La Gioconda (Leonardo Da Vinci)
Estilo: Renacimiento (Quinquecento) 1503-1505
Su composición es aparentemente sencilla: una mujer sentada en una silla de brazos, frente a un paisaje, con el cuerpo vuelto a un lado y mirando al espectador, que dirige inevitablemente su mirada hacia el enigmático rostro de la mujer y, en segunda instancia, hacia sus manos entrelazadas.
Lo que más llama la atención es su enigmática mirada y su no menos misteriosa sonrisa, fruto de una elaboración parsimoniosa y de la superposición de varias capas o veladuras casi transparentes que producen efectos de luz y sombra muy idealizados y casi mágicos. El paisaje del fondo, con dos partes que no coinciden, aumenta aún más el sentido misterioso de la obra.
Este óleo es el retrato más célebre de su carrera y probablemente de la pintura universal. Representa a una florentina que, tras casarse en 1495 con Francisco Giocondo, fue conocida como Gioconda. Otros piensan que la modelo es la española Constanza de Ávalos, y otros que una joven florentina de la que estaba enamorado Juan de Médicis. Leonardo se sintió tan seducido por esta imagen que siempre la llevó consigo, y la cubrió con una ancha pátina protectora.
Sobre un paisaje de atmósfera vaporosa, siluetea una figura que luego difumina, otorgándole una expresión enigmática.
Bóveda de la Capilla Sixtina (Miguel Ángel)
Estilo: Renacimiento (Quinquecento) 1508-1512
Los colores son de tonos fríos y azulados, con lo que consigue una gran expresividad. Las figuras están concebidas como esculturas. Los perfiles son agudos e intenta conseguir un volumen pétreo y escultórico.
La técnica: utiliza una pincelada suelta. Posturas grandiosas y un soberbio estudio de composición y expresión. Figuras con volumen y giros de los cuerpos.
El tema seleccionado para cubrir las bóvedas es el período anterior a Moisés y representa el Mundo desde el primer día de la Creación hasta la caída del hombre en el pecado. A esto hay que añadirle una serie de Sibilas y profetas, portadores de la palabra entre judíos y gentiles, ejemplos de la intervención divina en la salvación de los judíos. Distribución de las escenas principales.
Hay 10 escenas del Génesis:
- El Diluvio
- El Sacrificio de Noé
- La Embriaguez de Noé
- La caída y expulsión del Paraíso
- La Creación de Eva
- La creación de Adán
- Dios separando la tierra de las aguas
- La Creación del sol, la luna y las estrellas
- La Creación de los Planetas
- Dios separando la luz de las tinieblas
Cada una de las escenas principales está flanqueada por cuatro atlantes masculinos desnudos que sostienen guirnaldas y escudos. Estos paneles están sobre las figuras de los Profetas y Sibilas que se alternan en las pechinas. A cada extremo hay un profeta que cierra la composición.
Las Hilanderas de Velázquez
Estilo: Barroco español 1659
Representa un tema de carácter mitológico. Los materiales utilizados son el Óleo sobre lienzo. Representa la fábula de Aracne. Así, en el fondo representa el momento en el que Minerva va a castigar a Aracne por reflejar en su tapiz las debilidades de los dioses, convirtiéndola en araña. Dos muchachas que acudían a contemplar las magníficas labores de Aracne contemplan la escena mientras que en primer término se encuentran las obreras del taller.
Destaca el tratamiento magistral de la luz y de la perspectiva aérea, así como la maravillosa representación de la rueca en movimiento. Las actitudes contrapuestas de las dos obreras del primer término se inspiran en dos modelos de la Bóveda de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel.
Está dividida la escena en dos partes o zonas. En la primera trabajan las hilanderas de la fábrica madrileña al servicio de la corte, con sus instrumentos en acción; la segunda zona es una especie de escenario, en el cual tres mujeres observan con interés las figuras de Atenea con un yelmo y de Aracne, en el centro. ¿Son figuras tejidas en el tapiz o figuras reales dibujadas sobre el fondo de un tapiz? Es una pregunta que adquiere un significado preciso y emblemático en la obra de Velázquez, inventor de espacios y transfigurador de la realidad.
Hay también otros aspectos en el cuadro: la inspiración literaria, que deriva de las Metamorfosis de Ovidio; las soluciones de orden técnico y pictórico.
Los Fusilamientos del 3 de mayo de 1808 (Francisco de Goya)
Estilo: Romanticismo 1814
La escena se desarrolla en plena noche, estando iluminada por un foco situado entre el pelotón de ejecución y el grupo de los condenados. Este recurso de la luz, de inspiración tenebrista, permite que el pelotón aparezca en penumbra mientras que la luz ilumina de manera dramática el grupo de los condenados, en especial el hombre de camisa blanca que levanta los brazos, así como el grupo de cadáveres que yacen en el suelo sobre un gran charco de sangre. Goya reduce la paleta cromática básicamente a tres colores: grises, ocres y blancos, lo que acentúa el trágico momento representado. Sólo el hombre de la camisa blanca y pantalón amarillo aporta una nota de color, siendo el mayor protagonista de la obra por su gesto heroico a la hora de afrontar su destino.