El Humanismo Renacentista:
Algunos historiadores hacen coincidir el inicio de este renacimiento con la caída de Constantinopla, en 1453, a manos de los turcos otomanos y la consiguiente migración hacia Occidente de intelectuales bizantinos. Pero, históricamente podríamos decir que el Renacimiento comienza en Italia en el siglo XIV y perdurará hasta más allá del siglo XVI. El Renacimiento se caracteriza, en cuanto a la cultura y la filosofía, porque es un movimiento muy heterogéneo, y en apariencia carente de la unidad y la cohesión que parecen predominar en otras épocas. Si es necesario señalar una orientación propia de este período, ésta sería el Humanismo.
El Humanismo se inició en Italia en el siglo XIV como un programa educativo que tenía como objetivo la formación de intelectuales en poesía, retórica, historia y filosofía. El concepto de Humanismo se asocia con el retorno y la recuperación de la literatura y el pensamiento grecolatinos. Así, aunque el Humanismo comenzó siendo básicamente un programa educativo y filológico, se convirtió en un movimiento mucho más amplio y general. Actualmente se entiende por Humanismo una corriente filosófica que destaca y dignifica al ser humano y todo lo que se relaciona.
Factores de Cambio:
Veamos cuáles son los factores principales de la transformación renacentista:
- De orden religioso: Las desavenencias entre el poder político y el poder religioso, junto con la corrupción y la falta de autenticidad religiosa de algunos clérigos, hicieron que los intelectuales del momento continuaran más interés por las cuestiones humanas que por las cuestiones religiosas o teológicas predominantes en el pasado.
- De orden literario: El Humanismo empieza siendo un movimiento principalmente filológico impulsado por poetas como Petrarca, que reivindicaron la necesidad de dar a conocer la obra de autores griegos olvidados o perdidos durante la Edad Media. Por este motivo, casi todos los intelectuales de la época se dedicaron a la tarea de interpretación, traducción y comentario de obras clásicas.
- De orden cultural: Los contactos entre Oriente y Occidente se dieron durante toda la Edad Media, pero hay un acontecimiento decisivo que es la caída del Imperio bizantino. Este hecho histórico tuvo una enorme repercusión cultural, ya que obligaba a los eruditos orientales a emigrar a Italia, donde difundieron sus estudios, impulsando así el interés por el griego y los textos clásicos.
- De orden sociopolítico: La consolidación de la burguesía como clase social es posiblemente el hecho sociopolítico más destacable, ya que conlleva una revalorización del trabajo, un impulso del comercio, un aumento de las riquezas y, sobre todo, una revitalización de la vida urbana con el consiguiente crecimiento de las ciudades. Esto será la causa principal del desmoronamiento definitivo del sistema feudal y el punto final del aislamiento y el cierre que éste conllevaba.
- De orden científico-técnico: El siglo XV es un siglo más prolífico en descubrimientos e innovaciones técnicas. La pólvora revolucionó las armas. La brújula mejoró la cartografía y las técnicas de navegación. Y la imprenta fue perfeccionada por Gutenberg hacia 1440. La imprenta es sin duda el gran logro del Renacimiento, ya que la reproducción de textos a gran escala permitió la difusión de obras e ideas como nunca había sido posible hasta entonces. Propició el acceso directo y personal a obras de todo tipo, de las cuales en el pasado sólo se disponía de escasas copias manuscritas. Fue un gran invento.
Rasgos del Nuevo Pensamiento:
El pensamiento del Renacimiento, en especial el Humanismo, tiene unas características que, a pesar de que ya despuntaban en la baja Edad Media, ahora se consolidan y se hacen generales:
- Retorno a la Antigüedad clásica: Fue el gran motor tanto del Humanismo inicial como de todo el Renacimiento. Representa un reencuentro de la literatura y el arte clásicos y también una revitalización de su pensamiento y su cosmovisión.
- Antropocentrismo: Uno de los rasgos bien definidores del Renacimiento es la reivindicación del valor y la dignidad del hombre. Existe un optimismo parecido al de la antigüedad: basta con la razón humana para diseñar y organizar la propia existencia. Todo ello provocará que el hombre se convierta en el centro de la reflexión intelectual y filosófica.
- Individualismo: El hombre pretende desarrollar y materializar en resultados todas las capacidades creativas que se atribuyen a la humanidad en general. Por otro lado, se potencia y dignifica la expresión de la propia subjetividad, en todos sus aspectos. El Renacimiento es una época que permite el surgimiento de las grandes individualidades, ya que se respeta y valora la originalidad y peculiaridad de cada artista y de cada hombre en particular.
- Curiosidad y anhelo de saber: Este es un periodo optimista que cree firmemente en las capacidades humanas y en el progreso del saber. Todo ello se manifiesta en una intensa actividad que comprende todos los ámbitos. Y es que la curiosidad y el anhelo de saber animan al hombre renacentista, y eso hace que no se limite a un único ámbito de estudio, sino que explore y busque respuestas en todos los frentes. El ejemplo paradigmático y excepcional es el de Leonardo da Vinci, artista renacentista por excelencia.
