La Novela Española en la Posguerra: Un Panorama Literario
La Guerra Civil Española supuso un punto de inflexión en la actividad artística del país, marcando un antes y un después en la producción literaria. Tras el conflicto, la narrativa española se distanció de las tendencias occidentales contemporáneas hasta la década de los 70. La novela durante la dictadura se puede dividir en tres etapas principales: la novela de los años 40 (existencial y tremendista), la novela de los años 50 (de temática social) y la novela experimental de los años 60 y principios de los 70.
Los Autores Exiliados y su Impacto
La censura impuesta por el régimen franquista impidió la publicación de muchas obras y limitó la influencia de autores exiliados en el panorama literario español. Se velaba por la moral y las buenas costumbres, y se obstaculizó la traducción de autores innovadores como Kafka, lo que promovió una literatura europea de menor calidad. Esto generó un empobrecimiento cultural y una incomunicación entre los escritores exiliados y los que permanecieron en España.
El exilio forzó a muchos españoles a abandonar su hogar, su familia y su paisaje, dando lugar a una “España peregrina”. Las consecuencias del exilio en la literatura fueron:
- Separación física y temporal de la intelectualidad en dos mitades.
- Empobrecimiento general debido al exilio interior y al autodidactismo.
Los temas recurrentes en la literatura del exilio incluyen:
- Añoranza y esperanza de regresar.
- Reflexión sobre la guerra, sus causas y consecuencias, y crítica social.
- Descripción de la nueva vida de los exiliados en los países de acogida.
Figuras Clave del Exilio Literario
Francisco Ayala
Comprometido con el ser humano y la sociedad, Ayala se caracterizó por una profunda carga intelectual. Entre sus obras destacan: Muerte de perro, El fondo del vaso, Los usurpadores, La cabeza del cordero y El jardín de las delicias. Sus ensayos, como Ensayo sobre la libertad y El escritor y su imagen, exploran temas como el proceso de escritura, la literatura y la sociología.
Ramón J. Sender
En la década de los 30, Sender comenzó a escribir obras de ideología revolucionaria, como las novelas Imán y Siete domingos rojos. Durante el exilio, escribió Crónica del alba y Réquiem por un campesino español (1960), una obra concisa, sobria y épica que critica a la Iglesia y narra la vida de Paco el del Molino, marcada por el miedo, la venganza y la intriga. Sender también cultivó la novela-reportaje, la novela histórica (La aventura equinoccial de Lope de Aguirre) y la novela humorística (La tesis de Nancy).
Max Aub
La narrativa y el teatro de Aub son testimoniales, críticos y comprometidos con el ser humano y la sociedad. Su obra más destacada es Laberinto mágico, compuesta por Campo cerrado, Campo de sangre, Campo del moro y Campo francés, así como Crímenes ejemplares. Aub incorporó estrategias narrativas innovadoras como el monólogo interior, los diálogos sin narrador y el contrapunto.
Rosa Chacel
Chacel exploró temas como la razón, la soledad y la libertad, uniendo técnica y estética en el estudio psicológico de sus personajes. Entre sus obras se encuentran Teresa, Memorias de Leticia Valle, La sinrazón, Barrio de Maravillas e Ida y vuelta.
Otros Narradores en el Exilio
- María Dolores Boixadós: Aguas muertas, Identidades perdidas, Balada de un músico.
- Luisa Carnés: Peregrinos de calvario, Juan Caballero.
- Arturo Barea: La forja de un rebelde (trilogía: La forja, La ruta, La llama).
- Corpus Barga: Los pasos contados.
- Manuel Andújar: Vísperas (trilogía: Llanura, El vencido, El destino de Lázaro).
La Década de los Cuarenta: Giro Hacia la Realidad y la Metafísica
La Guerra Civil provocó un giro hacia la realidad y las preocupaciones metafísicas. Este período se inicia en 1942 con la publicación de La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela y en 1945 con Nada de Carmen Laforet. Cela inauguró el tremendismo, que se centra en los aspectos más sórdidos de la realidad. Carmen Laforet reflejó la vida cotidiana con temas como la soledad, la inadaptación, la frustración y la muerte. La censura impidió cualquier intento de denuncia, lo que llevó a los novelistas a explorar múltiples tendencias.
