La novela de 1939 a 1975
La novela de los años cuarenta se caracteriza por la presencia de la realidad como tema literario y por mantenerse al margen de las innovaciones experimentadas en la narrativa europea y americana. Las principales tendencias son:
Novela nacionalista o de los vencedores:
Son novelas triunfalistas en las que se recoge la visión falangista de la realidad y la reivindicación de sus valores fundamentales.
Realismo tradicional:
Siguiendo la técnica y la temática de la novela realista, hace una descripción costumbrista de los ambientes, valores y comportamientos de la burguesía.
Novela existencial:
Es un tipo de novela que nos ofrece una visión crítica de la realidad a través de unas existencias desoladoras y conflictivas.
Por otro lado, también surgen tendencias como la novela fantástica y humorística y la novela en el exilio. A principio de los años 50 se produce un renacimiento del género narrativo, desarrollando un nuevo tipo de novela, tanto en sus aspectos temáticos como formales.
El rasgo básico de esta novela es que continúa con la tradición del realismo de los 40, pero con un sentido crítico y de denuncia social, y que postula una renovación y actualización de las técnicas narrativas con una tendencia a la objetividad. Los temas principales son la denuncia de la pobreza, las desigualdades, la persecución y las injusticias sociales. La técnica narrativa se basa en la objetividad, un protagonista colectivo, la ausencia de análisis psicológico de los personajes, la caracterización externa de los personajes y la sucesión de anécdotas y pequeñas situaciones cotidianas. Además, hay una concentración del tiempo y del espacio con una sencillez estilística y diálogos muy abundantes.
Tiene dos tendencias: el realismo objetivista (influido por el nouveau roman francés) y el realismo crítico (influido por el neorrealismo italiano). Posteriormente, en los años 60 vuelve a producirse un cambio en la novela.
En esta novela hay una variedad de narradores y de puntos de vista, el argumento pierde importancia, hay una ruptura temporal mediante el uso de saltos en el tiempo y la estructura es compleja (división en secuencias). Además, vuelve el personaje individual, hay un uso abundante del monólogo interior y del fluir de la conciencia y se le da importancia a lo visual (artificios tipográficos).
Camilo José Cela (1916 – 2002)
Es un autor con un pesimismo existencial y con una escasa fe en la naturaleza humana. Los rasgos de su narrativa son el ingenio, el estilo bronco, el costumbrismo y la atracción por la violencia, el sexo y lo morboso, así como su permanente deseo de innovación.
Primera etapa: el “tremendismo”
Es una tendencia que describió como “sanguinaria caricatura de la realidad” que se basa en unos protagonistas bárbaros o marginados con conductas asociales o agresivas, una trama que nos presenta a los personajes enfrentados a situaciones extremas, llenas de violencia, y un lenguaje literario bronco y desgarrado. Escribe La familia de Pascual Duarte.
Segunda etapa: el “realismo social”
Escribe La colmena, donde hay un protagonista colectivo, usa una técnica de secuencias narrativas y costumbristas y hay una visión despiadada del Madrid de la postguerra.
Tercera etapa: el “experimentalismo”
Siguiendo la línea de la novela experimental, se centra en manejar con total libertad el lenguaje y el estilo, experimentando con nuevas posibilidades. Escribe San Camilo, 1936 y Oficio de tinieblas 5.
Miguel Delibes (1920 – 2010)
Fue un novelista con una perspectiva humanística, por lo que se mantiene siempre en el análisis del mundo rural marginado, en la crítica de la burguesía urbana y en el uso de un lenguaje natural y preciso.
Primera etapa: “la novela existencial”
Escribe La sombra del ciprés es alargada, donde se recrea en el pesimismo y la obsesión por la muerte.
Segunda etapa: el “realismo crítico de ambiente rural”
Escribe El camino, donde nos retrata, desde la mirada infantil, la vida de un pueblo y sus gentes, Las ratas, testimonio sobre la indefensión de los campesinos, y Los santos inocentes, donde habla sobre la vida de los humillados a manos de los opresores.
Tercer etapa: “experimentalismo formal”
Abandona el realismo y se introduce en el experimentalismo a través de las obras Cinco horas con Mario y Parábola del náufrago.
Cuarta etapa: “realismo crítico del ambiente urbano”
Abandona el experimentalismo y vuelve a la visión realista en La hoja roja, La guerra de nuestros antepasados y El disputado voto del señor.
Últimas novelas: “los años 80 y 90”
Escribe Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso, 377A, madera de héroe, Señora de rojo sobre fondo gris y El hereje.