Leyes Clave y Contexto Histórico del Franquismo en España (1939-1975)

Texto 18: Ley de Protección de las Industrias de Interés Nacional (1939)

Localización

Tipo: Jurídico, ya que se trata de una ley publicada en el Boletín Oficial del Estado.
Autor: Individual (Francisco Franco).
Destinatario: Colectivo (sociedad española).
Momento histórico: Franquismo (1939-1975), específicamente la posguerra.
Datación: 25 de octubre de 1939.

Análisis

El texto expone los problemas derivados de la etapa anterior, refiriéndose implícitamente a la Segunda República y la Guerra Civil (posiblemente aludiendo a la Revolución de 1868 como “La Gloriosa”, aunque el contexto sugiere más bien los problemas heredados del periodo republicano y la guerra), indicando que España sufrió una de “las crisis más graves de su historia”, y poniendo de relieve la necesidad de proteger las industrias y materias primas esenciales para la vida del país.
En el segundo párrafo, aborda la situación económica, explicando los esfuerzos para reducir la dependencia de importaciones, buscando sustituir “productos exóticos capaces de producirse o facturarse en el área de nuestra Nación”.
En el tercer párrafo, señala que, ante la falta de una “iniciativa particular que satisfaga las necesidades”, se propone la creación de industrias de “interés nacional”, otorgándoles los siguientes beneficios:
  • Artículo 1: Establece que cuando la economía nacional aconseje la creación de una industria y sea necesario estimular la iniciativa privada, esta podrá ser considerada de “interés nacional”.
  • Artículo 2: Explica que, una vez declarada de “interés nacional”, la industria podrá disfrutar durante 15 años de beneficios como: expropiación forzosa de terrenos necesarios, reducción de impuestos hasta un 50%, garantía estatal de un rendimiento mínimo de hasta el 4% sobre el capital invertido, y rebajas en los derechos de aduana para maquinaria y utillaje no fabricados en España.
  • Artículo 3: Expresa que, a cambio de los beneficios otorgados por el Estado, este intervendrá en la empresa mediante la designación de un “interventor” y un “Consejero-delegado”.
  • Artículo 6: Indica que, una vez asegurada la estabilidad y viabilidad económica de la empresa, esta podrá renunciar a los beneficios estatales, quedando así liberada de la intervención mencionada en el artículo tercero.

Contextualización

La Ley de Protección de las Industrias de Interés Nacional se aprobó tras la Guerra Civil (1936-1939), conflicto con el que el franquismo se impuso por las armas a la República tras una cruenta guerra que causó la muerte y el exilio de miles de personas.
Las consecuencias económicas de la Guerra Civil fueron muy graves. Hubo un descenso progresivo de la renta per cápita de al menos un 6% anual, de modo que hacia finales de 1939 apenas llegaba al 73% del nivel de principios de 1936. Se había destruido casi el 30% del tonelaje marítimo y la mitad de las locomotoras ferroviarias. El 8% de las viviendas del país quedaron arrasadas y se perdió más de un tercio de la ganadería. En 1939, la producción industrial era un 31% inferior a la de cuatro años antes, y la producción agrícola había descendido en un 21%.
Tanto en economía como en otros sectores, el nuevo sistema combinaba el conservadurismo a ultranza con ambiciosas estrategias renovadoras. Casi todas las propiedades confiscadas durante la guerra se devolvieron a sus antiguos propietarios o herederos, buscando deshacer rápidamente la revolución colectivista llevada a cabo en algunas zonas republicanas. Franco y sus ministros tenían un programa particular para implementar una política nacionalista que fomentara un rápido desarrollo dentro de una estructura de propiedad privada, pero bajo un fuerte control estatal y, hasta cierto punto, con propiedad pública.
Con este fin, el 5 de junio de 1939, Franco anunció que la reconstrucción debía basarse en la autosuficiencia económica o autarquía, en paralelo a las políticas de Italia y Alemania en ese momento. Franco buscaba liberarse de las restricciones de las democracias liberales (calificadas como”plutocracia”) e inauguró una era de autarquía que duraría 20 años.
Sus ideas principales se expusieron en un documento firmado el 8 de octubre, titulado “Fundamentos y Directrices de un plan de saneamiento”. Este sentaba vagamente las bases de un plan decenal para alcanzar la modernización económica y la autosuficiencia, pretendiendo aumentar las exportaciones y reducir las importaciones sin contar con inversión extranjera. Demostraba una gran fe en el potencial económico de España y en la eficacia del control y la regulación gubernamental. El objetivo era cubrir las necesidades económicas y de defensa del país con recursos propios en solo cuatro años; los seis restantes se dedicarían a la reconstrucción total y al desarrollo.
Sin embargo, el gobierno reconoció que España no podría ser totalmente autosuficiente. Sería necesario importar cantidades significativas de alimentos, petróleo, materias primas y maquinaria industrial. La autarquía tenía como meta mejorar la balanza comercial y aumentar la producción industrial; los proyectos siempre se calculaban en términos de su coste en divisas. La carrera autárquica hacia la industrialización comenzó con el decreto de octubre de 1939 que promulgó la Ley de Protección y Fomento de la Industria Nacional.

