Estructuras de Mercado
Competencia Perfecta
La competencia perfecta se caracteriza por la existencia de un gran número de empresas que venden un producto homogéneo, es decir, idéntico en todas ellas. Ninguna empresa tiene poder para influir en el precio, ya que este se determina por el mercado. Además, hay total libertad de entrada y salida, y los consumidores y productores disponen de toda la información. Un ejemplo típico sería el mercado agrícola, como el del trigo o la patata.
Monopolio
En el extremo opuesto se encuentra el monopolio, donde solo hay una empresa que ofrece un producto único, sin sustitutos cercanos. Esta empresa tiene un control total sobre el precio y suele haber fuertes barreras de entrada, como patentes o concesiones legales. Un ejemplo sería una empresa que suministra agua potable en una ciudad, donde no hay otra alternativa para el consumidor.
Oligopolio
El oligopolio es un mercado controlado por unas pocas empresas grandes, que pueden ofrecer productos homogéneos o diferenciados. Existe una fuerte interdependencia entre ellas: lo que haga una empresa (como bajar precios o lanzar una campaña publicitaria) afecta directamente a las demás. La entrada de nuevas empresas suele ser difícil, debido a los altos costes o al poder de las marcas ya establecidas. Ejemplos habituales de oligopolio son las compañías de telefonía, automóviles o aerolíneas.
Competencia Monopolística
Por último, la competencia monopolística combina elementos de competencia y monopolio. En este caso, hay muchas empresas que ofrecen productos similares, pero con ciertas diferencias (diferenciación) que las hacen únicas a los ojos del consumidor (por ejemplo, en calidad, diseño o marca). Aunque la entrada es relativamente fácil, cada empresa tiene un cierto poder para fijar su precio. Es el caso de los restaurantes, las tiendas de ropa o las peluquerías.
Objetivos Macroeconómicos Clave
La política económica persigue diversos objetivos para mejorar el bienestar general de la sociedad. Los más importantes son:
- El empleo: El desempleo supone el principal problema para un país, tanto por la pérdida de bienestar de las personas que lo padecen como por el despilfarro de capital humano que supone para la sociedad. El indicador utilizado para medirlo es la tasa de paro.
- El crecimiento: El crecimiento de los bienes que se producen es clave en economía. Al crecer se crea empleo, mejora el nivel de vida de la población, se recaudan más impuestos y, por tanto, el Estado tiene más posibilidades de ofrecer mejores servicios públicos. El indicador de referencia es la tasa de crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto).
- La estabilidad de precios: Si los precios suben de forma significativa (inflación), se producen desequilibrios en la economía y perjuicios para las personas y grupos sociales que sufren sus consecuencias. Por tanto, el análisis de las causas que provocan la inflación, así como las medidas para su contención, son otras cuestiones prioritarias. La estabilidad de precios se mide a través de la tasa de inflación.
- El equilibrio presupuestario: Cuando en las cuentas del Estado los gastos superan a los ingresos, se produce un desequilibrio de las finanzas públicas o déficit público, que ha de corregirse. El endeudamiento del Estado (deuda pública) u otras medidas correctoras pueden generar, a su vez, otros problemas. El indicador es el porcentaje de déficit público respecto del PIB.
- El equilibrio exterior: Si un país compra a otros países (importaciones) más de lo que vende (exportaciones), se produce un desequilibrio o déficit comercial, que hay que financiar endeudándose con el exterior. El pago de la deuda externa es uno de los problemas que atenazan a muchos países y que les impiden salir de su situación de pobreza.
- La equidad: El libre juego del mercado tiende a provocar desigualdades económicas. Por ello, una de las preocupaciones fundamentales de la política económica debe ser cómo favorecer una redistribución de la renta acorde con los valores de justicia y equidad, que trate de corregir esas desigualdades. La desigualdad de ingresos y riqueza entre las personas y grupos sociales se mide a través del índice de Gini.
- La sostenibilidad: Una preocupación creciente en nuestra sociedad es garantizar que las actividades económicas de las generaciones presentes no pongan en peligro a las generaciones futuras (por ejemplo, controlando el nivel de calentamiento global). Se intenta conseguir, a través de la política económica gubernamental, construir una sociedad basada en la eficiencia y la equidad a largo plazo.
Fuentes de Ingresos Públicos
El sector público necesita recursos suficientes para poder financiar los gastos públicos. Estos recursos constituyen los ingresos públicos y se obtienen mediante las cotizaciones sociales, los tributos y otras fuentes de ingresos.
a. Cotizaciones Sociales
Son pagos que se hacen a la Seguridad Social y por los que se adquiere un derecho a percibir determinadas prestaciones.
b. Tributos
Se clasifican en tres grandes apartados: los impuestos, las tasas y las contribuciones especiales.
Impuestos
Son pagos que los ciudadanos están obligados a hacer por ley, y cuya finalidad es financiar el conjunto de los bienes y servicios que ofrece el sector público. Representan más de la mitad de los ingresos públicos.
Tipos de Impuestos:
- Impuestos Directos: Gravan la renta o la riqueza de las personas o empresas en función de sus circunstancias económicas y familiares. Permiten, por tanto, que quienes ganan o tienen más dinero paguen más que quienes tienen menos ingresos o riqueza. Ejemplo: IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas).
- Impuestos Indirectos: Gravan hechos concretos (el consumo, por ejemplo), independientemente de la identidad y de las circunstancias de la persona que los realiza. Afectan a todo el mundo por igual, se gane o se tenga más o menos dinero. Ejemplo: IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido).
En resumen: Los impuestos directos gravan la obtención de renta o la posesión de riqueza, mientras que los indirectos gravan la utilización de esa renta o riqueza.
Tasas
Son tributos por el uso de un bien o servicio ofrecido por la Administración. Se pagan tasas por la recogida de basura, el alcantarillado, el permiso de conducir, los estudios académicos, etc.
Contribuciones Especiales
Son tributos que pagan quienes se benefician de una obra o servicio público, por ejemplo, la pavimentación de una calle o la construcción de una acera, que beneficia especialmente a los vecinos que la habitan.
Política Fiscal: Herramientas y Tipos
La política fiscal se refiere a las decisiones del gobierno sobre el gasto público y los impuestos para influir en la economía.
Política Fiscal Expansiva
Cuando la demanda agregada es escasa y caen la actividad económica y el empleo (épocas de recesión), el Gobierno tiene dos instrumentos para estimular la economía:
- Aumentar el gasto público: Invertir en infraestructuras (carreteras, hospitales, etc.) o en compras de bienes públicos. Esto crea nuevos empleos, cuyos trabajadores gastarán sus salarios adquiriendo bienes y servicios, lo que influirá en otras empresas y generará efectos en cadena positivos para la economía. Así, el gasto extra del Gobierno actúa de palanca para aumentar la demanda y levantar la economía. Para responder a esta mayor demanda, las empresas invertirán más e incrementarán su producción y sus trabajadores.
- Bajar los impuestos: Con ello aumenta el dinero disponible de las familias y podrán consumir más. A su vez, reducir impuestos supone menos costes para las empresas, lo que las animará a invertir. Si crecen el consumo y la inversión, aumenta la demanda agregada, lo que llevará a las empresas a incrementar la producción y el empleo.
Política Fiscal Contractiva o Restrictiva
Cuando hay un exceso de demanda y existe riesgo de subida de precios (inflación), el Gobierno puede contraer la demanda utilizando los mismos instrumentos, pero en sentido inverso:
- Reducir el gasto público.
- Subir los impuestos.