La importancia de las metáforas en la construcción de la verdad

Nietzsche y la construcción de la verdad

Nietzsche nos indica con toda claridad que estas metáforas y figuras retóricas no son un fiel reflejo de la realidad, ni una percepción inmaculada de la misma; sino que representan un acuerdo entre los seres humanos para designar la relación entre una realidad exterior y el impacto que nos produce.

Las palabras no son más que un conjunto de sonidos articulados que vienen a designar una excitación completamente subjetiva.

Es la costumbre y el uso lo que refuerza el valor de estas metáforas, de manera que son aceptadas socialmente como verdaderas. La verdad depende de un uso social, y es fundamentalmente lo que una sociedad acepta: “Una suma de relaciones humanas que después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes”.

Por esta razón concluye que “las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son”. La lengua se transmite de padres a hijos, de generación en generación, y con la tradición y el uso, las personas olvidamos el auténtico origen metafórico de las cosas que designamos como verdades.

Al final del texto, Nietzsche resume esta propuesta fundamental con una metáfora: “las verdades son metáforas que se han desgastado, monedas que al usarse han perdido su troquelado y ya no son monedas sino metal”.



La teoría del conocimiento según Platón

Para poder hablar de la teoría del conocimiento es necesario entender los dos mundos: el mundo sensible, formado por objetos que tienen espacio y tiempo, y el mundo de las ideas, un mundo inteligible que es perfecto. Para Platón, es en este mundo donde se encuentra la auténtica realidad (ya que los objetos sensibles son una copia de las ideas inteligibles). Platón se pregunta cómo podemos nosotros llegar a conocer, es decir, cómo es posible que haya seres, cómo es posible que haya cambio y cómo es posible que haya conocimiento.

Platón responde a las dos primeras preguntas: hay un mundo de ideas y un mundo de objetos que cambian, pero el conocimiento es posible en una de estas realidades. Según Platón, el conocimiento es similar a una idea establecida en una línea dividida en cuatro segmentos: sombras e imágenes, objetos sensibles (mundo sensible), entidades matemáticas, ideas en realidad (mundo intangible). Nosotros solo podemos tener conocimiento del mundo inteligible, del mundo de las ideas, del mundo inmaterial, porque los objetos no cambian. Pero Platón no afirma que del mundo sensible tengamos ignorancia, sino que tenemos opinión. Platón considera que la opinión es el término medio entre la ignorancia y el conocimiento. No podemos hacer ciencia en el mundo físico del mundo sensible, pero sí que podemos tener nuestra propia opinión. Otro elemento es que Platón afirma que el conocimiento es lo que llama la reminiscencia. Conocer es recordar aquello que nuestra alma ya conocía, porque nuestra alma es eterna, nunca ha nacido, nunca morirá, porque es eterna. Es importante tener presente que nuestra alma, cuando vive sin cuerpo, lo conoce todo, luego lo olvida y, por lo tanto, lo que hace el alma es recordar. El conocimiento no puede hacerse del conocimiento sensible, por eso Platón afirma que el conocimiento se hace a través de la intuición, nosotros conocemos el mundo inteligible a través de la intuición y del razonamiento.



La distinción entre fenómeno y noúmeno en la filosofía de Kant

La distinción entre fenómeno y noúmeno es clave a la hora de entender el sistema kantiano. Con fenómeno, Kant designa el objeto del conocimiento empírico y objetivo, lo que aparece o se muestra al sujeto que conoce. Para aquello que conocemos sin que exista una transcripción material o sensible, Kant empleó el término noúmeno o cosa-en-sí. El noúmeno, por tanto, es lo que no puede ser reconocido ni por la intuición sensible ni intelectual. Ya que el conocimiento se limita a los fenómenos, no hay conocimiento de las cosas-en-sí, al menos a través de la razón teórica. Su campo es el de la razón práctica. Solo a través de la experiencia de la moral se muestran accesibles los noúmenos.



La importancia de las metáforas en la construcción de la verdad

El texto de Nietzsche aclara inmediatamente el tema sobre el que va a dar una nueva versión y una nueva perspectiva: “Qué es entonces la verdad”.

La respuesta viene escalonada por varias premisas, que confluyen en una conclusión:

  1. “Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos”.
  2. “Una suma de relaciones humanas extrapoladas y adornadas que un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes”

La conclusión y, por tanto, la principal propuesta del texto es: “Las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son”.

Es decir que lo que ahora llamamos verdad, como si fuera una correspondencia, un reflejo de la realidad o del mundo que nos rodea, es en realidad un conjunto, “una hueste en movimiento de metáforas, metonimias y antropomorfismos”.