Conclusión

El texto resulta de extraordinario interés para comprender la historia contemporánea de España, ya que sentó algunas de las bases económicas del nuevo Régimen. Al terminar la guerra, la economía estaba en una situación muy precaria, y el modelo autárquico pronto demostró que los recursos de España eran insuficientes. Además, el aislamiento internacional impedía recibir ayudas externas. Por ello, Franco intentó impulsar la iniciativa industrial mediante esta ley, aunque sus resultados fueron modestos.


Texto 19: Manifiesto del Congreso del Movimiento Europeo (Múnich, 1962)

Localización

Tipo: Político-circunstancial (manifiesto).
Autor: Colectivo (miembros del Movimiento Europeo, incluyendo 118 políticos españoles opositores al régimen).
Destinatario: Colectivo (gobierno y sociedad española, opinión pública internacional).
Lugar y Fecha: Múnich, 8 de junio de 1962.
Momento histórico: Desarrollismo franquista (años 60).

Análisis

El tema central del texto es la exigencia de instaurar un sistema democrático en España como requisito indispensable para su ingreso en el Mercado Común (Comunidad Económica Europea). Las ideas principales hacen referencia a la necesidad de:
  • Instituciones democráticas.
  • Respeto a los derechos humanos.
  • Reconocimiento de las comunidades naturales (nacionalidades históricas).
  • Garantía de los derechos de la oposición política y sindical.
Los políticos opositores al franquismo reunidos en Múnich se proponen conseguir cinco puntos esenciales:
  • Artículo 1: Existencia de instituciones “representativas y democráticas”, es decir, libremente elegidas por los ciudadanos (Parlamento, gobierno, ayuntamientos).
  • Artículo 2: Reconocimiento de derechos humanos básicos: libertad de expresión, reunión, etc.
  • Artículo 3: Reconocimiento de las distintas comunidades naturales (en referencia a Cataluña, Galicia y el País Vasco, que habían perdido sus estatutos de autonomía con el franquismo).
  • Artículo 4: Respeto a las libertades sindicales y al derecho de huelga.
  • Artículo 5: Organización de corrientes de opinión y de partidos políticos.
Como señalan al final del documento, buscan implantar la democracia en España “de acuerdo con las normas de la prudencia política, con el ritmo más rápido que las circunstancias permitan” y de forma pacífica, sin violencia. Al concluir la reunión, Salvador de Madariaga afirmó célebremente: “Hoy ha terminado la guerra civil”. El documento no especificaba si la futura democracia sería una República o una Monarquía, debido a las divisiones entre los firmantes sobre este punto, ni fijaba un calendario.
También se equivocaban al afirmar que contaban con el apoyo de la “inmensa mayoría”, ya que el régimen franquista nunca estuvo verdaderamente en peligro por esta acción. Aunque existía una oposición clandestina y huelgas, estas no tenían la capacidad de derribar al régimen a corto o medio plazo. La oposición estaba dividida: el Frente de Liberación Popular (FLP) y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) se desmarcaron del acuerdo. La Iglesia católica guardó silencio, aunque parte de ella ya mostraba inclinación hacia un aperturismo político. Por su parte, don Juan de Borbón, desde Estoril, mantuvo una posición ambigua respecto a la reunión y, por presiones de su consejo privado, desaprobó la intervención de los monárquicos para no romper sus relaciones con Franco.