La Novela Nacionalista y Fantástica
La novela nacionalista o triunfalista plasmó la ideología y la reivindicación de los valores tradicionales de los falangistas, creando mundos imaginarios para rechazar la terrible realidad. Estas novelas exaltaban el belicismo y culpaban al bando perdedor de la Guerra Civil. Ejemplos de estas obras son La fiel infantería y Madrid, de corte a checa. La novela fantástica y humorística también recurrió a la creación de mundos imaginarios para evadir la realidad, como en El bosque anidado de Wenceslao Fernández Flores.
El Tremendismo y Camilo José Cela
El tremendismo se inicia con La familia de Pascual Duarte (1942), una obra autobiográfica escrita en la cárcel. Pascual Duarte mezcla reflexiones morales con gran humanidad y ternura, utilizando una prosa expresiva. La novela tenía una intención crítica, señalando el vacío y la injusticia bajo la capa del orden y protestando contra la estructura socioeconómica que llevó a España a la guerra civil. Los personajes marginados, el clima de violencia y el lenguaje duro son características del tremendismo, que encuentra sus antecedentes en la picaresca barroca y el naturalismo decimonónico. Otras obras tremendistas son Lola, espejo, oscuro de Darío Fernández Flores y La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes.
La Novela Existencial: Nada de Carmen Laforet
La novela existencial se inicia con Nada y continúa con La sombra del ciprés es alargada y Javier Mariño. Estas novelas reflejan la angustia existencial, la amargura, la muerte, la frustración y la tristeza de la vida cotidiana. Los personajes son seres marginados socialmente, angustiados y desarraigados. Esta amargura se debe a la pobreza, la incultura, la persecución política y la falta de libertad. Las novelas se caracterizan por la sencillez y la tradicionalidad: narración cronológica, narrador en tercera persona y ausencia de saltos temporales. Sin embargo, no hay una crítica o denuncia como en la novela de los 50. Tiene existencialismo y carácter autobiográfico, además de ser una novela pesimista.
Novela de los 50: Novela Social (Camilo José Cela), Neorrealista (Rafael Sánchez Ferlosio)
Predomina la novela social debido a las migraciones del campo a la ciudad, que provocan hacinamientos en barrios obreros. La narrativa pretende reproducir esa realidad a través del realismo para denunciar las desigualdades. Las novelas publicadas en los años 50 ofrecen un testimonio crítico de la sociedad española de la época, denominándose neorrealismo, objetivismo, realismo crítico, realismo social o novela social.
Dos de sus rasgos son: la temática social (desplazan lo individual a lo colectivo) y su incardinación en la tradición literaria del realismo.
Significado y Nombre
Los autores del Realismo Social conciben la literatura como un medio para protestar ante las injusticias, criticando la situación política y económica para provocar en los lectores una toma de conciencia que los lleve a la lucha contra las injusticias.
- La novela social comienza en 1951 con La colmena hasta 1962 con Tiempo de silencio.
- La década de los 50 tiene varios nombres: generación de los 50 o del medio siglo, autores de los 60.
- Rasgos generacionales: todos vivieron la posguerra, proceden de familias burguesas y acomodadas y tienen estudios universitarios.
- El movimiento se dio a conocer mediante La hora del lector o la revista Laye.
- Los autores: Ana Matute, Rafael Sánchez Ferlosio, Juan García Hortelano, Josefina Aldecoa.
Temas, Técnica y Estilo
En el realismo social hay 2 tendencias:
Realismo Objetivista
El narrador solo plasma ideas sin dar su opinión. Su expresión es el conductismo (el narrador reduce al máximo sus intervenciones). Se caracteriza por:
- Objetivismo en descripciones (cámara fotográfica).
- Narración en una linealidad narrativa.
- Importancia del entorno y objetos.
- Predominio del diálogo (los personajes se caracterizan por sus hechos y actitudes).
- Condensación espacial (1) y temporal (presente).
- Protagonistas singulares que representan una clase social.
Realismo Crítico
El narrador muestra su opinión sobre las injusticias, hay una intención de crítica social. Comparte con el realismo objetivista la condensación espacio-temporal y la narración lineal.
- Estructura lineal.
- Tiempo en corto espacio.
- Contemporaneidad.
- Protagonista colectivo que representa una clase social.
- Rechaza la novela psicológica.
