Primo de Rivera:
El régimen constitucional estaba desprestigiado, existiendo en España un grave peligro de revolución social. Esta situación e agrava en 1923 con el intento de García Prieto por reformar la constitución y realizar una mayor democratización del sistema. Para frenar estas reformas, a las que se oponían rey, ejército e iglesia; Miguel Primo de Rivera impulsó un golpe de Estado, que se produjo sin derramar una gota de sangre. Es así como da comienzo la dictadura de Primo de Rivera, que en un manifiesto declara su intención por: regenerar la política, acabar con la corrupción, finalizar conflictos como el de marruecos, el caciquismo, el nacionalismos o la conflictividad obrera.
El inicio de la dictadura
Este mismo año, Alfonso XIII nombrará a Primo de Rivera presidente de un gobierno integrado únicamente por militares, dando comienzo a la etapa del directorio militar. Las primeras medidas que tomará serán:
- La declaración del estado de guerra
- La suspensión de la constitución de 1876
- La disolución del parlamento
- La ilegalización de partidos políticos y organizaciones obreras
También se mostrará muy duro con el catalanismo, prohibiendo el uso de su himno, bandera y lenguaje; lo que le permite restablecer el orden público. Por otra parte, disolverá los ayuntamientos para sustituirlos por juntas de vocales; así como elaborará un estatuto municipal y otro provincial. Esto se realizó con el fin de acabar con el caciquismo, pero estas medidas se limitaron a sustituir unos caciques por otros. Además, instaurará una política de orden público muy represiva, prohibiendo las manifestaciones y huelgas; esto redujo drásticamente los conflictos laborales, violencia social y pistolerismo. La CNT, principal objetivo de estas medidas, tuvo que pasar a la clandestinidad.
La pacificación de Marruecos
Por último, se logró la pacificación de marruecos tras una colaboración militar entre España y Francia. En 1925 se concretó el conocido Desembarco de Alhucemas, a la vez que avanzaban las tropas francesas. Estas acciones militares conjuntas pusieron fin a la guerra, en 1927 Marruecos dejó de ser un problema. La solución de este gran problema supuso una mayor popularidad de Primo de Rivera, que establecerá en 1925 el Directorio Civil, con el objetivo de institucionalizar el nuevo régimen y ceder protagonismo a los civiles; así como consolidarse en el poder y ganar el apoyo de otros sectores.
Reformas y oposición
Se formó un nuevo gobierno presidido por él mismo, con técnicos civiles como Calvo Sotelo. Se emprendió una reactivación de la economía basada en el nacionalismo económico y dirigismo estatal: se extendió la electrificación; se impulsó obras públicas; se crearon las confederaciones hidrográficas para el aprovechamiento de los ríos. También propondrá una serie de medidas sociales: se construyó “viviendas baratas”, institutos, escuelas y servicios sanitarios; se instituyeron “comités paritarios” para la solución de conflictos laborales.
La oposición al régimen
La oposición al régimen fue escasa en sus comienzos y estará formada principalmente por los siguientes grupos:
- Los republicanos, que protagonizaron una campaña de desprestigio del régimen
- Los intelectuales, que criticaron la dictadura y censura
- La burguesía catalana, que se unió a la oposición tras las censuras y fue incrementando la influencia de grupos nacionalistas radicales
- El movimiento obrero, fundamentado en la CNT y Partido Comunista, que fueron perseguidos
- El PSOE, que se unirá a los republicanos para poner fin a la dictadura
El fin de la dictadura
La crisis económica mundial alcanzó España en 1929, incrementando el desempleo y descontento social. Ante la gran inestabilidad, Primo de Rivera presentará su renuncia en 1930, exiliándose a París. Poco después, tras el intento de Alfonso XIII de volver al régimen constitucional con el general Dámaso Berenguer, se producirá un auge del republicanismo y la consolidación de la segunda república a manos de Aznar en 1931, acabando con la monarquía.