Contextualización

El Congreso de Múnich tuvo lugar al inicio del Desarrollismo franquista. Por entonces, el país experimentaba un notable desarrollo económico debido a la liberalización iniciada con el Plan de Estabilización de 1959. Esto, sumado a numerosos cambios sociales (secularización, extensión de la enseñanza básica, etc.), provocó una transformación interna. En esta situación, el franquismo buscaba salir del ostracismo internacional e intentaba un acercamiento a Europa. El 9 de febrero de 1962, España había solicitado formalmente la adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE). De ahí que la oposición democrática, reunida en junio en Múnich, denunciara en este acuerdo la situación política española y solicitara la instauración de la democracia como condición indispensable para el ingreso de España en el Mercado Común. La reunión coincidió con un momento álgido del movimiento obrero, que convocó importantes huelgas en la zona minera asturiana, el País Vasco, Cataluña y Madrid, y con los inicios del movimiento estudiantil, que exigía libertades democráticas.
La reacción de Franco fue dura. Mediante un decreto ley del 8 de junio, suspendió el artículo 14 del Fuero de los Españoles (que reconocía el derecho a fijar libremente la residencia) por un plazo de dos años. Además, encarceló, deportó a Canarias o forzó al exilio a varios firmantes de Múnich, lo que motivó fuertes críticas internacionales. A la vez, se orquestó una campaña en la prensa del Movimiento para desacreditar el congreso, al que el diario falangista Arriba calificó peyorativamente como el “contubernio de Múnich” para ridiculizarlo, presentándolo como una conspiración y tachando a los firmantes de traidores y enemigos de España, aliados de masones y marxistas.
El régimen no se atrevió a silenciar completamente el evento, como hacía con las huelgas mineras y las protestas estudiantiles, porque había tenido lugar en el extranjero. También se organizaron manifestaciones de adhesión a Franco. Aumentó la represión: en 1963 se creó el Tribunal de Orden Público (TOP) para juzgar delitos políticos, y el dirigente comunista Julián Grimau fue ejecutado ese mismo año.

Conclusión

Este texto resulta de extraordinario interés para el conocimiento de la historia contemporánea española. Aunque la resolución del Congreso de Múnich no tuvo ningún efecto práctico inmediato, significó un considerable escándalo político en España, provocando la dura represión mencionada. A pesar de este episodio, el 8 de junio de 1970, España firmaría un acuerdo comercial preferente con la CEE y, finalmente, en 1985, ya con un régimen democrático consolidado, se convertiría en miembro de pleno derecho de la Comunidad.


Texto 20: Ley Orgánica del Estado (1967)

Localización

Tipo: Jurídico (Ley Fundamental del Reino).
Contexto: Publicada en el BOE el 11 de enero de 1967, durante el periodo del Desarrollismo franquista.
Autor: Formalmente, las Cortes Españolas; promulgada por Francisco Franco como Jefe del Estado.
Destinatario: Colectivo (ciudadanía española e instituciones del Estado).
Datación: Aprobada en referéndum el 14 de diciembre de 1966, promulgada el 10 de enero de 1967.