- Narrador omnisciente, selectivo y perspectivista (narra un hecho desde varios puntos de vista).
- Las descripciones presentan ambientes y el diálogo es fundamental.
Estilo sencillo que refleja un lenguaje real y objetivo:
- Lenguaje adopta el estilo de la crónica: desnudo, directo y voluntad de sencillez.
- Para los autores del medio siglo la literatura debía tener un valor instrumental y debía reflejar las circunstancias sociohistóricas.
Los temas principales son: la falta de libertad, las injusticias sociales, las penosas condiciones de la vida.
Temas secundarios:
- La vida en el campo y el caciquismo: Dos días de septiembre; Los Santos inocentes (Miguel Delibes).
- La vida en el mar: Gran sol de Ignacio Aldecoa.
- El mundo del trabajo y la explotación laboral: La mina; Central eléctrica de Jesús López Pacheco.
- La ciudad que muestra la miseria de los suburbios: La colmena de Cela; La noria de Luis Romero y Entre visillos de Carmen Martín Gaite.
- La vida de la burguesía que trata una juventud privilegiada despreocupada: Tormenta de verano; Entre visillos de Carmen Martín Gaite.
- La Guerra Civil: Primera memoria de Ana María Matute.
Desde otro punto de vista, el realismo social se divide en:
- Realismo social: Consta de realismo crítico influido por el marxismo. Conciben la novela como un instrumento para erradicar las injusticias sociales. Es frecuente los personajes burgués explotador-obrero explotado. Autores: José Manuel Caballero Bonald, Juan Goytisolo, Juan García Hortelano.
- Neorrealismo: Postura solidaria y cívica que se preocupa por los problemas existenciales de la sociedad mediocre. Los personajes son objetivos o convencionales. Autores: Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos, Carmen Martín Gaite y Rafael Sánchez Ferlosio.
La Colmena (1951) de Camilo José Cela
La narración se desarrolla en espacios de Madrid de los años 40 en diciembre (2 días). La obra da una visión de la gente que fue víctima de la guerra y subsiste en la posguerra. Es un protagonista colectivo (300). Sus vidas se cruzan como las abejas en una colmena: casi todos obreros, unos pocos reinas y algunos zánganos que luchan por sobrevivir en la soledad y frustración.
- Son 125 fragmentos en 6 capítulos. Narrador en 3 persona o 1.
Además de dar una versión crítica de la sociedad hay novedades formales:
- Ruptura cronológica porque hay escenas simultáneas (produce estancamiento y monotonía).
- Muchos argumentos entrelazados.
- Narrador en 3 persona o 1 para que los personajes den objetividad o que exprese sus pensamientos u opiniones.
- El tema es la incertidumbre de los destinos humanos.
- El lenguaje es espontáneo (utiliza ironía).
- Puede clasificarse como una novela. Porque refleja las condiciones de la vida y relaciones entre las personas y existencias porque representa a los personajes en la lucha cotidiana por la existencia.
El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio
- Es un realismo objetivista.
- Toque existencial.
- Tiempo: 16h.
- Espacio: rio y taberna.
- Temas: trivialidad y pobreza mental.
- Técnicas narrativas: reducción del tiempo, reducción del espacio, visión objetiva (se vale del dialogo). Mínima narración y evita la interioridad de los personajes. Diálogos banales con lenguaje coloquial.
- Otras obras de Rafael: Industrias y andanzas de Alfanhuí; El testimonio de Yarfoz.
- Fue uno de los principales representantes del ensayo.
Ana María Matute
- Obras: Los Abel; Fiesta al noroeste; Pequeño teatro; trilogía Los mercaderes (Primera memoria, Los soldados lloran de noche, La trampa).
- Son obras realistas y de intención social con tono poético (realismo lírico).
- En el ámbito mítico y fantástico: Olvidado rey Gudú; Aranmanoth.
Ignacio Aldecoa
- Destaca por relatos breves y cuentos, empleando expresividad y concisión narrativa. Busca reflejar en sus narraciones la vida cotidiana y refleja una preocupación social.
- Novelas: El fulgor y la sangre; Con el viento solano; Gran sol; Parte de una historia.
Carmen Martín Gaite
- Tras la publicación de la novela dialogada de Entre visillos, se centra en los problemas íntimos en Retahílas; El cuarto de atrás para incrementar la tendencia disgresiva en Nubosidad variable, La reina de las nieves; Lo raro es vivir.
