La Segunda República Española: Cronología de un Conflicto

La Segunda República Española: De la Proclamación a la Guerra Civil

El Pacto de San Sebastián y la Proclamación de la República (1930-1931)

En 1930, diversos partidos republicanos firmaron el Pacto de San Sebastián para planificar la transición del régimen monárquico a la república. El triunfo electoral de republicanos y socialistas en las elecciones municipales precipitó el fin de la monarquía y la proclamación de la Segunda República. La llegada de la república generó grandes expectativas de mejoras sociales, políticas y económicas. En Cataluña, Francesc Macià proclamó la república catalana dentro de una España federal, lo que impulsó el debate autonómico y la discusión del Estatuto de Autonomía catalán.

Primeros Conflictos y la Constitución de 1931

Los sectores privilegiados reaccionaron con temor a la república, lo que provocó evasión de capitales. El primer conflicto serio surgió con la Iglesia Católica, con episodios de quema de conventos y centros religiosos, deteriorando la imagen de la república entre los católicos. La coalición republicano-socialista obtuvo una amplia mayoría parlamentaria, con el PSOE y el Partido Radical como principales fuerzas. Por primera vez, hubo mujeres diputadas (3). La Constitución de 1931 introdujo importantes reformas: voto femenino, matrimonio civil, divorcio, separación Iglesia-Estado, libertad de culto, fin de la financiación estatal a la Iglesia y prohibición de la enseñanza religiosa. Se reconocía la propiedad privada, pero se permitía su expropiación. Se estableció un sistema de división de poderes y el cargo de Presidente de la República como jefe de Estado. Se contemplaba la posibilidad de que varias provincias se organizaran en autonomías. Debido a su carácter reformista, no fue una constitución de consenso.

Gobierno de Azaña y la Crisis del 29 (1931-1933)

Niceto Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República y nombró a Manuel Azaña presidente del gobierno. La llegada de la república coincidió con la crisis económica de 1929, lo que dificultó la acción del gobierno. Se continuó con la política de separación Iglesia-Estado. En educación, se implementó un plan de construcción de escuelas y se aumentó el número de profesores. En materia laboral, Largo Caballero impulsó leyes como la Ley de Contratos de Trabajo, la Ley de Jurados Mixtos y la Ley de Asociaciones Obreras, aunque solo esta última se llevó a cabo. En cuanto a las reformas territoriales, Cataluña fue la primera en iniciar el proceso autonómico, aunque su Estatuto sufrió recortes. El proceso en el País Vasco fue más complejo y fracasó. En Galicia se retrasó por la falta de un partido nacionalista fuerte. En Andalucía solo hubo un anteproyecto y en otras regiones, como Canarias y Valencia, se quedó en una fase preparatoria.

Conflictividad Social y Radicalización Política (1932-1933)

El campo español seguía sin evolucionar, con el latifundismo y la falta de tierras para los jornaleros como principales problemas. La crisis mundial agravó la situación, aumentando el paro y la conflictividad social. La Ley de Bases de la Reforma Agraria de 1932 buscaba redistribuir la tierra, pero sus resultados fueron limitados. Esto provocó insurrecciones anarquistas en el campo, reprimidas violentamente por el gobierno. La radicalización anarquista y los episodios violentos como los de Castilblanco y Arnedo debilitaron la confianza en el gobierno. Las derechas se reorganizaron en torno a dos vías: la carlista y la fascista, que buscaban derribar al gobierno por la fuerza, y la CEDA, que pretendía influir políticamente. En este contexto, se produjo el intento de golpe de Estado de Sanjurjo en 1932. Acosado por diversos sectores, Alcalá Zamora forzó la dimisión de Azaña y encargó un nuevo gobierno a Lerroux, que también fracasó.

Elecciones de 1933 y el Bienio Radical-Cedista (1933-1935)

En noviembre de 1933 se celebraron elecciones con voto femenino. Las derechas se presentaron en coalición, mientras que las izquierdas no. La victoria fue para las derechas y el Partido Radical de Lerroux, que gobernó con el apoyo de la CEDA. Se desmantelaron las reformas progresistas, se favoreció a los empresarios, se devolvieron tierras a los terratenientes y se amnistió a los implicados en el golpe de 1932. La radicalización de la UGT y la Revolución de Octubre de 1934, que triunfó en Asturias gracias a la alianza socialista, anarquista y comunista, fueron respondidas con una fuerte represión por parte del gobierno, utilizando al Ejército de África. Tras la caída del gobierno radical-cedista por escándalos de corrupción, se convocaron elecciones anticipadas para febrero de 1936.

Elecciones de 1936 y el Preludio de la Guerra Civil

Las elecciones de 1936 se caracterizaron por una gran polarización. Las izquierdas se presentaron unidas en el Frente Popular, mientras que las derechas y el centro concurrieron desunidas. La victoria fue para el Frente Popular. Azaña formó gobierno y sus primeras medidas fueron la amnistía para los presos políticos, el restablecimiento de la autonomía catalana y la reanudación del programa reformista. La extrema izquierda radical se opuso a las reformas y la extrema derecha, con Falange Española a la cabeza, inició una violenta campaña. El asesinato de Calvo Sotelo el 13 de julio aceleró los preparativos del golpe de Estado, que se inició el 17 de julio en Marruecos y el 18 de julio en España.