Análisis

La idea principal del texto es culminar la institucionalización del régimen franquista y definir la estructura y poderes del Estado, en particular los del Jefe del Estado.
El texto comienza exponiendo la finalidad de la ley: completar el proceso de institucionalización del Estado nacional y actualizar las Leyes Fundamentales anteriores. Posteriormente, se presentan varios artículos clave:
  • Art. 1.1: España se constituye en un Reino, reafirmando la definición establecida en la Ley de Sucesión de 1947.
  • Art. 2.1: La soberanía nacional reside en el pueblo español y es una e indivisible.
  • Art. 2.2: El sistema institucional responde a los principios de unidad de poder y coordinación de funciones. No establece una separación de poderes clásica, concentrando la Jefatura del Estado amplias atribuciones.
  • Art. 3: Los fines esenciales del Estado son: la defensa de la unidad e integridad de la Patria, el mantenimiento de la paz interior y la seguridad exterior, el amparo de los derechos de la persona, la salvaguardia del patrimonio espiritual y material de los españoles, y el fomento de la justicia social, todo ello siendo fiel a los Principios del Movimiento Nacional.
  • Art. 6: Detalla las funciones del Jefe del Estado (Franco en ese momento), entre otras: representar a la Nación, ejercer el mando supremo de los ejércitos, sancionar y promulgar leyes, presidir el Consejo de Ministros cuando lo estime oportuno, conferir empleos civiles y honores, ejercer el derecho de gracia, y acreditar y recibir representantes diplomáticos.
  • Art. 14: Establece la figura del Presidente del Gobierno, que debe ser español y será designado por el Jefe del Estado a partir de una terna propuesta por el Consejo del Reino.

Contextualización

En 1967, el franquismo se encontraba plenamente consolidado, pero su líder, Franco, era ya de edad avanzada. Franco siempre fue reacio a fijar con excesivo detalle las atribuciones del poder y se opuso a una constitución formal que recordara al periodo liberal. La decisión de”institucionaliza” su régimen personal respondió a menudo a acontecimientos externos y a presiones internas de sectores que querían asegurar la continuidad del franquismo tras su muerte. Esto llevó a la promulgación de un conjunto de Leyes Fundamentales, complejas y a veces contradictorias, que surgían según las necesidades políticas del momento.
En la primavera de 1938, se decretó el Fuero del Trabajo, que articulaba las relaciones laborales y establecía bases económicas. La Ley Constitutiva de las Cortes (1942) fue una respuesta a la evolución del conflicto europeo, que se decantaba hacia las democracias occidentales. Tras la Segunda Guerra Mundial, en 1945, se publicó el Fuero de los Españoles, una operación de”maquillaj” del régimen ante las potencias vencedoras; aunque parecía una declaración de derechos, en realidad proponía un sistema autoritario confesional con derechos limitados. Ese mismo año, se completó con la Ley de Referéndum Nacional.
La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947), sometida a referéndum, declaró a España como Reino y reservó a Franco el derecho de nombrar a su sucesor. En 1958, se promulgó la Ley de Principios del Movimiento Nacional, incorporando la doctrina falangista como base institucional y reconociendo a FET y de las JONS como único cauce de participación política.
Tras otro largo periodo sin nuevas Leyes Fundamentales, a mediados de los años 60, el régimen intentó responder al desarrollo socioeconómico del país con una actualización de su entramado legislativo. La Ley Orgánica del Estado (LOE), aprobada en referéndum en diciembre de 1966, introdujo algunas novedades funcionales, como la separación formal entre los cargos de Jefe del Estado y Presidente del Gobierno, aunque esta separación no se hizo efectiva hasta 1973 con el nombramiento de Luis Carrero Blanco.

Conclusión

El texto analizado, un fragmento de la Ley Orgánica del Estado de 1967, es de extraordinario interés para comprender la arquitectura jurídica final del franquismo. Supuso una sistematización y actualización de las leyes anteriores, abordando cuestiones fundamentales como la forma de Estado (Reino), sus fines y la distribución de poder entre sus principales figuras (Jefe del Estado y Presidente del Gobierno). Esta ley formó parte de las bases jurídicas del régimen hasta la Transición democrática. Sin embargo, la sociedad española percibía una sensación de indefensión e inseguridad jurídica, ya que el franquismo ignoró principios democráticos esenciales como la separación de poderes efectiva, la igualdad ante la ley (existencia de tribunales de excepción) y las libertades fundamentales de reunión, asociación y expresión.


