Pintura Barroca Española: El Siglo de Oro
El siglo XVII es el Siglo de Oro de la pintura española. Durante la primera mitad del siglo son notas características el realismo y el tenebrismo. Fue un periodo de crisis por falta de medios y por la pobreza en el empleo de materiales: madera en la escultura, óleo en vez de frescos… En la primera mitad del siglo XVII, la influencia italiana se ve reflejada en la mayoría de obras y pintores. A partir del segundo tercio de siglo es cuando la influencia flamenca se deja sentir. Fundamentalmente religiosa, al ser la Iglesia y la Monarquía sus clientes. Las escuelas estarán en Sevilla y Madrid. Dominarán los colores luminosos y el optimismo.
Escuelas y Maestros Principales
Escuela Valenciana
José de Ribera
Conocido como el Españoleto, nace en Játiva en 1591. Se le suele incluir en la escuela valenciana y en la napolitana, puesto que vivió en Nápoles desde 1616 hasta 1652, su muerte. La importancia de Ribera radica en el realismo de algunas de sus representaciones. En muchas de sus obras es perceptible la tendencia hacia un idealismo. El realismo se acentúa por el tratamiento de la luz, pues es uno de los más característicos representantes del tenebrismo. Es un magnífico colorista. Sus comienzos estuvieron influidos por el Renacimiento italiano. En sus obras es muy característico la representación de los apóstoles, para los que se inspira en tipos vulgares napolitanos, y de la Virgen, para la que se inspiró en su propia hija. En su obra se advierte una evolución hacia la idealización, que se trunca en sus últimos años, quizá debido al rapto de su hija.
Escuela Andaluza (Sevilla)
Francisco de Zurbarán (1598-1664)
Pintor de temas religiosos. Muy joven se traslada a Sevilla, donde desarrolla la mayor parte de su labor. Se caracteriza por la plasticidad de las figuras y un concepto casi escultórico servido por el estudio de la luz, que contribuye a aislar las figuras del contexto ambiental. Como pintor religioso se distingue en la representación de santos y frailes: particularmente llamativos por el tratamiento del color blanco de sus hábitos. La majestuosidad de sus figuras contribuye a la idealización, lo que ofrece un cierto carácter simbólico. Son escenas interiores. Pincelada fina, imprime calidad táctil a los objetos.
Obra destacada:
- San Hugo en el refectorio de los cartujos (Museo de Sevilla).
Otros Pintores Andaluces
- Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682): Escuela sevillana, sus comienzos fueron tenebristas, transformándose en luminoso. Sus temas son bellas mujeres (modelos religiosos), Inmaculadas y niños.
- Valdés Leal (1622-1690): Utiliza pincelada amplia y deshecha. Obra: Finis Gloriae Mundi.
Escuela Madrileña (Coetáneos)
- Claudio Coello (1642-1693): Pintor de cámara real. Pinta al fresco. Obras: Carlos II adorando la Sagrada Forma.
Diego de Silva y Velázquez: Vida y Obra
Nacido y formado en Sevilla, su primer maestro fue Francisco de Herrera y con 12 años ingresó en el taller de Francisco Pacheco, junto con Zurbarán y Cano. Dotado de verdadera vocación pictórica y genio para ello, de un sentido de la observación extraordinario, de un dominio del dibujo y del color bien conjuntados, su naturalismo no repugna, sino que atrae. No pasó en su vida apuros económicos, por lo que su obra puede concebirse como “el arte por el arte”. Felipe IV fue un verdadero mecenas para Velázquez y la corte le evitó agobios económicos. Sus cuadros están hechos sin prisas. Se apoya en la realidad, más sentida que observada. Prescinde del dibujo previo. Tiene un gran sentido de la profundidad, buscando la contraposición de figuras y acciones. Su pintura comienza con el tenebrismo, logrando la perspectiva aérea, donde las formas pierden precisión y los colores pierden brillantez. Evoluciona así aclarando sus colores y su técnica cada vez más impresionista. Es un pintor con temática variada: bodegones, mitología, historia, religiosa…
Etapas de Velázquez
Etapa Sevillana
Se mueve dentro del naturalismo y del tenebrismo. Pinta bodegones de composición sencilla, con un color oscuro, opaco, y una iluminación violenta de rostros y manos. Realiza un estudio perfecto de las calidades y las figuras cobran gran plasticidad.
Obras destacadas:
- La Adoración de los Magos
- La vieja friendo huevos
Etapa de Madrid
A partir de 1622, llamado por el Conde Duque de Olivares, hasta 1628. Se convirtió en pintor de cámara hasta 1623. Desde entonces residiría en Madrid. Su empleo en la corte le proporcionará una vida estable. Desaparece poco a poco el tenebrismo. Aborda el tema mitológico y realiza Los Borrachos (El triunfo de Baco). Tras la llegada a Madrid, en 1628, de Rubens, y aconsejado por él, viaja a Italia. Visitó Génova, Venecia, Bolonia, Roma y Nápoles, entre 1629 y 1631. Le influiría tanto en el color como en la técnica. Desaparecen los tonos oscuros y su pincelada se vuelve fluida, más libre y expresiva. Muestra mayor interés por la luz y la atmósfera. Se interesa por el desnudo veneciano y por el tema mitológico. De regreso a la corte de Madrid (1631), realiza El Cristo Crucificado. En 1634 interviene en la decoración del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro de Madrid, con un lienzo de tema histórico, La rendición de Breda o Las Lanzas. En esta época realiza retratos famosos, como El ecuestre del Conde Duque de Olivares (1634). En estos retratos el pintor hace un alarde de paisajista, al utilizar tonos verdes y grises plateados bajo un cielo azul con nubes. Su vinculación con la corte hace que pinte las grotescas y deformes figuras de los enanos y bufones. Desde 1632 a 1645 el pintor va pintándolos. Los interpreta siempre con gran respeto y comprensión y con una gran visión psicológica.
Etapa Final
Fue nombrado aposentador mayor de palacio y continuó en contacto directo con la familia real, realizando diferentes retratos y procurando en todos ellos profundizar en la psicología del personaje. De 1656 data la ejecución de Las Meninas. Parece que ya lo había empezado antes, pero se concluye entonces. Se asemeja más a una escena de la vida cotidiana que a un estudiado retrato oficial.