de Sandhurst, diciembre de 1874), los acontecimientos se precipitaron. El General *Arsenio Martínez Campos* se adelantó a los planes de Cánovas y protagonizó el Pronunciamiento de Sagunto el 29 de diciembre de 1874, proclamando a *Alfonso XII* como Rey de España. El gobierno de Serrano no opuso resistencia significativa, aceptando la nueva situación. Este pronunciamiento puso fin al Sexenio Revolucionario y dio inicio al periodo de la Restauración Borbónica.