Causas y Consecuencias del Franquismo

Causas

El franquismo (1939-1975) fue un régimen dictatorial que sucedió a la Segunda República tras un golpe de Estado militar y la subsiguiente Guerra Civil (1936-1939). Sus causas inmediatas radican en la polarización política, social y económica de la República, el fracaso del golpe de Estado que derivó en guerra, y la victoria final del bando sublevado liderado por Franco, apoyado por las potencias fascistas (Alemania e Italia). En el País Vasco, la industria sobrevivió relativamente mejor durante la guerra gracias a ciertas precauciones tomadas por el Gobierno Vasco, aunque tras la caída de Bilbao en 1937, se suprimieron los Conciertos Económicos de Gipuzkoa y Bizkaia como castigo.
Económicamente, el franquismo inicial se caracterizó por la autarquía (1939-1959), una política que buscaba la autosuficiencia económica y el aislamiento del exterior. Esta etapa estuvo marcada por la escasez, las cartillas de racionamiento, el estraperlo (mercado negro) y un bajo nivel de vida. A partir de 1959, con el Plan de Estabilización, comenzó la etapa “desarrollista”, que liberalizó parcialmente la economía, la abrió al exterior y propició una rápida modernización e industrialización.
Social y políticamente, el régimen fue desde sus inicios represivo, antidemocrático y totalitario, basado en la concentración de poder en Franco, la existencia de un partido único (FET y de las JONS), la supresión de libertades y una fuerte influencia de valores nacionalcatólicos. Tras la Segunda Guerra Mundial y en el contexto de la Guerra Fría, el franquismo matizó sus componentes fascistas más explícitos para obtener reconocimiento y apoyo internacional, especialmente de Estados Unidos. En los años 60, los cambios económicos, la mejora educativa y el contacto con el exterior impulsaron una transformación social hacia una sociedad más abierta, secularizada y plural, acercándola culturalmente a Europa occidental.

Consecuencias

El franquismo (1939-1975) impuso una larga dictadura que suprimió la democracia y las libertades, estableciendo un régimen represivo, autoritario y de ideología nacionalcatólica. La represión política y social fue una constante, especialmente en la posguerra, con miles de ejecuciones, encarcelamientos y exiliados.
Económicamente, tras la dura etapa de autarquía (1939-1959), el Plan de Estabilización de 1959 impulsó la liberalización económica, la inversión extranjera y un fuerte crecimiento (el”milagro económico españo”), aunque con desequilibrios territoriales y sectoriales. En el País Vasco, la industria tradicional (siderurgia, naval) se expandió más allá del Nervión y la cuenca del Deba, llegando a áreas como el Cadagua y la comarca de San Sebastián. Eibar extendió su influencia industrial al Duranguesado, mientras que Vitoria-Gasteiz desarrolló un importante polo industrial en los años 60. En Mondragón surgió un modelo singular de desarrollo basado en el cooperativismo, con Ulgor (posteriormente Fagor) como empresa emblemática.
Estos cambios económicos, junto con la mejora educativa y el aumento del nivel de vida, transformaron profundamente la sociedad española: mayor acceso al consumo, éxodo rural y crecimiento urbano, secularización progresiva, cambios en la estructura familiar y un papel más visible (aunque aún limitado) de la mujer en la sociedad y el trabajo. Estos cambios llevaron a una parte creciente de la sociedad a reivindicar libertades y derechos homologables a los de otras sociedades europeas, desarrolladas económicamente, modernas socialmente y democráticas políticamente. Se produjo también un importante crecimiento demográfico (baby boom). Finalmente, el euskera, duramente perseguido en los primeros años del régimen, comenzó a experimentar una tímida recuperación cultural y social a partir de los años 50 y 60, con el surgimiento de las ikastolas y un renovado interés por la lengua y la cultura vascas. La dictadura finalizó con la muerte de Franco en 1975, abriendo paso a la Transición democrática.