El Legado Literario de la Generación del 27

La Generación del 27: Poesía Española de Vanguardia

Contexto Histórico y Cultural

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) ahondó el foso ideológico entre los españoles: progresistas y conservadores. Tras la guerra, la crisis se agudizó. Implantada la dictadura de Primo de Rivera, poco pudo resolver. La dimisión de Primo de Rivera en 1930 debilitó a la monarquía, y en 1931 triunfó la República. La Segunda República representó el triunfo de las clases medias frente a la vieja oligarquía.

En la segunda década del siglo XX surgieron los movimientos de la vanguardia hispánica: el ultraísmo y el creacionismo, en consonancia con la renovación de la lírica que se producía en Europa, impulsados por la labor de Ramón Gómez de la Serna. A mediados de los años 20 empezaron a destacar los poetas que, algunos procedentes de las vanguardias, integraron el Grupo del 27 o Generación del 27.

Las Vanguardias Europeas y su Influencia en España

Entre los jóvenes europeos se manifestó la conciencia de fin de época. Entonces surgieron las vanguardias, que proponían nuevas formas de expresión en pintura, escultura y literatura. Sustituyeron la representación de la realidad por la interpretación de la misma. Tenían estas características:

  • Antirrealismo y autonomía
  • Irracionalismo
  • Afán de seguridad
  • Experimentación estética
  • Voluntad de renovación

También surgieron en Europa movimientos de vanguardias de carácter innovador, rebelde y provocador. Los más importantes fueron: Futurismo, Cubismo, Dadaísmo y Surrealismo.

En España surgieron, teniendo en cuenta los rasgos culturales de la época y el papel fundamental de algunos escritores que viajaron y entraron en contacto con los artistas europeos. Una figura fundamental fue Ramón Gómez de la Serna, quien publicó Prometeo en 1909. En 1918 llegó a Madrid Vicente Huidobro, quien influyó en los ultraístas y creó el creacionismo. Ramón Gómez de la Serna fue fundamental para los vanguardistas y colaboró en 1915 en el Café Pombo y la revista Prometeo. Escribió muchas greguerías, breves y concisas, ofreciendo una visión insólita de los objetos.

El ultraísmo surgió en 1918 con Huidobro, buscando la renovación y abarcando muchas tendencias, como las del Dadaísmo, Futurismo y Cubismo. El creacionismo, también impulsado por Huidobro, rechazaba la imitación de la realidad, la narración y la descripción. El surrealismo surgió sin un dirigente claro; se conocieron las ideas y obras de surrealistas franceses y surgieron autores españoles que adoptaron esta tendencia. Abundan la libertad y el azar, y como temas: el mundo interior, los sueños, las emociones y lo instintivo. Entre los recursos: falta de coherencia textual, lenguaje hablado, aliteraciones, juegos de palabras y uso del verso libre.

La Generación del 27

Las vanguardias influyeron en la posterioridad, como en la Generación del 27, que surge en un momento marcado por la personalidad de Ortega y Gasset, la influencia de la Revista de Occidente, la dictadura de Primo de Rivera y la atracción por el estudio de los clásicos españoles. Además, los poetas compartían lugar de encuentro en la Residencia de Estudiantes, y una amistad, afición y vinculación en revistas literarias. La nómina la componen: Pedro Salinas (1891-1951), Jorge Guillén (1893-1984), Gerardo Diego (1896-1987), Dámaso Alonso (1898-1990), Vicente Aleixandre (1898-1984), Federico García Lorca (1898-1936), Luis Cernuda (1902-1963), Rafael Alberti (1902-1999), Emilio Prados (1899-1962) y Manuel Altolaguirre (1905-1959). Todos crearon una poesía que mezcla lo intelectual con lo sentimental.

Los rasgos definitorios de este amplio grupo se resumen en la frase de Alberti: “vanguardias de tradición”, unión que realizan de lo moderno con lo clásico y se concreta en:

  • El magisterio de Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna y José Ortega y Gasset.
  • La libertad estética con amplios estilos, lenguaje, métrica y estética.
  • La variedad temática: muerte, amor, ciudad y artes.

Dada la complejidad de estilos, resulta difícil agruparlos. Distribuimos, por tanto, según la tendencia que predomina:

  • Poesía pura: Pedro Salinas (Razón de amor y La voz a ti debida) y Jorge Guillén (Cántico).
  • Creacionismo: Gerardo Diego (Manual de espumas y Alondra de verdad).
  • Surrealismo: Vicente Aleixandre (Espadas como labios y La destrucción o el amor) y Luis Cernuda (Las nubes y Los placeres prohibidos).
  • Neopopularismo: Federico García Lorca (Romancero gitano y Poeta en Nueva York) y Rafael Alberti (Marinero en tierra y Sobre los ángeles).
  • Neoromanticismo: Manuel Altolaguirre (Las islas invitadas) y Emilio Prados (Canciones del farero).
  • Existencialismo: Dámaso Alonso (Hijos de la ira y Hombre y Dios).

Etapas de la Generación del 27

Toda la variedad hace difícil la distinción en etapas, aunque podemos observar una evolución:

  • Hasta 1927: Tonos becquerianos, rechazo al modernismo e influjos vanguardistas. La poesía pura de Juan Ramón Jiménez les conduce hacia una poesía pura caracterizada por la simplicidad compositiva.
  • Desde 1927 hasta la Guerra Civil: Hay una comunicación más íntima y cordial; sentimientos del hombre como el ansia de plenitud, amor, lluvia de imágenes, automatismo, versos libres; es decir, poesía apasionada donde se introducen acentos sociales y políticos.
  • Época de posguerra: Tras el asesinato de Lorca, el grupo se disgrega (exilio de Aleixandre, Gerardo Diego y Dámaso Alonso) y cada uno sigue un rumbo poético sin abandonar la poesía. Se aprecia una poesía con carácter testimonial, mostrando la patria perdida.

La concesión en 1977 del Premio Nobel de Literatura a Vicente Aleixandre supuso la confirmación de la importancia de este grupo poético en la literatura universal del siglo XX.