La Década Moderada (1844-1854)
Transición hacia la Década Moderada (1843-1844)
Entre julio de **1843** y mayo de **1844** se desarrolló un proceso de transición en el que se pretendía desmantelar el influjo de **Espartero**. Existía el peligro de que el vacío de poder en el que se encontraba España pudiera ser ocupado de nuevo por **María Cristina**. Por eso fueron los **progresistas**, con el general **Prim** a la cabeza, los que propusieron adelantar la mayoría de edad de la reina **Isabel II**, que comenzaba su reinado efectivo con 13 años, bajo la atenta mirada de su preceptor, el progresista **Salustiano Olózaga**.
El hombre fuerte de entonces era el “**espadón**” **Ramón María Narváez**, capitán general de Madrid, quien había sido el verdadero protagonista en la insurrección contra Espartero. Narváez apartó a **Olózaga**, quien tuvo que huir a Portugal, y nombró vicepresidente a **Luis González Bravo**, creador de la **Guardia Civil** en **1844**. Este cuerpo militar de policía, al mando del **Duque de Ahumada**, tenía la difícil misión de luchar por el orden y la seguridad.
Características del Gobierno de Narváez
La labor de **Narváez** entronca claramente con el **liberalismo más conservador** y con la convicción de que el orden de la nación se fundamentaba en un firme **centralismo**. Desde ese punto de vista, todas las medidas llevadas a cabo fueron encaminadas hacia la **centralización gubernamental**:
- **Orden público**: **González Bravo** había creado la **Guardia Civil** en **1844**, cuerpo que tenía la misión de defender el reinado de **Isabel II**.
- **Control de la educación**: A través del control de la universidad y de las escuelas, convirtiendo a la **Universidad Central de Madrid (UCM)** en la única “fábrica” de grados superiores. Más tarde, la educación se asociaría a la moral católica tras el **Concordato de 1851**, ya con **Bravo Murillo** en el gobierno, donde el ejecutivo se reservaba la elección de cargos eclesiásticos mientras que la Iglesia recuperaba su patrimonio y antiguos privilegios fiscales.
- **Reforma fiscal y hacendística**: Encargada al ministro **Alejandro Mon**, cuyo objetivo consistió en encauzar la deuda de España creando un nuevo sistema de impuestos más uniforme y acorde a la renta per cápita, que acababa con los privilegios de regiones como Cataluña. Gran parte de la carga fiscal recaía, mediante impuestos como los “**consumos**”, sobre los menos pudientes.
Labor Legislativa y la Constitución de 1845
Pero sobre todo, se fomentó una ardua **labor legislativa** que tuvo como principales puntales la codificación de la legislación que vertebraría la sociedad española. La labor legislativa culminó en la **Constitución de 1845**, que sustituyó a la de 1837. Esta Constitución establecía la **soberanía compartida** entre el Rey y las Cortes, el **sufragio censitario**, la supresión de la **Milicia Nacional** y de la ley de ayuntamientos (que pasaron a ser elegidos por los mayores contribuyentes), mientras que la Corona se reservaba el nombramiento de los alcaldes de capitales de provincia y ciudades, y establecía la **unidad católica de España**.
Periodo Previo a la Década Moderada (1833-1843)
La Regencia de María Cristina (1833-1840)
La muerte de **Fernando VII** dejó a su mujer **María Cristina** como regente de España por la minoría de edad de su hija **Isabel II**. Aconsejada en sus inicios por el gobierno de políticos ilustrados como **Cea Bermúdez** o **Javier de Burgos**, quien llevaría a cabo una reforma administrativa y financiera dividiendo España en 49 provincias, así **Martínez de la Rosa**, sustituto de Cea Bermúdez, redactaría una especie de carta otorgada: el **Estatuto Real de 1834**, que significó un gesto de que el absolutismo estaba llegando a su fin. A este ambiente debemos sumar las protestas populares que lo precipitaron junto a la “**Sargentada de La Granja**”, un motín protagonizado por los sargentos de la Guardia Real para exigir a la regente María Cristina la vuelta de la **Constitución de 1812**. La llegada a la presidencia del gobierno del **Conde de Toreno**, con la ayuda de **Juan Álvarez Mendizábal**, dio un giro hacia el liberalismo más progresista. Se anunció la ley de **Desamortización**, que pretendía liberar tierras amortizadas por el clero con el objetivo de venderlas y hacer frente a la deuda nacional. El nuevo gobierno progresista restableció parte de las Cortes de Cádiz, elaborando una nueva constitución, la **Constitución de 1837**.
La Primera Guerra Carlista (1833-1840)
Lo primero de todo, el **carlismo** es liderado por el Infante **Don Carlos María Isidro**, que defendía la religión, el absolutismo y los privilegios del Antiguo Régimen. Un día después de la muerte de Fernando VII, el general carlista **Tomás de Zumalacárregui** estaba organizando partidas rurales para iniciar la guerra. En una primera fase, el carlismo pretendió hacerse fuerte en el norte, pero la muerte del general **Zumalacárregui** en el durísimo asedio de Bilbao trajo como consecuencia que la estrategia cambiara. En una segunda fase de la guerra, diferentes expediciones carlistas, como la dirigida por el mismísimo **Don Carlos** o dirigida por el general **Cabrera**, decidieron trasladar la guerra desde el norte hacia el resto de la península. Fueron finalmente los partidarios de la negociación, encabezados por el general **Maroto**, los que impusieron su fórmula y precipitaron la firma del **Convenio de Vergara** el 29 de agosto de **1839**.
La Regencia de Espartero (1840-1843)
Tras la victoria de los liberales en la Guerra Civil Carlista, **Espartero** comenzaba así su regencia el 12 de octubre de **1840**, iniciando en la historia de España una más que habitual relación entre los “**espadones**” y los destinos de la nación. Su política más comprometida fue la **librecambista**. Su decisión de acabar con los aranceles comerciales para fomentar la libertad de comercio y la entrada de capital extranjero en España le llevaron a recibir acusaciones como la de “haberse vendido a los ingleses”. Lo cierto es que sus leyes librecambistas hundieron a la industria textil catalana, que no podía competir con los productos ingleses, y provocaron una oleada de protestas que acabaron con el **Bombardeo de Barcelona**. Ante el estado de rebelión, Espartero disolvió las Cortes. Ahora sus enemigos ya no solo eran moderados, sino también muchos progresistas, entre los que se encontraban militares como **Juan Prim** o **Serrano**. Tras la llegada de **Narváez**, se enfrentaría a los esparteristas en **Torrejón de Ardoz**. La derrota obligó a Espartero a abandonar España e irse a Inglaterra.