Con las metáforas designamos realidades con nombres que pertenecen a otros campos o experiencias más fáciles de comprender, en función de la relación de semejanza que observamos entre ellas; por ejemplo, cuando decimos que una persona es el cerebro de una organización, para expresar que es su director y coordinador.



Régimen demográfico antiguo y moderno

RÉGIMEN DEMOGRÁFICO ANTIGUO

Hasta finales del S. XVIII y principios del XIX, según las áreas, se conoce como sociedad preindustrial (crecimiento natural bajo). Características:

  • Crecimiento moderado de la población
  • Elevada tasa de natalidad (los hijos son baratos de mantener y ayudan en el campo), no hay recursos para controlar los nacimientos.
  • Mortalidad general alta y con oscilaciones periódicas (dieta escasa sujeta a hambrunas, enfermedades, atrasos en medicina, guerras, epidemias…).
  • En consecuencia, hay un crecimiento vegetativo bajo y con oscilaciones por la mortalidad catastrófica.
  • En España se da hasta finales del S.XIX

RÉGIMEN DEMOGRÁFICO MODERNO

Sociedad moderna o postindustrial a partir del S.XX, la natalidad y mortalidad son muy bajas. La natalidad es sensible a las crisis, como resultado el crecimiento es muy bajo e incluso negativo. Características:

  • Hundimiento de la natalidad:
    • Situación económica mala en los años 70 que retrasa la edad de matrimonio.
    • Elevación de los precios de las viviendas (retrasa la edad de independizarse y acorta el periodo fértil de la mujer)
    • Incorporación de la mujer al mercado laboral.
    • Cambio de mentalidad en relación a la sexualidad, anticoncepción, aborto y relaciones de pareja.
    • Aumento de nivel de vida y nivel cultural (mejor mantener a un hijo en condiciones aunque se tengan menos).
  • Mantenimiento de la mortalidad en cifras bajas:
    • Mejoras higiénico-sanitarias, aunque en 1981 hay un ligero ascenso por el envejecimiento de la población.
    • Disminuye la importancia de enfermedades infecciosas y aumentan las 3 C (cáncer, carretera, corazón)
    • Reducción drástica de la mortalidad infantil.
  • Aumento de la esperanza de vida, que lleva a un envejecimiento de la población y un crecimiento natural muy reducido. En España se da un crecimiento constante menos en la gripe española y Guerra Civil. Hay un crecimiento ligeramente inferior al 0,88% entre 1900-2000. En este periodo se ha doblado la población de 18 millones a 47,2 en 2012. Similar a la de Europa, pero un poco retrasada en cuanto al Norte y Oeste



Conceptos demográficos

– Censo de población: Es el proceso total de recolectar, compilar, evaluar, analizar y publicar o diseminar en cualquier otra forma, los datos (o la información) demográficos, económicos y sociales que pertenecen en un momento determinado, a todas las personas de un país o de una parte bien delimitada del mismo.

– Crecimiento natural o vegetativo: Es la diferencia entre el número de nacimientos y el número de defunciones de una población en un determinado periodo de tiempo, generalmente un año.

– Densidad de población: Es una medida de distribución de población de un país o región que es equivalente al número de habitantes dividido entre el área donde viven.

– Emigrante: Persona que deja el país en el que ha nacido y se va a otro país.

– Envejecimiento de la población: Aumento del número de ancianos en relación con la población total.

– Éxodo rural: Fenómeno demográfico que corresponde con la emigración de personas o de una población desde un ambiente rural hacia la ciudad.

– Inmigración: Movimiento de población que consiste en la llegada de personas a un país o región diferente de su lugar de origen para establecerse en él.

– Mortalidad infantil: Término usado para describir la muerte de un bebé que ocurre entre el nacimiento y el primer año de edad.

– Pirámide de población: Gráfico que muestra la estructura demográfica por sexo y edad en un momento dado.

– Población activa: Magnitud económica que se define como el número de personas en edad de trabajar de un territorio.

– Población inactiva: Conjunto de ciudadanos de un país, de más de 16 años o más, que cumplen las condiciones para trabajar y que, sin embargo, no se incorporan al mercado laboral, es decir, no son ocupados ni parados.

– Población ocupada: Personas que, incluidas en la población activa, están trabajando, ya sea por cuenta propia o por cuenta ajena.

– Población rural: Conjunto de personas que vive en los campos, alejada de las metrópolis.

– Subempleo: Empleo por tiempo no completo, retribuido por debajo del mínimo o que no aprovecha completamente la capacidad del trabajador.

– Tasa bruta de mortalidad: Relación entre el número de defunciones de un año concreto y la población media de dicho año.

– Tasa bruta de natalidad: Relación entre el número de nacimientos observados en un año dado y la población media del año considerado.

– Tasa de envejecimiento: Expresa la relación entre la cantidad de personas adultas mayores y la cantidad de niños y jóvenes.