Reformas Religiosas en el Renacimiento:
El Renacimiento constituye un periodo de turbulencia y confusión no sólo en el ámbito político, sino también en otros ámbitos como el religioso. Se dan toda una serie de factores que explican esta situación: podemos destacar el alejamiento de la iglesia del mensaje original cristiano, o la corrupción y falta de autenticidad y de preparación de muchos clérigos. Todo ello creó un clima de descontento general que inevitablemente debía conducir a las profundas reformas religiosas que en esta época se produjeron. Cabe destacar a Erasmo de Rotterdam, impulsor e inspirador de estas reformas.
- La Reforma Protestante: Martín Lutero (1483-1546) será el principal protagonista de la Reforma Protestante. Aunque los 23 años el deseo más grande que tenía era vivir como un auténtico cristiano. Lutero vivió, con indignación y sorpresa, la campaña de las indulgencias del arzobispo de Maguncia y de Roma misma, necesitada de recursos para pagar la construcción de la basílica de San Pedro. La campaña consistía en vender indulgencias a los fieles, que así obtenían el perdón por sus pecados y se aseguraban el cielo. Lutero advirtió a las autoridades eclesiásticas, las cuales respondieron con el silencio. Entonces, decidió denunciar este escándalo que alejaba a la iglesia del evangelio. En 1517 redactó y hizo públicas las famosas 95 tesis, en las cuales proclamaba un retorno al auténtico espíritu evangélico y el mensaje bíblico. Posteriormente, la Inquisición denunció a Lutero, que fue llamado a Roma para defenderse. Su negativa a retractarse fue el motivo de su excomunión. Lutero quemó públicamente la bula de excomunión, en un acto que simbolizaba el poco reconocimiento que le merecían las autoridades eclesiásticas. Este hecho representará un nuevo cisma en la iglesia. Los seguidores de Lutero y otros reformadores formarán la Iglesia Protestante que se separará de la Iglesia Católica.
- La Contrarreforma: La renovación interna deseada por Erasmo, el retorno a los evangelios y la renovación de la institución, con el objetivo de acabar con la corrupción y la ignorancia imperante entre los clérigos, no llegó hasta bastante más tarde, con lo que se llamó Contrarreforma. Ante el aumento de posiciones protestantes en Europa, la Iglesia de Roma no tuvo más remedio que poner en marcha un proceso que pusiera fin a un panorama cada vez más desolador. La reforma de la iglesia romana, conocida como Contrarreforma, se inicia dos meses antes de morir Lutero, en el Concilio de Trento (1545-1563). En este Concilio se trató tanto de reformar moralmente la iglesia como de fijar el dogma católico frente a las tesis protestantes.
La Revolución Científica:
Se puede considerar el fruto más precioso de la actitud renacentista.
- Copérnico: Expone por escrito la revolucionaria teoría del heliocentrismo. El heliocentrismo nació de una nueva orientación teórica, de la certeza de que los mismos hechos podían ser explicados según modelos teóricos diferentes. Contribuyó a este cambio de perspectiva la influencia de los pensadores griegos. Cabe destacar la influencia del platonismo y, sobre todo, la lectura del helenista Aristarco de Samos. La motivación de Copérnico era una explicación más sencilla y racional para el movimiento observado de los astros. La complejidad era lo que más le preocupaba. En el sistema geocéntrico ptolemaico, para hacer cuadrar las observaciones del caótico movimiento de los planetas, se había de recurrir a un complicado sistema de esferas: una esfera inmóvil en el centro, donde se situaba la Tierra, y una esfera en la que giraban cada una de las esferas concéntricas en la Tierra donde se situaban los planetas. Estos giraban en torno a un punto imaginario dibujante otra esfera. Para hacer cuadrar este sistema con las observaciones astronómicas, cada vez más precisas, se llega en tiempos de Copérnico a hablar de más de 70 esferas. Esta complejidad no ligaba con el ideal de sencillez renacentista que tanto había seducido al astrónomo. A pesar de que el sistema heliocéntrico de Copérnico contenía una sencillez y racionalidad muy superior al sistema geocéntrico, la simplicidad y solidez matemática fue poco visible, ya que no cuadraba perfectamente con las observaciones astronómicas. Debido a la cosmovisión que entonces se tenía y a la falta de conocimientos físicos necesarios, las nuevas ideas resultaban contrarias al sentido común. Todo ello, unido a las objeciones hechas desde diversos ámbitos, supuso que el sistema copernicano no fuera aceptado hasta mucho más tarde. Veamos algunas de estas objeciones:
- Por orden geométrico: El movimiento de la Tierra alrededor del sol debería modificar nuestra visión de las estrellas fijas. Tal como desde lugares distantes tenemos perspectivas diferentes de un objeto, esto mismo debería pasar con las estrellas debido al movimiento de la Tierra. Copérnico lo solucionó afirmando que el diámetro de la órbita que hacía la trayectoria terrestre alrededor del Sol es insignificante en relación con la distancia respecto de las estrellas.
- De orden mecánico: Habrá que esperar las investigaciones físicas de Galileo y Newton para poder dar una respuesta.
- De orden religioso: Si se interpreta literalmente la Biblia, esta resulta incompatible con la teoría heliocéntrica. Diversos pasajes hablan de la inmovilidad de la Tierra y de su ubicación privilegiada en el universo.
- De orden cultural: Se necesitará tiempo para que la sociedad cambie la manera de entender el universo.