La Generación del 98
Ante la derrota de España en la Guerra hispano-estadounidense de 1898, algunos intelectuales percibieron que parte de la sociedad española proclamaba un renacimiento moral y cultural del país. Los escritores de la Generación del 98 se preocuparon por la herencia de España y su posición en el mundo moderno. El resultado fue el despertar de una conciencia nacional en el pensamiento y la literatura, así como el abandono de estilos clásicos y realistas a favor de un lenguaje más sencillo y de un interés por el paisaje de los pueblos de España.
Precursores y Exponentes
Entre sus precursores se cuenta el intelectual Joaquín Costa (1846-1911), quien representó al regeneracionismo que proponía superar la “decadencia” de España. Sin embargo, otras personalidades son en ocasiones consideradas precursoras y en ocasiones incluidas propiamente en la Generación del 98, como Miguel de Unamuno y Ángel Ganivet.
Entre los principales exponentes de la Generación del 98 se destacan:
- Ángel Ganivet (1865-1898)
- Miguel de Unamuno (1864-1936)
- José Martínez Ruiz, mejor conocido como Azorín (1873-1967)
- Ramiro de Maeztu (1874 o 1875-1936)
- Pío Baroja (1872-1956)
- Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928)
- Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
- Antonio Machado Ruiz (1875-1939)
- Manuel Machado Ruiz (1874-1947)
Características de la Generación del 98
En aquellos años también fue importante un movimiento literario surgido en Hispanoamérica, llamado Modernismo. Este movimiento también proponía una renovación del estilo literario, tanto en la poesía como en la prosa, y algunos estudiosos han reconocido relaciones del Modernismo con la Generación del 98. Sin embargo, estos movimientos se diferenciaban en la importancia adjudicada por el Modernismo al goce estético.
Los escritores de la Generación del 98 tuvieron en común las siguientes características:
- La preocupación nacional
- La creación de nuevas formas de expresión literaria
- El uso de un lenguaje sencillo
- El pesimismo
Actividad y Legado
El período de más importante actividad de la Generación del 98 llegó hasta aproximadamente 1915. En las dos décadas siguientes, los exponentes de este movimiento continuaron dominando la escena literaria y publicando obras de gran importancia, pero algunos críticos sostienen que la mayoría de ellos había experimentado cambios y que el impulso creativo inicial había quedado en el pasado.
Mientras tanto, el problema de la regeneración nacional de España quedó irresuelto. En adelante, cobraron importancia otros escritores jóvenes, como José Ortega y Gasset (1883-1955) y Ramón Pérez de Ayala (1880-1962), que se dedicaron a repensar el “problema de España” y antecedieron a los escritores de la llamada “Generación del 27”.
El Modernismo (1880-1920)
El Modernismo es un movimiento fundamentalmente literario, cuyo objetivo es la renovación de las creencias de la sociedad. Se desarrolla a finales del siglo XIX en América Latina y se difunde también en Europa. El principal referente es Rubén Darío, quien además lo introduce en España y cuyo mayor objetivo literario es una búsqueda de una nueva estética, inspirada en la naturaleza e influenciada por la revolución industrial. Hace un gran uso de imágenes armoniosas en un tono más erótico del amor; mientras que también es constante la presencia de elementos de la mitología greco-latina. Todos estos elementos están presentes en la poesía de Rubén Darío, que es quien influye a los poetas de Parnasianismo, sobre todos a franceses como Víctor Hugo y las tendencias simbolistas de su periodo.
Las obras de Darío son el resultado de esta particular mezcla literaria, la cual le permite usar estilos distintos con temas típicos del Simbolismo como lo legendario, lo cosmopolita, lo pasional y lo exótico. Desde el punto de vista de la estructura métrica, esta se caracteriza por tener formas diferentes sin abundar los ideales de musicalidad (ejemplo fundamental es su obra «AZUL» donde el amor es relacionado con las estrellas y explica los diferentes tipos de amor en cuatro partes: primaveral, estival, otoñal e invernal). El tono utilizado es a veces metafísico y a veces confesional, a menudo de carácter irónico presentando una dualidad interna entre “El Gran Poeta”, expresión de la perfección y “El Hombre”, este último destruido para la soledad.
En cuanto a la influencia del Modernismo en los autores españoles, destaca Antonio Machado que se acercó al estilo de Darío con su primer libro Soledades o Juan Ramón Jiménez con Arias tristes. En prosa destaca Valle-Inclán con Sonatas, una obra de cuatro libros de sonatas en prosa modernista que tiende a la sensualidad con el amor y la muerte como temas principales. El teatro también se ve influenciado por el Modernismo, donde se desarrollan obras de temática histórica y conservadora, destacando entre ellas la obra La Lola se va a los puertos, de Manuel y Antonio Machado.
Características del Modernismo
En el Modernismo destacan las siguientes características: Reacción contra el espíritu realista-naturalista (Es un movimiento estético, sobre todo poético, que nace en Hispanoamérica en 1888, con la publicación de «Azul» de Rubén Darío y acaba en 1916). Entre las tendencias que influyen en el Modernismo, se encuentran: El Simbolismo, que mediante imágenes físicas, evoca una realidad más allá de los sentidos; El Parnasianismo, que se propone sobre todo la belleza de las formas; El Impresionismo, por la impresión de una realidad sensualmente evocada. En literatura, el Modernismo se caracteriza por
una búsqueda obsesiva de la belleza y confiere al arte un cariz aristocrático, buscando la belleza de tipo sensorial (luz, color, efectos musicales).
Temas del Modernismo
La evocación histórico-legendaria (el poeta modernista se refugia en un mundo irreal poblado de ninfas, diosas). La historia y la leyenda le sirven para evocar ambientes exóticos. La expresión de lo íntimo; Indigenismo (expresión de las raíces más hondas de la esencia de un país; los poetas se interesan por el indio y por su cultura). En el estilo el Modernismo predominan los valores sensoriales, y es que se da mucha importancia al cromatismo y a la musicalidad de las palabras.