- Caperucita en Manhattan es un cuento tradicional.
Haciendo balance de la novela social española hay un empobrecimiento artístico. Los personajes son cada vez más esquemáticos, planos y de estilo simple y menos artísticos.
Década de los 60
Los autores del realismo social renuevan la estética social al estar en una situación cultural estancada: la literatura ha empobrecido al intentar acercarla a gente oprimida.
Principios de la nueva novela:
- El arte no debe supeditarse a la política.
- El discurso (cómo se narra) cobra más importancia que la historia (qué se narra).
- Frente al empobrecimiento del lenguaje hay un rango artístico hacia la prosa narrativa.
Fechas Clave y Características
- 1962 es la fecha clave de la renovación porque:
- La Ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa gana el premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral (apostó por la modernidad).
- Aparece una novela que cambia la visión novelística española: Tiempo de silencio. Esta novela impactó por la forma (desajuste entre la realidad descrita y su descripción, los cambios de escenario, diferentes puntos de vista y lenguaje barroco no empleado hasta entonces).
- 1966 también es una fecha clave porque supone la consolidación de la renovación novelística:
- Se publica: Cinco horas con Mario; Señas de identidad; Últimas tardes con Teresa. Estas obras hablan de la guerra civil, opresión y además añaden una preocupación formal usando la imaginación, ironía y el símbolo.
La literatura experimental usa nuevos modos expresivos: renovación de la estructura, lenguaje y estilo que se manifiesta en los siguientes aspectos:
- La indagación o el análisis de la realidad se realiza a través del prisma de los personajes fuertemente individualizados. La subjetividad se traduce en usar técnicas narrativas como el monólogo interior combinado con un tú autorreflexivo. Perspectivismo. Empleo flexible de las personas narrativas y fluctuante punto de vista, múltiple y cambiante en función de la voz narrativa.
- Cambios. En la estructura. Son estructuras laberínticas, sin progresión lineal y a menudo abiertas. Se elimina el capítulo y se sustituye por la secuencia o el párrafo extenso.
- El espacio se reduce.
- La creación de espacios simbólicos o míticos.
- La inclusión de materiales diversos en el curso de la novela: anuncios, esquelas.
- El empleo de técnicas narrativas de carácter experimental: ruptura del orden cronológico, desorden cronológico, licencias ortográficas y tipográficas.
- La voluntad de renovación estilística: empleo de estilo barroquizante, lenguaje rico en recursos retóricos.
- La nueva novela se suman promociones de escritores:
- Novelistas de la primera generación de posguerra como:
- Camilo José Cela: San Camilo; Oficio de tinieblas.
- Miguel Delibes: Cinco horas con Mario.
- Gonzalo Torrente Ballester: La saga/ fuga.
- Autores cuyas obras se inscriben en la novela social:
- Juan Goytisolo: Señas de identidad.
- Luis Goytisolo: Antagonía.
- Juan Marsé: Últimas tardes con Teresa; Si te dicen que caí.
- Juan Manuel Caballero Bonald: Ágata ojo de gato.
- Juan García Hortelano: El gran momento de Mary Tribune.
- Autores que publican sus primeras obras después de 1960:
- Martín Santos: Tiempo de silencio.
- Juan Benet: Volverás a Región.
- Miguel Espinosa: Escuela de mandarines.
Influencias Extranjeras
En España se reconoce a los grandes narradores europeos como Kafka, Marcel Proust o Thomas Mann.
Luis Martín Santos
Tiempo de silencio supone una exploración social desde las clases intelectuales a la burguesía decadente. El retraso de la ciencia, hipocresía configuran un retrato desolador de la sociedad. La obra tiene 2 influencias:
- La novela del 98: la desorientación de Pedro emparenta al personaje con la novela finisecular.
- La novela experimental europea y norteamericana: la obra tiene mas de 60 secuencias donde se usan técnicas narrativas como: monólogo interior, disgresiones sobre diversos temas, referencias mitológicas y descripciones irónicas.
Técnicas que Santos emplea: ironía, desajustes entre realidad y ficción, discordancia cronológica, uso de 3 personas narrativas, elementos metafóricos, diálogos, distintos géneros…
Juan Goytisolo
Comenzó su carrera en los 50 (realismo social y compromiso político) con obras como: Juego de manos; Fin de fiesta. Con Señas de identidad usa formas narrativas experimentales: punto de vista distinto, narración 2 persona, ruptura temporalidad lineal, falta de puntuación.
- En Don Julián el protagonista repasa con un furioso monólogo interior, los lugares comunes de la identidad española.
- El tema principal es la búsqueda de identidad personal y la revisión del pasado nacional, el especpticismo hacia la retórica de la política.
- Amor por la cultura árabe (Makbara; En los reino de taifas).
Miguel Delibes
- Presente desde el realismo existencial de los 40.
- Obras: El camino y Las ratas (defiende el mundo rural); Los Santos inocentes (caciquismo de la España franquista), Cinco horas con Mario (la protagonista vela el cadáver de su marido a través del monólogo interior. Cada personaje muestra una España y ella las mujeres sometidas).
Juan Marsé
- Se dio a conocer con las obras del realismo social Esta cara de la luna; Encerrados con un solo juguete. Hizo una renovación literaria con la inclusión de elementos paródicos y la evocación autobiográfica.
- Obras anteriores a 1975: Últimas tardes con Teresa; Si te dicen que caí.
Juan Benet
Pertenece a la generación del medio siglo aunque no comparte las tendencias. Amigo de Martín Santos. Configura un estilo elevado caracterizado por extensos periodos oracionales (remiten en Marcel Proust) y una cuidada selección léxica. La Guerra civil le influyó y le constituyo su fuente de inspiración narrativa (Herrumbrosas lanzas). Obtuvo el premio Biblioteca Breve por Una meditación.
Obras: Saúl ante Samuel; Otoño en Madrid; Max; La inspiración y estilo.
Antagonía de Luis Goytisolo
Consta de 4 volúmenes: Recuento; Los verdes del mar; La cólera de Aquiles; teoría del conocimiento; Recuento (Raúl Ferrer publica su novela es un ejemplo de metaliteratura).
La Experimentación Extrema. La Antinovela.
La renovación narrativa desemboca en la novela experimentalista. Contribuyen los autores extranjeros ya citados y los novelistas hispanoamericanos: Gabriel García Márquez. El experimentalismo llegó a decir en la década de los 70 que la novela tradicional había muerto. Es una novela que destruye el personaje tradicional, la acción, trama y argumento. El resultado son textos incomprensibles y el alejamiento de los lectores.
Novelas experimentalistas moderadas que perviven: El mercurio; Antifaz (José María Guelbenzu), Si te dicen que caí (Juan Marsé) y La saga / fuga: (Torrente Ballester y Miguel Espinosa) es una novela compleja y laberíntica emparentable con el realismo mágico latinoamericano. Miguel Espinosa es el autor más original del experimentalismo. Su primera novela Escuela de mandarines, conjuga una actitud crítica e intención experimental que parodia y satiriza los modos de vida e instituciones políticas, religiosas y educativas del franquismo.
Primera Mitad de los Años 70: El Experimentalismo
Es practicado por la generación del 68 cuyas características coinciden con la Poesía Novísima. En la narrativa se rechaza todo arte con mensaje y al uso de artificios formales que rompen con el tema y argumento. Para apreciar el antirrealismo e irracionalidad vemos los siguientes títulos:
- Santa Ava de Addis Abeba de Cartagenio Trías.
- Cuando 900 mil mach. Aprox. De Mariano Antolín Rato.
- Crónica de la nada hecha pedazos de Juan Cruz Ruiz.
- El camaleón sobre la alfombra de Juan Armas Marcelo.
- Un caracol sobre la cocina de Antonio Fernández Molina.
- El león recién salido de la peluquería.
Además, Gonzalo Torrente Ballester, que pertenece a la generación del 36 porque participó en la guerra apoyando al bando nacional con novelas falangistas como Javier Mariño.
En la década de los 60 escribe la trilogía llamada Los gozos y las sombras pero no tiene éxito hasta la publicación de La saga/ fuga en 1972.
Manuel Vázquez Montalbán y Francisco Umbral evolucionan a un relato menos rupturista que usa los recursos innovadores de un modo natural y que representa la novelística desde los años 80 hasta la actualidad.